«¡Un hogar sólido! ¡Eso soy yo! ¡Las losas de mi tumba!», dice Lidia al final de Un hogar sólido, la pieza de Elena Garro que resultó profética porque siendo una de las voces más sólidas de nuestra literatura, la de la escritora poblana fue también una de las más olvidadas hasta el año pasado, cuando en ocasión del centenario de su natalicio, la indiferencia hizo una tregua para que la colmaran de homenajes.

Pero más allá del desdén de los mandamaces, Elena Garro siempre ha calado hondo en la comunidad teatrera. La de Laura Jayme, actriz, promotora y directora teatral, es una de esas sensibilidades tocadas por la voz de la autora de Andarse por la ramas, El encanto, tendajón mixto, y tantos dramas más. Participó el año pasado en el Coloquio Elena Garro que organizó la Universidad Veracruzana, con la lectura dramatizada de una obra que ahora ha puesto en escena y estrenará el fin de semana. Ella misma nos platica:

Laura Jayme

«Soy Laura Jayme, vine a Xalapa hace 11 años a estudiar en la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, cuando salí, me dediqué a la investigación como una opción de profesionalización, pero realmente me desarrollé en la gestión y producción teatral, específicamente en festivales: trabajé cuatro años en el Festival Emilio Carballido, con unas amigas tuvimos un colectivo que se llamó La Concubina Teatral, con el que organizábamos el festival del Día Mundial del Teatro. Conocí a Verónica Herrera y la apoyé a coordinar unas actividades en el Festival Areíto, era de escuelas de teatro de casi todo el mundo pero a Xalapa vinieron principalmente de Latinoamérica.

«Ese tipo de dinámica me gusta mucho, me emociona pero este año pasó algo en mi formación personal, recordé que dirigir y hacer teatro desde el escenario es una parte indispensable para comprender la producción y la gestión.

«Tengo años analizando a Elena Garro porque es parte de nuestra formación teatral y sus lecturas siempre se han estado renovando en función de los acontecimientos de mi vida y justo en este momento en el que estoy buscando una madurez como mujer y como persona, descubrí que la libertad es una piedra angular para ser una persona plena, y en muchos textos de su obra dramática, Elena Garro valora la libertad interior, que es la capacidad de anular los comentarios y las tendencias del mundo para aceptarte a ti misma y reconocer lo que tú eres. Justo era lo que yo estaba buscando en mi propia vida y coincidí con mi amiga Silvia Merlo, que es una compañera de generación de la facultad, y ella también estaba buscando lo mismo.

«El año pasado, para conmemorar los 100 años de su nacimiento, la Universidad Veracruzana organizó una actividad académica que se llamó Coloquio Elena Garro, la doctora Paloma Ávalos, que fue nuestra maestra en la Facultad de Teatro y es experta en Elena Garro, me invitó a dirigir la lectura dramatizada de Andarse por las ramas, es una obra que viene en un libro de Elena Garro que se llama Un hogar sólido y seis piezas en un acto, se trata de una mujer que abandona a su hijo y a su esposo porque se da cuenta de que no la dejan ser libre, que reprimen sus ideas, que reprimen su comportamiento, que reprueban su manera de ser. Los abandona, sale a la calle y conoce a otro personaje que se llama Lagartito, quien le recuerda que los hombres todo el tiempo quieren controlar a las mujeres priorizando la razón o las ideas sobre los sentimientos y las emociones. Titina se va sola para comenzar nueva vida espiritual en la que no se priorice la compañía de los hombres y en la que lo más importante no sea la familia sino reencontrarse con ella misma y con la libertad interior.

«Silvia Merlo y yo hicimos la lectura para el coloquio y durante un año hemos estado analizando este texto que, aunque es muy breve, es súper profundo porque tiene mucho simbolismo. Elena Garro forma parte de esa generación de autoras que siempre rescatan símbolos místicos que tienen ver con la espiritualidad, con culturas celtas, culturas prehispánicas, que tienen muchísima carga judeocristiana. Ahora, Silvia y yo estamos haciendo una propuesta en la que queremos despojar al teatro de la vestimenta, de los efectos de luces, del vestuario, del maquillaje, por apostarle a una honestidad en la escena. Hay un término en teatro que se llama denegación teatral, quiere decir que el espectador todo el tiempo es consciente de que está en una obra de teatro, de que no lo estamos engañando y de que lo que va a ver es el trabajo que hace la actriz para crear una nueva realidad enfrente de él. En la puesta usamos ese recurso, solamente hay una actriz interpretando cuatro personajes, en el escenario solo hay una escalera y una mesa, ahí tiene que retratar los escenarios de la vida de Titina. La escenografía es de María Fernanda Prado Flores.

«Antes de que comience la obra vamos a presentar unos videos producidos por el Coloquio Elena Garro en los que se habla de la vida y obra de la autora. Eso es lo que vamos a presentar, las funciones son el 9, 10 y 11 de diciembre para celebrar el cumpleaños de Elena Garro, ella nació en Puebla el 11 de diciembre de 1916».

Andarse por las ramas se presentará en el foro Guadalupe Balderas del Centro Recreativo Xalapeño del 9 al 11 de diciembre, a las 19:30 horas, la cooperación general será de solo 50 pesos, cantidad nimia en tiempos de aguinaldo. Quiéranse tantito, no vayan a faltar.

 

 

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