Por supuesto que, sin proponérselo, este domingo el secretario de Seguridad Pública del estado, Jaime Téllez Marie, le echó a perder el cuarto y último informe de labores al alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien desde hace un par de meses intensificó su activismo y promoción personal porque –como ya todo mundo sabe– aspira a suceder en 2018 a su padre Miguel Ángel Yunes Linares en la gubernatura.
Y es que con el desvanecimiento que sufrió a mitad de dicha ceremonia, Téllez Marie no sólo interrumpió la lectura del informe del hijo primogénito de su jefe sino que además le robó la nota del día porque obviamente la atención de los medios de comunicación se concentró en el preocupante estado de salud del titular de la SSP, quien fue sacado en camilla por paramédicos y hospitalizado ya que habría sufrido un preinfarto cardíaco.
En realidad, el problema de salud del secretario de Seguridad Pública no debió sorprender a nadie, dado el estrés al que ha estado sujeto ante las frecuentes amenazas y mensajes que entre cuerpos desmembrados ha recibido del crimen organizado; al agotamiento físico por las pocas horas que duerme al día, y también por su avanzada edad.
De hecho no es el primer colaborador de Yunes Linares que en menos de un año ve socavada su salud.
A finales de enero, por ejemplo, falleció José Luis Lagunes López, otro de los amigos más cercanos del mandatario veracruzano, quien se desempeñaba como secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
El inesperado deceso del abogado porteño impactó al gobernador y a su gabinete. Curiosamente, semanas después, comenzaron a filtrarse las intenciones de algunos funcionarios de dimitir. Una de ellas fue la secretaria del Trabajo, Previsión Social y Productividad, Silvia Edith Mota Herrera, quien debido al estrés al que había estado sometida se le complicó un serio problema gastrointestinal que motivó que a principios de febrero tuviera que ser intervenida quirúrgicamente.
Según se supo, Mota Herrera habría renunciado pero Yunes la persuadió de que continuara en su cargo. Y es que la funcionaria colabora con él desde el sexenio del gobernador Patricio Chirinos (1992-1998), cuando fue titular de la Dirección de Trabajo y dicha dependencia estaba sectorizada a la Secretaría de Gobierno. Posteriormente la designó subdirectora de lo Contencioso de la Dirección Jurídica del ISSSTE, donde permaneció de 2006 a 2010.
Otro caso fue el de Manuel Muñoz Gánem, jefe de la Oficina del Gobernador, quien a mediados de junio fue trasladado de emergencia e internado en un centro médico de Monterrey, Nuevo León, por un grave problema cardíaco. El tuxpeño, también muy allegado a Yunes, se reincorporó posteriormente a su cargo.
Todos estos casos parecen haber impactado a la secretaria de Finanzas y Planeación, Clementina Guerrero, a la que de momento Yunes tampoco le permitió renunciar. Pero semanas más tarde, a mediados de julio, terminó aceptándole su salida de la Sefiplan, donde fue sustituida por el ex contralor Guillermo Moreno Chazarini
Sin embargo, para acallar las especulaciones, Yunes no dejó salir de su gobierno a “Tula” Guerrero, asignándole la coordinación de sus asesores, un puesto aparentemente sin mayor estrés.
Así que se duda también que por este problema de salud, el mandatario estatal deje ir a Téllez Marie de la SSP como han venido demandando desde hace meses legisladores locales y federales de oposición, líderes de opinión y representantes de organismos no gubernamentales ante la inexistencia o inoperancia de una estrategia eficaz para contener a la delincuencia y abatir los índices de violencia e inseguridad. Por lo mientras, el gobernador le habría autorizado una semana de descanso, ¡como si los criminales fueran a concederles tregua!
Y, para colmo, el mandatario estatal tiene otra “baja” en su equipo, pues la mañana de este sábado el subsecretario de Turismo, Roberto Bueno Campos, sufrió un aparatoso accidente automovilístico en Chiapas. Pero el irresponsable funcionario, quien ha sido criticado por llegar hasta con una hora de retraso a eventos oficiales, no iba en plan de trabajo institucional sino a ganarse un ingreso extra con su grupo musical, como si no percibiera del gobierno de Veracruz un jugoso sueldo que lo debería obligar a laborar de tiempo completo.
Anilú: buenas cuentas
En poco más de una semana arrancarán oficialmente las precampañas, y mientras otros aspirantes priistas al Senado de la República andan preocupados y nerviosos comiéndose las uñas y filtrando supuestas señales de que ellos van a ser los nominados por el partido tricolor, la delegada federal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Anilú Ingram Vallines, sigue trabajando como si no hubiera un mañana.
Lo mismo la vemos entregando estufas ecológicas en la sierra que supervisando el buen funcionamiento de los comedores comunitarios en Córdoba; revisando que se pague en tiempo y forma el apoyo del programa “Más 65” a los adultos mayores, y así, siempre pendiente, de que todos los apoyos sociales del gobierno federal lleguen y lleguen bien, a quienes más los necesitan en todo el estado.
Y aunque con mucha insistencia le siguen preguntando a Anilú sí va o no va por la candidatura tricolor al Senado, la funcionaria federal muy prudentemente no se adelanta, respeta los tiempos y cumple, como lo ha hecho siempre, con su trabajo. La delegada de la Sedesol procura evitar distracciones y se cuida de no jalar agua para su molino, consciente de que debe entregar buenas cuentas hasta el último momento.
Según se sabe, el precandidato del PRI a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, tiene excelentes referencias de ella ya que durante un año fue su jefe en la Sedesol, en donde ambos trabajaron con buen ritmo y transparencia.
Pero otra fortaleza política de Anilú Ingram es la buena relación que tiene con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien pese a haber declinado sus aspiraciones presidenciales será una pieza clave en la próxima elección federal, por lo que jugará sus fichas más importantes en los estados de Hidalgo, Puebla y, por supuesto, en Veracruz, donde ella estará incluida.
Así, aunque muchos ya le lleven la cuenta regresiva, Anilú Ingram no se distrae ni paraliza; al contrario, sigue apretando el paso para dejar buenos números en la Sedesol y seguir dándoles buenos resultados a sus paisanos.