Desde este espacio, nuestra solidaridad con los amigos de La Jornada Veracruz por la arremetida sin sentido por parte del gobernador Yunes Linares.
Este jueves, el gobernador quiso adornarse dando la nota en Palacio de Gobierno, citando a los periodistas de Xalapa para presentarles una página web donde (ooooootra vez) se presentan los bienes incautados al ex gobernador Javier Duarte.
Lo anterior, porque ha tenido serios señalamientos en medios de comunicación respecto a la falta de transparencia con respecto a lo asegurado por la Fiscalía del Estado y a la cantidad de dinero que representa, pues mientras el mandatario estatal daba una cifra muy elevada, en la Secretaría de Finanzas daban una mucho menor.
Y quizás el asunto pudiera haber trascendido y ser la nota del día, pero la verdad que nuevamente hablar del tema Duarte es retomar algo ya muy desgastado y francamente pareciera que el gobernador ya no tiene cartuchos qué quemar para hacer sus cortinas de humo o escándalos para opacar los propios.
Y es que esta semana le llovió con todo al «gober Cascarita» por el caso de Coxquihui, ya que por su odio y obsesión contra Reveriano Pérez, alcalde de ese lugar, desplegó un operativo policiaco en contra de manifestantes de ese municipio que solamente pedían la entrada de brigadas médicas por el fallecimiento de dos niños por causas desconocidas en ese momento.
De ahí, el «Cáscara» tuvo el desliz de admitir así muy «sacalepunta» que él ordenó desbloquear la carretera con violencia, lo que confirmó sus ansias represoras y lejanas al diálogo, pues advirtió que no toleraría otro bloqueo más…
El asunto es que mientras al señor gobernador le iba como en feria con el tema de Coxquihui y los reclamos por la falta de atención en inundaciones por andar yendo a la CDMX a apoyar a su dirigente nacional Ricardo Anaya, el diario La Jornada Veracruz ha presentado una serie de trabajos desde hace algunas semanas que le han pegado al hígado y a la mandíbula del gobierno estatal.
Firmados en su mayoría por Jair García, los trabajos han sido en el sentido de utilizar las herramientas de solicitud de información para que la administración estatal rinda cuentas claras acerca de los recursos, que dice en su discurso tener en orden.
Así, el «Cascarismo» que tanto presume de transparencia y evoca a los demonios del pasado para decir que hoy todo es diferente, llegó a entramparse con las investigaciones de La Jornada Veracruz. Literalmente los cuestionamientos del rotativo pusieron a la administración estatal en un brete y no tuvo de otra más que contestar con la creación de un portal «flatulorro» para presumir lo incautado a Duarte.
Pero como el señor gobernador no se aguanta las ganas de pelear y ya fácilmente pierde la paciencia (debe ser que Xalapa no es lo mismo que Boca del Río), la nota fue que comenzó una serie de descalificaciones contra el diario La Jornada Veracruz, como así lo ha hecho en las últimas entrevistas donde al señor no le parecen las preguntas de los reporteros.
Y así se le arruinó la presentación de su portalito por andarse peleando con la prensa y de paso hacer señalamientos reaccionarios e intolerantes.
Llama la atención que nuevamente, con ese protagonismo que ya lo desgastó, no deja que sea el secretario de Finanzas quien dé la cara para explicar acerca del tema y sea el gobernador quien deba dar el mensaje que al final de cuentas le reventó la conferencia de prensa.
Y es que la dinámica de Yunes Linares (de la cual ahora se dan cuenta muchos) es que las preguntas incómodas prefiere evadirlas y sólo responde lo que le conviene, no sin antes descalificar con adjetivos como «tonterías» y «mentiras» a sus interlocutores.
Todavía se aventó la puntada bastante absurda de decir que no había «intocables», en referencia a políticos que parecen haberla librado de las uñas pintadas del Fiscal Verduritas… Pero ahí tienes a alimañas como Ricardo García Guzmán, al Vicente Benítez, a Juan Manuel del Castillo, Harry Grappa, y a toda la bola de ex funcionarios que andan sueltos como si nada. Esos, a todas luces, son los intocables de este sexenio.
El asunto es que el gobernador nuevamente se confirma así mismo como lo que es: intolerante a la crítica, a la investigación periodística que lo acorrala con sus propios documentos.
EPÍLOGO ASALTADO: Asaltaron e hirieron a Alfonso Vázquez, hermano de quien fuese dirigente estatal del PAN en Veracruz, y aspirante a la gubernatura por el PES, Alejandro Vázquez Cuevas. Recientemente había sido delegado federal de la Secretaría de Trabajo en los tiempos de Calderón y tuvo aspiraciones para ser alcalde de Xalapa. La inseguridad, imparable en la capital. Según versiones, “Foncho” fue asaltado por un par de centroamericanos (los identifica por el acento), quienes le robaron una pantalla de una oficina que tiene cerca al fraccionamiento solar por el rumbo del Tec de Xalapa.
EPÍLOGO CALLEJERO: Que vecinos de la calle Esteban Mascareñas, en Xalapa, protestaron porque el ayuntamiento anunciaba con bombo y platillo el bacheo de la destrozada vía, pero no se veía la labor por ningún lado. Como el asunto comenzó a ser tema en redes sociales, ahora sí decidieron enviar a la brigada. A ver cuánto dura el remedio.
EPÍLOGO VERDULERO: Que quedó sin efecto la persecución que hacía la Fiscalía General del Estado en contra de los diputados Antonio Tarek Abdalá y Alberto Silva Ramos, cercanos al ex gobernador Duarte. Resulta que los mismos elementos para que el desafuero no procediera los ofreció la FGE a cargo de Jorge «N» (mejor conocido como el «Fiscal Verduritas») ya que ni siquiera estaba completado el expediente para justificar una orden de aprehensión. Es decir, la FGE quería que se les desaforara, pero no daba justificación alguna en papel, sólo como «medida preventiva»… Mal papel el del Fiscal. Otro revés, otro ridículo.