Es posible que a los panistas de Veracruz no les haya caído bien la incorporación de Movimiento Ciudadano (MC) a la alianza creada con el PRD, porque hay una riña histórica entre el exgobernador Dante Delgado –dirigente nacional de MC– y el primer gobernador de la alternancia, Miguel Ángel Yunes Linares; pero lo que está causando verdadera zozobra es la vertiginosa caída del dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, aliado de los Yunes azules, quien sufre el torpedeo del gobierno federal por actos de corrupción, y quien se fue para abajo en las preferencias electorales tras la salida de Margarita Zavala, quien irá por la candidatura independiente a la Presidencia de la República.
Del enorme empuje mostrado al anuncio del frente opositor, que hizo creer en una seria posibilidad de que su candidato presidencial, gracias a la suma de los puntos de los tres partidos, superara al favorito por meses, Andrés Manuel López Obrador, se ha pasado a un tobogán por el que se ha deslizado raudamente Ricardo Anaya, gracias al mal manejo de la confrontación por la candidatura en el interior del panismo, derivado de lo cual, la exprimera dama ha preferido renunciar al partido antes de que los tiempos le impidieran optar por ser candidata independiente.
Aunque es sumamente difícil que observemos una salida masiva de panistas, como ocurrió a finales de los 80 cuando Cuauhtémoc Cárdenas abandonó las filas del PRI y creó el PRD junto con otros dirigentes sobresalientes como Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, o como ocurrió a la salida de Andrés Manuel López Obrador del PRD para crear Morena y estar a punto de convertirse en candidato presidencial por tercera ocasión, lo cierto es que la renuncia al PAN de la esposa del expresidente Felipe Calderón (quien se mantiene en el panismo, pese a la renuncia de su esposa y de su hermana Cocoa) ya ha causado un fuerte daño al principal activo blanquiazul para la gran batalla del próximo año.
La encuesta nacional del periódico El Financiero da cuenta de la caída de Ricardo Anaya y el Frente Ciudadano por México del segundo al tercer lugar, con una caída de ¡seis puntos porcentuales!, del 25 al 19 por ciento, mientras que el PRI, con Miguel Ángel Osorio Chong como candidato presidencial, habría subido un punto y se habría colocado en el segundo sitio, con 24 por ciento, detrás de Andrés Manuel López Obrador, quien sin embargo habría caído del 34 al 32 por ciento en la preferencia electoral, pese a llevar prácticamente dos años en campaña con Morena.
Margarita Zavala, ya fuera del PAN como aspirante independiente, estaría ubicándose en el cuarto sitio con 16 por ciento (habría crecido 7 puntos porcentuales), a solo tres puntos de Anaya, con mucho el más amplio respaldo a un independiente, al dejar con 9 % al gobernador neolonés Jaime Rodríguez El Bronco y el periodista Pedro Ferriz de Con.
Y mire que el candidato será decisivo para la decisión de la ciudadanía. No de otra manera se puede entender que mientras en la pregunta de por cuál candidato votarían, los encuestados dieran amplia ventaja a AMLO, pero cuando se les consultó su intención de voto por partidos, según los resultados de esta encuesta, en primer lugar aparece el PRI, con 26 por ciento (dos puntos más que en la encuesta de julio), dejando en segundo lugar a Morena que, de julio a octubre, habría pasado de 23 a 25 por ciento.
Se les complica a los Yunes azules
Lo grave para Anaya y sus seguidores en Veracruz es que el PAN cayó en el mismo periodo de 26 al 21 por ciento, una caída espectacular de 5 puntos, mientras que su compañero de viaje, el PRD, perdió dos puntos para ubicarse en 8 por ciento. Si consideramos que el MC se mantiene en 2 por ciento, apenas lograría 31 por ciento (en lugar del 38 por ciento de julio aunque con tendencia a la baja), mientras que Morena, con el PT, estaría en un consolidado 27 por ciento, y la creciente suma de experredistas y nuevos sectores de la población que ven en este partido una opción contra la corrupción galopante.
Según analistas de la Ciudad de México, la propuesta firmada por los componentes del Frente Ciudadano por México está cerca de naufragar, no precisamente por los ataques de sus adversarios externos sino por sus conflictos internos, el mal cálculo político y la ambición por el poder del ‘joven maravilla’.
Según Reporte Índigo, “la codicia sobre todo de Ricardo Anaya, presidente del PAN y quien concibió el Frente Ciudadano por México, ha llegado a una situación límite y sigue navegando con bandera de dirigente mientras opera en su propio beneficio para quedarse con la candidatura. Anaya se coloca a sí mismo en una situación en que ya dejó de ser un interlocutor válido debido a su indefinición y falta de claridad. Al mismo tiempo que como presidente de Acción Nacional encabeza, por ejemplo, las negociaciones del presupuesto 2018 o traza la ruta electoral -candidaturas incluidas- para 2018, pavimenta su camino para proclamarse abanderado presidencial del Frente”.
Esto, por supuesto, representa un efecto negativo en Veracruz, donde el frente comenzaría su andadura por el refrendo de la gubernatura el próximo año con una sensación de debilitamiento, que podría ahondarse si el dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, insiste con Anaya y Alejandra Barrales en considerar la encuesta como el método para seleccionar el candidato frentista a Gobernador del Estado.
Dicha iniciativa iría contra las expectativas del actual gobernador quien ya ha decidido por los panistas que el candidato sea su hijo, el alcalde de Boca del Río, quien pese a haber lanzado bajo el agua el resultado de una supuesta encuesta que lo pone a la cabeza por unos cuantos puntos sobre el priista José Yunes Zorrilla y el morenista Cuitláhuac García Jiménez, lo cierto es que empieza a hacer agua, en primera, por la errática gestión de su padre y, en segunda, porque buena parte de los panistas veracruzanos ven con enorme preocupación cómo los Yunes se apoderan del partido.
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