Cada semana, los domingos, cuando terminan las reuniones que celebra el Grupo Coordinación Veracruz (en el que participan instancias y corporaciones estatales y federales), escuchamos anuncios muy parecidos al pronunciado este 20 de agosto del gobernador Miguel Ángel Yunes, quien informó sobre una reducción en la incidencia de algunos delitos, como el homicidio, el secuestro y la extorsión.
El problema es que las propias estadísticas oficiales hablan de una realidad muy diferente a los anuncios del gobierno estatal.
Este lunes, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dio a conocer las cifras de la incidencia delictiva, correspondientes al corte de julio del presente año.
Los números, que se basan en las denuncias presentadas ante las agencias del Ministerio Público, consigna una realidad de violencia y grave delincuencia en la entidad veracruzana: sólo en julio, más de mil 600 robos, 440 lesiones, 184 homicidios (141 de ellos son dolosos), y 16 secuestros.
Las cifras acumuladas durante los primeros siete meses del presente año resultan preocupantes y contradicen los discursos dominicales del Grupo Coordinación Veracruz:
En robo con violencia hay 5 mil 804 casos, cuando durante todo el año pasado el número se ubicó en 5 mil 402; es decir, en siete meses ya se rebasó con mucho la cifra registrada en 2016. Y ese delito sigue creciendo.
Igual ocurre con el robo a negocios: de enero a julio del presente año se registraron 2 mil 181 casos, en tanto que en todo 2016 fueron mil 124; faltan cinco meses para terminar 2017 y ya se duplicó la cifra del año anterior.
Homicidio doloso: este año van 931; y en 2016 fueron mil 258; de continuar la tendencia que se lleva, para septiembre se habrá rebasado el número del año pasado.
Lo mismo ocurre con las lesiones dolosas: llevamos dos mil 585, en tanto que en 2016 fueron 3 mil 246; la cifra de ese ilícito se habrá superado en septiembre, de continuar la tendencia.
En materia de secuestro, establece el Secretariado Ejecutivo, tampoco hay avances: llevamos en Veracruz, de enero a julio, 104 casos, mientras que durante todo 2016 fueron 132; de continuar ese delito como va, el año terminará con 178 denuncias por ese ilícito.
Por otro lado, incluyendo el primer mes de la presente administración, diciembre de 2016, la cuenta se ubica en mil 62 homicidios dolosos y 121 secuestros; más de 6 mil 300 robos con violencia y más de 2 mil 800 lesiones dolosas.
En estos recientes ocho meses de administración se han robado en Veracruz 5 mil 480 vehículos, entre los que se llevan a cabo con y sin violencia; un promedio de 22.8 cada día.
Así, llama la atención que invariablemente, las declaraciones de los domingos del gobernador del estado, como voz del Grupo de Coordinación Veracruz, se refieren a los “avances” en materia de combate a la inseguridad, lo que nos hace pensar en un divorcio entre los anuncios oficiales y la realidad que viven miles de veracruzanos que son o han sido víctimas de la delincuencia.
Es como si hubiera tres realidades distintas: la que nos presentan las autoridades en declaraciones y boletines oficiales; la que consignan los medios informativos, dependiendo de su tendencia; y la que sufren todos los días los habitantes de esta entidad, que arrastra un enorme problema de rezago social, pobreza y marginación, y que durante al menos una década ha sido muy castigada por una ola de inseguridad y violencia. @luisromero85