25 Años de Fundación
Creen algunos, que alcanzar un ideal, significa satisfacer un deseo imposible, o llegar a una meta que parece lejana o absurda para conseguir. Los más osados, están dispuestos a alcanzar ese objetivo, y otros se limitan a las cosas simples, a estar con la luz de la memoria apagada, para no envolverse en una empresa arriesgada. Pero los que consideran que su estancia transitoria de vida, debe de impulsar el encuentro de la búsqueda de nuevas evoluciones, construidas en la creatividad de la imaginación, que merecen toda la entrega y el esfuerzo constante para alcanzar la conquista de ese ideal, y enfrentar las mas de las veces la dura travesía de las conductas del establishment, que en ocasiones son inexpugnables barreras lamentables que frustran, y son retardatarias de la evolución.
Veinticinco años han transcurrido desde la fundación del Instituto de Neuroetología (INE) de la Universidad Veracruzana, en julio de 1992, con el propósito de dar impulso a la investigación y a la formación de recursos humanos de alto nivel académico en las áreas de Ecología, Ecofisiología ,Farmacología, Anatomía y Neurociencias. Desde su fundación el Instituto ha tenido cuatro directores. De julio de 1992 a abril de 1999, el Maestro en Ciencias Ernesto Rodríguez Luna; a partir del 4 de mayo de 1999 al 16 de noviembre de 1999 del mismo año, el Doctor Pablo Pacheco Cabrera; del 17 de noviembre de 1999 al 9 de septiembre del 2007, el Maestro en Ciencias Domingo Canales Espinoza; a partir del 10 de septiembre del 2007 a la fecha, el Maestro en Ciencias Francisco García Orduña.
Durante el desarrollo de la historia de la humanidad, el hombre a buscado afanosamente el comportamiento de los animales, su hábitat, sus medios de defensa ante depredadores, así como códigos para cubrir necesidades elementales; como vestirse o cobijarse. La Etología pretende describir, las causas, función, filogenia o evolución de los seres vivos y su entorno.
El Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, centra sus estudios en el comportamiento animal, analizando su función y evolución desde diferentes perspectivas, realizando investigaciones a escala celular; como las células somáticas y nerviosas, tejidos, órganos y sistemas. Este tipo de procesos se llevan a cabo bajo condiciones controladas de laboratorio, como: temperatura, humedad, ciclos luz/oscuridad, dieta, entre otros factores y sistemas. La investigaciones en este nivel se relacionan estrechamente con disciplinas como la Genética, Fisiología, Endocrinología, Farmacología, Anatomía y Neurociencias. En los procesos macro las experiencias en los estudios se realizan en el individuo o grupos de individuos, poblaciones y especies; a través del desarrollo de metodologías con acciones en campo. Siendo que en este nivel, las áreas del conocimiento que intervienen que intervienen son la Ecología, Evolución, Etología y la Sociobiología. En conjunto ambas aproximaciones; la micro y la macro, han permitido la generación de investigación básica en el campo de la Biología y de las Neurociencias. Así mismo realiza funciones de docencia, investigación y difusión del conocimiento sobre el estudio del sistema nervioso y su relación con el comportamiento animal. Dedicando esfuerzos en el rescate y conservación de especies de flora y fauna silvestre en peligro de extinción. Es así como el Instituto, posee programas de posgrado, Maestría y Doctorado, que por su alta calidad académica se encuentran inscritos en el padrón de excelencia de CONACYT, desde hace más de nueve años. La formación integral de sus investigadores esta sustentada en una comunidad comprometida, reflexiva y crítica, tanto en sus actividades de docencia como en la investigación científica y la difusión de la misma nacional e internacionalmente. El Instituto de Neuroetología cuenta con 17 líneas de investigación, de donde derivan más de 25 proyectos, en donde se realizan actividades en laboratorio y en campo, los cuales impactan positivamente en el desarrollo y consolidación de este centro de investigación, con sentido humano que indudablemente beneficia a las sociedades todas.
