Que Gabriel Deantes, un reconocido ladrón de la pandilla de Javier Duarte se esté defendiendo de los cargos que le imputan, está bien. Es su derecho de acuerdo con la Ley.

Lo que da risa son las formas.

Este sujeto que hasta hace pocos años se ganaba la vida vendiendo celulares, pero que gracias a un golpe de la fortuna tiene bienes muebles e inmuebles valuados en una millonada, está acusado de obtener ilícitamente 58 millones de pesos. Una bicoca comparada con lo que se llevaron los demás bandidos, pero Gabriel quiere convencer al juez que su riqueza es producto de donaciones y una herencia.

El ex oficial mayor de la SEV y ex titular de la Secretaría del Trabajo durante el duartazgo, llegó este jueves a la sala de juicios orales del penal de Pacho Viejo y salió el viernes tras quince horas de audiencia, en la que presentó 119 pruebas de descargo que avalan su presunta inocencia.

En lo personal me hubiera gustado ver la cara del juez cuando Deantes puso sobre su escritorio las pruebas consistentes en donaciones por aquí y herencias por allá.

Por lo mediático y por tratarse de quien se trata destaca la “donación” por 2 millones 500 mil pesos que le hiciera la actriz María Elena Saldaña conocida como La Güereja.

La señora Saldaña es cuñada de Deantes y presuntamente habría “donado” ese dinero a su hermana Laura Guadalupe Saldaña, esposa del imputado.

María Elena tuvo un exitoso programa de televisión que le generó muy buenas ganancias. Pero de acuerdo con las revistas de espectáculos, al salir de Televisa y quedarse sin trabajo por varios años, su situación económica menguó al grado que tuvo que vender pasteles para sostener a sus dos hijos.

Por lo tanto, es inverosímil que el 21 de mayo del 2015 (fecha de la donación), le haya regalado a su hermana dos y medio millones de pesos cuando su situación económica era apremiante.

Pero las pruebas reinas fueron 14 pagarés por un total de 39 millones 193 mil 240 pesos, que don Octavio Deantes Mar le habría heredado a su hijo a fin de evitarle penurias monetarias.

Nomás uno de esos pagarés es por más de 6 millones de pesos.

Qué ¿acaso el señor era agiotista? ¿Tenía el suficiente poder económico como para andar prestando cantidades arriba del millón de pesos? ¿Quién en su sano juicio presta más de 6 millones de pesos a cambio de un pagaré? ¿De dónde sacó tanto billete don Octavio si vivía en la medianía?

La cantidad que le “donó” la señora Saldaña más los pagarés que le “heredó” su padre, suman poco más de 41 millones de pesos y deben tener muy feliz a Gabriel, al que sólo le quedarían por justificar 17 millones. Millones que al parecer están detallados en las pruebas 75, 82, 90 y 96, donde se incluyen recibos de las declaraciones mensuales y anuales del patrimonio tanto de él como de su esposa.

Digo, es aparte de que robó con descaro y todo mundo lo sabe ¿pretende todavía burlarse con 119 pruebas tan de a tiro pueriles? ¡Ah, bárbaro!

¿Será que el juez le vaya a creer?

Bueno sería que a la hora que le dicte sentencia le diga: “No sólo lo declaro culpable del delito de enriquecimiento ilícito y de ladrón, porque lo es. Por lo tanto, lo condeno a los 10 años de prisión que estipula la Ley. Pero además, lo declaro culpable de querer burlarse de los veracruzanos con argumentos mamones, por lo que le echo otros 20 años de cárcel. Más 20 por tratar de sorprender a la autoridad que represento, es decir, por querer verme la cara de su pendejo”.

Sí, sería bueno.

bernardogup@nullhotmail.com