Prefacio.
El gobernador de Veracruz se cansó de escuchar “tonterías” y dirigió una fuerte misiva para “los ignorantes o quienes actúan de mala fe”. Les explica que él nunca habló de cancelar la deuda con proveedores, afirmación que calificó de “absurda”, pues admitió que eso no está entre sus facultades. *** Lo que sí hizo en su detallada carta (la que fue difundida a través de periodistas que han mostrado su “cercanía” con el actual gobierno) fue reiterar que “se procederá penalmente contra quienes pretendan cobrar lo que el Gobierno no les debe” y que “buena parte de estos adeudos son inexistentes”. *** Han pasado ya casi diez meses desde que el actual gobernador entró en funciones, en una administración que apenas durará dos años, y es la fecha en que no se sabe cuáles de esas deudas son falsas, a cuánto asciende lo que realmente se debe o cuándo empezará a pagar. *** Eso hasta los ignorantes y los que actúan de mala fe lo perciben. Demasiada alharaca, demasiadas amenazas, pero nada de dinero. *** ¡Ah, pero eso sí! Con más de ocho mil millones de pesos en bancos y con la amenaza de que habrá de solicitar un nuevo crédito (“quirografario” que, según los que saben, son los más caros) para poder pagar las obligaciones de nómina y pensiones en lo que resta del año. *** La Universidad Veracruzana, su alma mater, esa por la que se dijo “muy preocupado”, no ha recibido un solo centavo de lo que le adeuda el gobierno estatal y además modificó la ley que le garantizaba a esa casa de estudios hasta el 4% del presupuesto estatal, pues consideró tal medida como “inviable”. *** ¿Hasta cuándo se hará responsable de su propia gestión financiera? ¿Cuándo dejará de echarle la culpa al “que se fue” y se hará responsable de sus propios errores? ¿Cómo, con qué dinero, está solventando el déficit financiero del Estado? ¿A cuánto ascienden las economías del presente año? ¿En qué rubros? *** De ninguna forma podemos hablar de un gobierno transparente. Eso hasta los ignorantes y los que le tienen “mala fe” lo entienden.
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Es un tema que ya se había ventilado, desde los primeros días del presente mes, pero que se recicla y toma nuevos bríos con miras a las elecciones del próximo año.
El dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, desesperado por la ofensiva que lanzó en su contra el gobierno federal (mediante filtraciones que exhiben sus actos de corrupción) decidió romper con la administración de Enrique Peña Nieto y emprender una “guerra” en su contra.
Esa postura no estaba en los planes de relevantes panistas que habían encontrado vías de negociación con el priista gobierno federal, por lo que optaron por “sacarle la vuelta” al llamado de su líder nacional.
Enrique Aranda, analista del periódico Excélsior, o explica así:
“Tal es la situación, explican, que ‘no de ahora sino de tiempo atrás…’ viene dándose forma a una suerte de frente (¡es lo de hoy!) de gobernadores que, de entrada, advirtieron ya que las tradicionales negociaciones que los mandatarios estatales realizan con Hacienda y el Congreso, con miras a garantizar presupuestos mayores a sus entidades, las harán sin intervención del PAN y su dirigencia. (José) Rosas Aispuro de Durango, (Francisco) García Cabeza de Vaca de Tamaulipas, (Javier) Corral de Chihuahua, (Francisco) Domínguez de Querétaro, el impresentable (Miguel Ángel) Yunes de Veracruz y hasta (Carlos) Joaquín de Quintana Roo, por sólo nombrar a algunos, estarían en esa disposición…”.
Todavía está muy fresca aquella grabación (filtrada en redes en agosto del 2014) en la que el actual dirigente nacional del PAN Ricardo Anaya (en ese entonces era secretario general) y el actual gobernador de Veracruz (quien buscaba ser candidato a la gubernatura por segunda vez) hablan de la entrega de “números” por parte del veracruzano al comité nacional de su partido.
En algún momento de esa charla se escucha a Ricardo Anaya:
– El primer punto que te pongo allí, que es un número, es digamos la meta que acá está hablada. Segundo, yo te sugeriría que nos vayamos al número completo en el entendido de que, si por algo no es ahorita, puede ser un poquito después. Pero va a haber un segundo momento, quizá dentro de unos tres meses, entonces no va a ser gastado.
La respuesta del entonces aspirante a la candidatura a gobernador de Veracruz es breve, pero contundente:
– Eso lo puedes tener pasado mañana.
Hoy los intereses del dirigente nacional del PAN y del gobernador de Veracruz no son los mismos. Las alianzas que pudieron construir antes, hoy se perciben muy complicadas.
El mandatario estatal, sin embargo, necesitará del respaldo de Ricardo Anaya, para ratificar la candidatura de su hijo, el primogénito, para sustituirlo a él mismo el próximo año.
La nominación no es tan sencilla. Un importante sector del panismo tradicional de Veracruz no ve con buenos ojos que su gobernador pretenda eternizarse en el poder mediante la postulación de su vástago.
Si ellos lo ven mal, peor lo ven perredistas que de por sí están descontentos por esa alianza con la derecha y que no aceptan las prácticas tiránicas del actual mandatario estatal, mientras que el dueño de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, tiene cuentas pendientes por cobrarle al gobernador panista, deudas políticas que podría facturarlas a nombre de su hijo.
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Epílogo.
“Quien comete un delito en México tiene la seguridad, no importa quién sea y cuál es su crimen, de que nunca será llevado a la justicia. La posibilidad de quedar impune es de 99.30 por ciento”. Interesante dato, no sólo por lo dramático, sino porque lo publica Rubén Aguilar Valenzuela, aquel que fuera vocero de Vicente Fox y que en los años recientes cobró (¡y muy bien!, dicen) como asesor del hoy presidiario Javier Duarte de Ochoa. ¿Acaso le habrá pasado esa información al exgobernador de Veracruz? *** El comité estatal del PRI interpuso quejas y denuncias en contra del gobernador y de sus hijos, además de diversos servidores públicos por la utilización de las tragedias generadas por el huracán Katia y el sismo ocurrido el 7 de septiembre, para promover su imagen pública con fines político-electorales. Las denuncias fueron interpuestas ante la Fiscalía de Delitos Electorales, tanto Local como Federal, y las quejas ante las autoridades electorales locales (OPLE) y federales (INE) competentes. *** Interesante, sin duda, el artículo publicado por el periodista cuenqueño Ricardo Ravelo en el portal “Sin Embargo” sobre la obsesión del gobernador de Veracruz con Fidel Herrera Beltrán. Lástima que en ese artículo, titulado “Fidel Herrera, el fantasma de Yunes” haya descuidado detalles que son esenciales. Es evidente que el Premio Nacional de Periodismo (¡otro!) se equivoca cuando dice en un par de ocasiones que el gobernador pretende imponer como su sucesor a su hijo Fernando, cuando de todos es sabido que el elegido para ello es su hijo mayor, Miguel Ángel. Falla también al ubicar el senador José Yunes Zorrilla como “pariente” de quien hoy gobierna Veracruz. Pudieran parecer minucias, pero le restan peso a un brillante análisis.