El Instituto de Neuroetología de la UV tiene en su haber un bagaje de investigadores de alto nivel y una actividad académica reconocida; la que se encuentra integrada por cuerpos académicos interinstitucionales abocados a la investigación multidisciplinaria para generar y aplicar el conocimiento en apoyo a la resolución de problemas sociales y ambientales. Cabe destacar que la plantilla de investigadores se encuentran habilitados para el desempeño docente a nivel superior y de posgrado, así como para la formación de recursos humanos en el campo de la investigación científica. Los académicos y los egresados son reconocidos por su desempeño académico a nivel nacional e internacional en el área de la Neuroetología. Los programas de Maestría y Doctorado del Instituto cumplen con los estándares del Conacyt para ser clasificados como internacionales. Dentro de esta dinámica, se promueve y agiliza la movilidad estudiantil y de académicos. La internacionalización se da también en las publicaciones de artículos en colaboración y estudiantes de Universidades y centros de investigación extranjeros, por lo tanto las cátedras internacionales también son ofertadas en el Instituto de Neuroetología, por lo que durante el año se celebran por lo menos cuatro cursos a nivel internacional.
Es infrecuente que la sagacidad de algunos arroje luz sobre la grandeza de otros. Y así fue con la propuesta de la fundación del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, que desde hace ya tiempo, fulgura, destacando con intensa fuerza de luz su brillantez en el campo de la ciencia, y ese resplandor, emerge de los hombres de ciencia que ahí participan y colaboran, haciendo cada día más elevado el pensamiento científico interactuando con otros universos del pensamiento en otras latitudes del hemisferio en beneficio de la humanidad. Transformando en evolución constante la esfera de la ciencia, que es su misión primordial. Valioso capital humano el que ahí se encuentra, porque arroja luz a la disciplina científica; haciéndolo al modo en que Pascal lo hizo con las matemáticas y Nietzsche con la filología. Sin duda este origen, esta obra, que dimensionara la magnitud de sus aportaciones científicas, es prez y orgullo de la Universidad Veracruzana. Ser idealista, ser optimista, intimida las más de las veces el alma de los costumbristas, y el dinamismo de estos idealistas con su genial visión e innovación transforman y van transformando la esfera interior que no les permite avanzar a los otros.
Se atribuye a Simone de Beauvoir la conmovedora sentencia que explica la medianía tan extendida en el espíritu humano:
“Cuando alguien apunta a la luna, ¡hay quienes sólo atinan a mirar el dedo!
Así, el impulso de la fuerza gravitatoria de los iluminados, busca afanosamente la creación, y en ella se concentran los hombres afines, que se mueven con sus pulsaciones interiores en la búsqueda de descifrar la existencia, con implacable mirada de hervores interiores, que les encauzan a una entrega total y permanente a encontrarse con los designios de las estructuras fisiomorfológicas, que conforman la interrelación del ser con su entorno. Sagrados elementos estos para el desarrollo humano a través de la ciencia.
El comienzo dispone siempre de un riesgo de la incomprensión, del no entendimiento de unos, aún más en ciertas actividades humanas. Pero la experiencia de mirar hacia la luna y querer pretender alcanzarla, tiene un significado poderoso para los que tienen en su cognitividad transformadora, la claridad consciente de que es alcanzable.
Un íntimo contacto con la estrella del destino que rige a los iluminados, un elemento imponderable que ama al hombre y que muy raras veces, en el espacio de los tiempos, en un arrebato de caprichosa volubilidad, se entrega a un ser cualquiera. Maravilloso momento en el que el hilo de los hados, es tomado por la mano del hombre que se siente capaz de realizar hazañas de grandeza.
Así de esta manera nació el Instituto de Neuroetología. Con grandeza, desde aquel mes de julio de 1992.
En 1922 en una conferencia en Nueva York, nos dice Don Miguel Ángel Sánchez de Armas, profesor investigador en el Departamento de Ciencias Sociales de la UPAEP Puebla, en uno de sus interesantes artículos publicados en el Semanario Punto y Aparte; que George Mallory el alpinista británico se enfrentó a una turba de reporteros, que le exigían les explicara las razones de su insistencia de llegar a la cúspide del Everest. Mallory confundido, quizá por su temperamento inglés no lograba comprender la curiosidad gritonera de los gaceteros. Había intentado dos veces conquistar la montaña, y dos veces las inclemencias del tiempo y las dificultades del terreno habían frustrado su propósito. Finalmente levantó la mano para pedir silencio. Recorrió con la mirada fría de sus ojos azules al auditorio y dijo sencillamente: “¡Porque está ahí!”
