Con la del domingo anterior, son 51 las veces que Miguel Ángel Yunes Linares se ha reunido con el Grupo de Coordinación Veracruz, encargado de la seguridad en la entidad; seguridad que extrañamos y añoramos. Y a pesar del rosario de ejecuciones, robos, secuestros y demás calamidades, el señor gobernador provocó envidia por su optimismo.
Al término de la reunión declaró: “Quiero reportar a ustedes que los Grupos de Coordinación Regionales y los datos de la Fiscalía General del Estado, indican que en términos generales la actividad delictiva ha disminuido, particularmente en las regiones centro y norte. Y hemos tenido algún incremento en la zona sur del Estado”.
¿En términos generales? ¿Algún incremento en la zona sur?
Lo que el gobernador quiso decir es que en los últimos ocho días hubo un total de 41 ejecutados. Sólo que hubo más en la zona sur, que está convertida en algo así como la antesala del infierno, que en las zonas centro y norte.
Esta vez no especificó los delitos y menos contabilizó los feminicidios que sumaron cinco en la semana.
Tampoco contabilizó los secuestros uno de ellos de tres personas ocurrido en un hotel de Tuxpan. Simplemente dijo que la actividad delictiva ha disminuido y punto. Y como remate a su informe soltó esta perla: “Reitero que las ejecuciones son producto de enfrentamientos entre bandas de delincuentes que no afectan a ciudadanos de bien”.
Si eres ciudadano de bien ya fregaste lector, lo mismo que tu estimada lectora. Ya podrán estar en una balacera y a fuego cruzado, que si son personas buena onda tengan la certeza de que las balas les pelarán los dientes.
Vaya manera tan irresponsable la de echar en el mismo saco tanto a maleantes como a personas de bien que han muerto como consecuencia de la violencia.
La óptica de Yunes Linares es contundente y no acepta réplicas: ¿Murió ejecutado? Era un delincuente. ¿Murió ejecutada? Seguramente andaba en malos pasos.
Pero independientemente de sus apreciaciones, lo cierto y lo real es que no pasa un día, uno sólo, sin que haya al menos dos ejecuciones en el territorio veracruzano.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, Veracruz es primer lugar nacional en secuestros, tercero en homicidios y quinto en extorsiones.
Pero según el gobernador la actividad delictiva ha disminuido.
Por Dios, ¿cómo aceptar este argumento cuando hubo 41 ejecutados la semana anterior?
Varios organismos están pidiendo su cabeza como una manera de detener la violencia. Pero esa no es la solución, además de que no se irá.
¿Qué hacer cuando todas las policías del país no han podido con la inseguridad en Veracruz?
Es una pregunta para la que no tengo respuesta. ¿La tienes tu lector? Por favor compártela.
Por lo pronto, no nos queda de otra que volvernos ciudadanos de bien, a ver si así nos blindamos contra los chingadazos que un día sí y otro también hay en nuestra sufrida y violentada entidad.
Para empezar, prometo bajarle a mis borracheras y no gastarme toda la quincena en la cantina.
Becas al ISSSTE
La delegada del ISSSTE en Veracruz, Elízabeth Morales García, dio a conocer que esa institución signó un convenio de colaboración con el Instituto Educativo Xalapeño (IEX), con objeto de llevar a cabo acciones de interés mutuo, relacionadas con un programa de becas para los niveles educativos de maternal, kínder, primaria, secundaria y bachillerato que el IEX ofrece a hijos y familiares de los trabajadores del ISSSTE.
Morales García dijo que la duración de este convenio es de un año, y se ofrecerán descuentos de un 25 por ciento en inscripción y colegiatura en los niveles antes mencionados.
Hay que reconocerlo, la mano de Elízabeth Morales se ve en el ISSSTE. En apenas cinco meses al frente de esa institución, ha hecho más que otros funcionarios en cinco años.