Nuevamente la exitosa plataforma de Netflix lanza este atrayente documental protagonizado por la actriz Kate Del Castillo en donde detalla su entrevista con el Chapo y de cómo a raíz de tan sonado encuentro, su vida cambió radicalmente para siempre.
Los hechos comenzaron primero con un posible interés o atracción del Chapo hacia Kate y luego con una reunión (¿secreta?) entre ella, el afamado actor de Hollywood Sean Penn y el propio Chapo, quien decide otorgarles los derechos de su historia para la realización de una película biográfica.
Dicha travesía es narrada con un cierto dejo de tensión y suspenso por Kate, quien al dar su versión de lo ocurrido, se generan varias aristas a interpretar y analizar. Una de ellas sería la casualidad o mera coincidencia de que tiempo después de la histórica junta, el Chapo sería recapturado.
Si Sean Penn era en realidad un infiltrado de la DEA o hasta la CIA y que además utiliza y traiciona a Kate para fines activistas y periodísticos solamente.
Lo cierto es que Kate se echa encima al gobierno federal y a todo su aparato de corrupción, a la posibilidad de que el narco tome represalias severas en su contra pensando que ella fue quien entregó al Chapo dando su ubicación.
Poco a poco sus peores temores fueron tomando forma, dejando así de lado a la diva o princesa Televisa; puesto que en el documental vemos como se desnuda el alma de Kate como una mujer temerosa pero valiente y guerrera al mismo tiempo, una víctima desesperada quien se asesora por abogados, periodistas y escritores para salir avante de un conflicto que le impide hacer muchas cosas, como pisar territorio mexicano por ejemplo y de cómo esto afecta a sus seres queridos más cercanos.
Finalmente y a manera de logro o acontecimiento trascendental, lo que consigue Kate al situar en riesgo su reputación es también colocar en peligro su integridad física pero sobre todo, poner en evidencia a todo el sistema político mexicano.