¡Porque está ahí! Con esa frase Mallory dio nombre al germen y al estímulo que dispara las grandes proezas. ¿Por qué abandonar París para ir a Arles a pintar girasoles, como lo hizo Van Gogh? ¿Por qué preparar en un largo proceso de maduración la Quinta Sinfonía, como lo hizo Beethoven? ¿Por qué buscar tenazmente la conformación de la estructura de los átomos y la radiación que emana de ellos, como lo hizo Niels Bohr? ¿Por qué enviar una sonda espacial que surque el espacio del universo? ¿Por qué buscar infatigablemente una nueva vacuna, un fármaco, o una nueva fuente energética como la melanina? ¿Por qué explorar intensamente la función neurofisiológica? ¿Por qué fundar un Instituto de Investigación, como el Instituto de Neuroetología, de la Universidad Veracruzana? ¿Por qué insistir en que la sala Tlaqná de la USBI, patrimonio de los Veracruzanos debe de ser utilizada por las emergentes generaciones de jóvenes músicos, ante la resistencia de la mediocridad obtusa que coloca barreras de negación? Estas y muchas otras preguntas y certezas tienen su explicación en el apotegma de George Mallory, quien fiel a sí mismo, en 1924 subió por tercera vez a la montaña.…y perdió la vida. Su cadáver congelado fue hallado cerca de la cumbre 75 años después, en 1999. Nunca se supo si falleció antes de llegar a su meta o de regreso. No importa. Su ejemplo es lo que vale.
Así mismo, la fundación del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, fue y es una propuesta destacable, sensata, de grandiosidad, que busca incesante e incansablemente llegar a la cúspide y más allá, porque el hombre y su contexto están ahí; su Biología, su Neurofisiología, su Psicología, su Ecología, su Bioquímica, su Anatomía, su Etología, su Evolución, la Farmacología, la Zoología y la Neurociencias todas.
Por ello el Instituto de Neuroetología, para coronar con recamadas piedras preciosas de la ciencia, estos 25 años de evolución constante, presentará en breve una edición sobre la Naturaleza, Cerebro y Conducta; editada por Francisco García Orduña, María de Jesús Rovirosa Hernández, Juan Francisco Rodríguez Landa, Porfirio Carrillo Castilla. Acuciosamente revisada por la Dra. Abril de los Ángeles Aguilar Tirado, Dr. Filippo Aureli; ambos del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana. Dra. Marta Lucia Baena Hurtado del Instituto de investigaciones Biológicas, Dra. Blandina Berna Morales del Laboratorio de Neurofarmacología, Dr. Mario Caba del Centro de Investigaciones Biomédicas, Maestro en Ciencias Francisco García Orduña del Instituto de Neuroetología, Dra. Ana Gloria Gutiérrez García del Instituto de Neuroetología, Dr. Salvador Guzmán Guzmán de la Facultad de Biología, Dra. Emma Virginia Herrera Huerta de la Facultad de Ciencias Químicas, Dra. Claudia Janeth Juárez Portilla del Centro de Investigaciones Biomédicas, Dr. Leonor López Meraz del Centro de Investigaciones Cerebrales, Dra. Rosa Angélica Lucio Lucio del Laboratorio de Neurobiología, Dr. Salvador Mandujano Rodríguez del Instituto de Ecología A.C., Dr. Manuel Martínez Morales de la Dirección de Comunicación de la Ciencia, Dr. Enrique Meza Alvarado del Centro de Investigaciones Biomédicas. Dra. María Isabel Pérez Vega del Departamento de Ciencias de la Tierra y de la Vida Centro Universitario de los Lagos, Dr. Víctor Rico Gray del Instituto de Neuroetología, Dr. Gustavo Rivera Velázquez del Instituto de Ciencias Biológicas, Dr. Juan Francisco Rodríguez Landa del Instituto de Neuroetología, Dra. Maria de Jesús Rovirosa Hernández del Instituto de Neuroetología, Dr. Juan Carlos Serio Silva del Instituto de Ecologia A.C., Dr. Cesar Soria Fregoso del Departamento de Ciencias de la Tierra y de la Vida, Dr. Jorge Suarez Medellín del Centro de Investigaciones Cerebrales.
