Tal vez sea el hecho de que Xalapa no tiene club de yates, tampoco un boulevard nuevo por el cual correr frente al mar por las mañanas y lo más parecido al estero de Boca del Río es nuestro paseo de Los Lagos. La cosa es que por alguna extraña y desconocida razón, al Gobernador Miguel Ángel Yunes nomás no le caen Xalapa y los xalapeños.
A pesar de que Xalapa fue el lugar donde realizó sus estudios profesionales y donde encumbró su carrera política, el actual mandatario estatal nunca ha hecho algo por la capital del estado. Ni antes como Secretario de Gobierno ni ahora como Gobernador. No hay una calle, una escuela, un hospital que tenga algo que agradecer, a menos que esté en la mayor de las reservas.
Por el contrario, en ambas etapas, sin razón alguna, ha establecido una feroz batalla campal contra las autoridades municipales, en una muestra del poder autoritario que más disfruta. Al parecer, Yunes Linares nunca ha tenido una buena relación con los presidentes municipales de Xalapa, ni la tendrá.
La primera ocasión, ya en el siglo pasado, Armando Méndez de la Luz había dejado la Secretaría de Gobernación al lado de don Fernando Gutiérrez Barrios y regresó a concluir el gobierno de Dante Delgado Rannauro. Primero lo hizo como Presidente del CDE del PRI, y después como presidente municipal de Xalapa.
El primer año de Méndez de la Luz como alcalde coincidió con el último de Dante como Gobernador. Gracias a una relación extraordinaria –la cual explicará muchas de las cosas que sucedan en el futuro inmediato-, el joven Méndez, como lo llamaba don Yayo Gutiérrez, empezó la transformación de Xalapa. Realizó uno de los festivales de cultura que más se recuerdan y puso a la capital en el ojo del interés nacional.
Pero la alegría le duró poco. Junto al gobernador Patricio Chirinos llegó un poderoso Secretario General de Gobierno, Miguel Ángel Yunes, quien de inmediato se dio a la tarea de cobrar supuestos agravios a Dante Delgado en la persona de Armando Méndez. Fue público que el apoyo del ex gobernador cordobés habría sido para Miguel Alemán y no para Patricio Chirinos. Y la revancha fue absoluta.
El trato al alcalde de la capital fue áspero; apenas acudía a los eventos oficiales en la capital y su margen de maniobra en infraestructura y servicios municipales se redujo casi a cero. Muchas voces daban por sentado que renunciaría al cargo, sin embargo, con entereza aguantó la acometida de Miguel Ángel Yunes. En todo caso, el propio Chirinos sí le guardaba algunas consideraciones.
Lo que pasó en esos años en los entretelones del poder, sólo Armando lo sabe. Nunca lo ha revelado. Sin embargo, esta revancha política le salió muy cara a los xalapeños. No hubo obras ni servicios públicos suficientes. En todo caso, si el conflicto era con el alcalde, ¿por qué debieron pagar los xalapeños por ello?
Ahora la historia se repite con Hipólito Rodríguez, quien aún antes de tomar el cargo, ya fue blanco de la metralla política, mediática y hasta penal del mandatario estatal. Si las cosas no pintan bien para el alcalde, tampoco para los xalapeños.
En sólo una semana, Yunes Linares amenazó a Hipólito Rodríguez de dejarlo sin policía si no acude personalmente a las reuniones del grupo de Coordinación Veracruz y si no asume, a golpe del tolete legal, las funciones de la policía municipal a partir del primero de enero. La segunda embestida se dio este martes cuando se hizo público que el alcalde electo fue citado a declarar a la Fiscalía General del Estado dentro de la investigación del caso del Santuario de las Garzas.
¿En verdad cree el gobernador que dejará sin policía a Hipólito? El presidente municipal no la necesita. La necesitamos miles y miles de xalapeños que vivimos en una atribulada ciudad donde gobierna alguien a quien parece que le caemos mal de a gratis.
En ambos casos, Hipólito Rodríguez ha respondido de manera puntual. En un comunicado, se refirió a que “cada orden de gobierno tiene competencias específicas, y las que atañen al gobierno municipal se ubican en el campo de la prevención. Desde hace meses estoy trabajando con mi equipo en esa perspectiva y haré todo lo necesario para que en la capital del estado se configure una nueva policía municipal confiable, cercana a la gente, que atienda sus necesidades de seguridad”.
Respecto al reciente homicidio en el santuario de las Garzas declaro: “No tengo nada qué ocultar ni temer, con mucho gusto colaboraré con la autoridad dando la información” correspondiente, detalló el edil electo”. Rodríguez Herrero, cita otro comunicado, refirió que lo que manifestó públicamente es que un ciudadano, vía Whats App, le comentó que posiblemente correspondía a un perfil único algunos de los feminicidios perpetrados en el Santuario de las Garzas.” Pretexto suficiente para ir a la reja (Tres Patines dixit).
Otra revancha política se cierne sobre la capital, ahora en su afán de sacudirse la responsabilidad de la policía y compartir el costo político de la inseguridad. Si los muertos y levantados cuestan votos, que estos se dividan entre los dos.
Otra vez los xalapeños seremos el daño colateral de la revancha. ¿Qué le hizo Xalapa señor Gobernador?
Las del estribo…
- Y mientras unos se desmayan por el estrés, otros de plano mejor se van a Nueva York a disfrutar de la nieve. Total, el amparo federal concedido a Flavino Ríos –lo que frena su vinculación a proceso-, el que ganó Arturo Bermúdez y la aparición de más fosas con restos humanos en Santa Fe, bien valen unas merecidas vacaciones a cuenta del erario veracruzano.
- Es una verdadera pena que el fervor católico por la celebración de la Virgen de Guadalupe siempre venga acompañada de la tragedia. La pérdida de la vida de personas sigue siendo un tributo muy alto para una celebración cuyo origen sigue estando envuelto en un velo de misterio, como lo declaró el propio abad de la Basílica Guillermo Schulenburg.