Pues resulta que en un arranque de magnanimidad poco conocido en estos sujetos, los diputados federales aportarán 60 millones de pesos para los damnificados por el sismo del pasado martes.

A ver si no se quedan pobres.

Pero que no te apantalle la cifra, lector. Les tocará de a 120 mil pesos por piocha. Y no lo sacarán de su bolsillo sino del tuyo que eres el que paga sus sueldos, gratificaciones y comisiones con tus impuestos. Es decir, no se los van a descontar de su cheque quincenal.

Lo que no deja de sorprenderme es la cachaza de estos sujetos que se ha agarrado de las redes sociales para invitar a la ciudadanía “a apoyar a nuestros hermanos en desgracia”, como si los mexicanos necesitáramos que nos arrearan para mostrar nuestra solidaridad.

A su estrechez mental habrá que agregarles el mal de la ceguera. Ese no querer ver a cientos de miles de mexicanos que en este momento están arrancando con sus manos lozas de concreto para sacar de entre ellas a decenas de atrapados, mientras ellos disfrutan de la comodidad que les da su vida de holganza.

Y ni qué decir de los millones que en todo el país han formado cadenas de apoyo con medicinas, víveres, ropa y lo que pueden.

Pero de todos los políticos el más indecente y perverso es Andrés Manuel López Obrador, al proponer que Morena destine el 20 por ciento de los 650 millones de pesos que el INE le otorgó para gastos de campaña, sabedor de que por Ley no puede utilizar ese dinero en otros menesteres.

Suponiendo sin conceder que el INE autorice ese porcentaje para los damnificados, también será dinero tuyo lector, y no de ese tipo y sus huestes que no le dan agua ni al gallo de la pasión.

En el caso concreto de Andrés Manuel, es un vividor que pide e incluso exige, pero nunca da. Bueno para disponer del dinero que no es suyo, pero incapaz de soltar un peso de su bolsillo.

Y como él todos los políticos que, salvo rarísimas excepciones, están cortados por la misma tijera.

Da nausea escucharlos invitar “al pueblo generoso de México a brindar su apoyo” desde la insultante comodidad de su oficina. Pero ni hablar, así son ellos.

Y más nausea da saber que van a dilapidar 6 mil 743 millones de pesos en la próxima campaña. Un mundo de dinero para la democracia tan jodida que nos están dando.

Este modelo no funcionó y debe desaparecer porque aparte de carísimo, prostituyó a los partidos, multiplicó la cantidad de corruptos e inhibió el voto ciudadano.

Urge acabar con él, principiando por no darle ni un quinto a los organismos políticos. ¿Quieren seguir compitiendo? Adelante; pero no con dinero del erario sino con las cuotas de sus militantes y adherentes.

Y en cuanto a los políticos, urge bajarles los sueldazos que no desquitan y quitarles al menos la mitad de sus prerrogativas. Ya basta de estar manteniendo a quienes van en busca de un puesto de elección popular con la única finalidad de robar lo más que puedan. Ya basta, ya estuvo suave de mantener a zánganos y vividores.

bernardogup@nullhotmail.com