El hecho de que el Artículo 43 de la Constitución Política del Estado de Veracruz establezca que para que una persona aspire a gobernar la entidad debe ser veracruzano en pleno ejercicio de sus derechos se ha prestado a una confusión que pretende impedir que las personas que no nacieron en el estado compitan por el Poder Ejecutivo.
La misma ley indica que son veracruzanos los hijos de padre o madre nativos del Estado, nacidos en el territorio nacional o en el extranjero (Reforma de 2014).
Esas consideraciones, que establece la Constitución Local, fueron suficientes para descartar a quienes buscaban gobernar la entidad sin ser originarios de ella, o sin tener madre o padre veracruzanos.
La ley estatal, sin embargo, contradecía a la carta magna, que establece, entre los derechos de los ciudadanos, poder ser votado para todos los cargos de elección popular.
Ese tema fue abordado y resuelto recientemente por el Tribunal Electoral de Veracruz, que estableció que aunque un ciudadano mexicano no haya nacido en la entidad, podrá contender por la gubernatura; es decir, la Constitución Local de ninguna manera estará por encima de la General de la República.
La diputada del Movimiento de Regeneración Nacional, Norma Rocío Nahle García recurrió desde mediados del año pasado, al Tribunal Electoral de Veracruz, instancia a la que solicitó que se garanticen sus derechos político electorales, a efecto de que pueda ser votada para el encargo de gobernadora del Estado de Veracruz, como consta en el expediente JDC 23/2016.
En ese Juicio para la Protección de los Derechos Político Electorales, los magistrados del Tribunal Electoral de Veracruz, por unanimidad, resolvieron a favor de los argumentos de Rocío Nahle, y establecieron que la diputada federal por el distrito de Coatzacoalcos “podrá participar como candidata a gobernadora, en su calidad de ciudadana mexicana no nacida en el Estado de Veracruz, siempre que acredite los requisitos, condiciones y términos establecidos en el artículo 43 de la Constitución Política del Estado”, requisitos que, por supuesto, cumple sin problemas la de Morena, quien cuanta con una residencia en la entidad de más de 30 años.
Por supuesto, dicha resolución abre la puerta a todos los aspirantes al Poder Ejecutivo que no sean veracruzanos por nacimiento, pero que tengan más de 5 años viviendo en la entidad, no sólo a la legisladora por Coatzacoalcos; pero que se sepa, hasta este momento es la única que ha presentado un recurso legal para la protección de sus derechos políticos en esa materia.
En ese mismo caso podría estar el empresario Ricardo Ahued Bardahuil, ex alcalde de Xalapa, ex diputado local y ex legislador federal, a quien se menciona como una probable carta de Morena para la candidatura al Senado, pero que bien podría buscar, en el futuro, el poder ejecutivo de la entidad.
Rocío Nahle no es de Veracruz, sino de Zacatecas; Ricardo Ahued nació en Pachuca, Hidalgo, pero en ambos casos, más de la mitad de sus vidas han transcurrido en tierras veracruzanas; ella, trabajando para la industria petrolera; y él, dedicado al comercio en la capital del estado y en la última década, incursionando con éxito en la actividad política.
Nahle y Ahued, junto con el diputado federal Cuitláhuac García Jiménez, por obvias razones, son las cartas más fuertes que tiene López Obrador en Veracruz.
Lo más seguro es que entre los dos legisladores federales, la de Coatza y el de Xalapa, se encuentre el próximo candidato de Morena al gobierno del estado en 2018; y hoy todo apunta a que cualquiera de los dos podría contender con altas probabilidades de éxito electoral en ese proceso. @luisromero85