Este miércoles fue uno de esos días en que el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong deseó no haberse levantado de la cama.
La víspera, se había desayunado con la noticia de que octubre ha sido el mes más violento en la historia reciente del país, y este miércoles los senadores le echaron en cara su falta de capacidad para combatir la violencia.
Y es que como encargado de la seguridad nacional, nomás no ha podido con el paquete.
A pesar de ser el priista mejor posicionado en las encuestas, Osorio Chong nunca ha sido el consentido de Los Pinos.
Para acabar pronto; nunca ha estado en el radar de Enrique Peña para sucederlo en el cargo.
El candidato del presidente siempre lo fue Luis Videgaray, pero desde hace más de un año le dijo a su amigo Peña Nieto “no gracias” por dos razones: por el desgaste que le provocó el escándalo de su casa en Malinalco y, sobre todo, por haber sido autor de la idea de invitar al indeseable Donald Trump a Los Pinos.
Contra todos los pronósticos Trump ganó la presidencia de Estados Unidos y de alguna manera hizo resurgir a Videgaray que, tras un breve impasse, regresó al gabinete como encargado de la política exterior de México, chamba en la que ha obtenido una buena calificación a pesar de no ser diplomático.
Pero Videgaray tiene otra virtud: es un excelente coach.
El canciller ha estado detrás de todas las decisiones importantes que ha tomado Enrique Peña desde que éste fue gobernador del Estado de México. Y ya como presidente, EPN no da un paso sin antes escuchar la opinión de Videgaray.
Fue Luis Videgaray quien le habló de las ventajas de optar por José Antonio Meade como candidato del PRI a la presidencia. Y fue Peña Nieto quien tras sopesar los pro y los contra debió decirle: “Sale, va Meade”.
Si a Osorio Chong le ha ido pésimo esta semana, a Meade le ha ido de maravilla, sobre todo en su reunión ante el cuerpo diplomático acreditado en nuestro país. ¡Vaya manera la de Luis Videgaray de presentar a su amigo José Antonio Meade! ¡Vaya manera!
“Es para mí un honor presentar a uno de los mexicanos más talentosos, más preparados, con una trayectoria impecable y que ha sido protagonista de las transformaciones y de los éxitos de la política pública en México en las últimas décadas… Bajo el liderazgo de José Antonio Meade, hoy México tiene rumbo, tiene estabilidad y tiene claridad en las decisiones de la política macroeconómica…”
Más claro, ni el agua.
Luis Videgaray hizo ante los diplomáticos, el papel que hacía Fidel Velázquez ante los obreros cuando el presidente en turno le decía el nombre del candidato, y le ordenaba que lo diera a conocer urbi et orbi.
La diferencia entre ambos, es que mientras Videgaray es parte sustantiva de este pre destape, Fidel Velázquez era nomás el títere.
Es cosa de unos días (menos de dos semanas), para que José Antonio Meade reciba de manera personal la bendición presidencial y sea ungido candidato del PRI a la presidencia de la República.
¿Y Osorio Chong?
Es difícil que sea líder del tricolor como se especula por ahí, aunque pudiera ser. Pero lo más seguro es que termine su encargo como Secretario de Gobernación y luego se vaya a su casa.