Es así como esta pléyade de recursos humanos del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, aporta sus conocimientos en la creación, a través de la observación, análisis y reflexión constante de las células que conforman al hombre y la interrelación con su entorno. Entorno que esta estrechamente vinculado con los actuares del universo, a partir de su origen, y de las influencias energéticas del campo solar y su fuerza magnética, que se proyecta hacia los seres vivos que habitamos este planeta, influyendo en su ciclo circadiano, en su metabolismo biológico, en donde glándulas como la pineal son altamente sensibles para generar y regenerar las funciones del cuerpo humano. Al emerger el sol en el horizonte, se realiza una metamorfosis celular fisiológica de la existencia, una fotosíntesis en constante evolución, para el funcionamiento orgánico e inorgánico, en permanente coexistencia, en este hábitat que la vida nos ha dado.
Y así cuarenta y cinco autores se dan a la tarea de otorgarnos el conocimiento de sus investigaciones científicas : Filippo Aureli del Instituto de Neuroetología, Abril de los Ángeles Aguilar Tirado de Posgrado en Neuroetología, Mayvi Alvarado Olivarez del Instituto de Neuroetología, Blandina Bernal Morales del Laboratorio de Neurofarmacología, Pere Berbel del Departamento de Histología y Anatomía Facultad de Medicina Universidad Miguel Hernández, Alicante España. Miguel Ángel Camacho Pernas del Instituto de Neuroetología, Domingo Canales Espinoza del Instituto de Neuroetología, Porfirio Carrillo Castilla del Observatorio de la Ciencia Instituto de Neuroetología, Iliana Tamara Cibrían Llanderal del CONACyT-Instituto de Neuroetología, Jazmín Cobos Silva de Posgrado en Neuroetología, Laura Acela Contreras Vega de Posgrados Marinos y Costeros Facultad de Ciencias Biológicas, Carlos M. Contreras del Instituto de Investigaciones Biomédicas UNAM, Albertina Cortés Sol de la Facultad de Biología UV, Alejandro Coyohua Fuentes del Instituto de Neuroetología, Jonathan Cueto Escobedo del Laboratorio de Neurofarmacología, Estela Cuevas Romero Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta Universidad Autónoma de Tlaxcala, Wesley Dáttilo de la UV, Janeth Guadalupe de la Cruz Pino de Posgrado en Neuroetología, Pedro Américo D. Dias de Primate Behavioral Ecology Lab, Jéssica C. F. Falcao de la UV, Francisco García Orduña del Instituto de Neuroetología, León Jesús German Ponciano del Doctorado en Neuroetología, Gabriel Guillen Ruíz del Laboratorio de Neurofarmacología del Instituto de Neuroetología, Ana G. Gutiérrez García de la Facultad de Psicología UV, Daniel Hernández Baltazar de CONACyT Instituto de Neuroetología, Carlos Roberto Hernández Castillo de CONACyT Instituto de Neuroetología, Agustín Hernández Salazar del Instituto de Neuroetología, Laura Teresa Hernández Salazar de Biología del Comportamiento del Instituto de Neuroetología, Omar Lagunes Merino de Posgrado CICE Instituto de Neuroetología, Miguel Ángel García Lara del Instituto de Neuroetología, Omar Lara García de Posgrado en Neuroetología, + Adelfo López Galindo del Instituto de Neueoetología, Jorge E. Morales Mávil de Biología del Comportamiento Instituto de Neuroetología, Daniela Navarro del Departamento de Histología y Anatomía Facultad de Medicina Universidad Miguel Hernández Alicante España, Oscar Jerónimo Olmos Vázquez de Maestría en Neuroetología, Pablo Pacheco Cabrera del Instituto de Investigaciones Biomédicas UNAM, Abraham Puga Olguín Doctorado en Neuroetología Instituto de Neuroetología, Paulo C. Quintana Morales del Instituto de Neuroetología, Ariadna Rangel Negrín de Primate Behavioral Ecology Lab, Víctor Rico Gray del Instituto de Neuroetología, Juan Francisco Rodríguez Landa del Laboratorio de Neurofarmacología, María de Jesús Rovirosa Hernández del Instituto de Neuroetología, Margarita Saavedra Vélez del Instituto de Neuroetología, Baldemar Santiago Villalba del Instituto de Neurociencias Universidad Miguel Hernández-CSIC, Collen Marie Schaffner del Instituto de Neuroetología.
Ciencia y Luz para el campo científico, evolución para la humanidad. Es el quehacer diario, constante, permanente, arduo, voluntarioso, obstinado, tenaz, entusiasta de los investigadores y alumnos del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana.
El Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana prez y orgullo de la investigación científica en el orden mundial.