Resulta que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dio a conocer que con 88 secuestros registrados durante el primer semestre de este año, Veracruz ocupa el pavoroso primer lugar a nivel nacional en ese renglón, superando a Tamaulipas que registró 85 y el Estado de México que sufrió 83.
Lo anterior fue informado este fin de semana cuando se reportó la desaparición de tres personas: una en Ciudad Isla, otra en Córdoba y otra más en Mecatlán. En este último municipio los secuestradores prácticamente arrebataron a una joven de los brazos de su padre que es el alcalde de ese lugar.
Pero el informe del Secretariado irritó al Gobernador Miguel Ángel Yunes que debió pensar: No hombre, cómo va a ser eso. ¿Cómo se les ocurre comparar los 3 y medio millones de habitantes de Tamaulipas con los 8 millones que tiene Veracruz?
Y a continuación se soltó con un curso intensivo sobre porcentajes e incidencias delictivas.
“La incidencia delictiva se debe medir por el número de habitantes; no es lo mismo la incidencia delictiva en un estado con 500 mil habitantes o un millón de habitantes, que en un estado con 8 millones de habitantes. Entonces, la incidencia delictiva se mide por 100 mil habitantes, no en números absolutos”, dijo. Y en efecto tiene razón.
Pero el Secretariado informó sobre números absolutos. Y estos dijeron que en los primeros seis meses del año Veracruz registró 88 secuestros, Tamaulipas 85 y el Edomex 83. Así de sencillo y aterrador.
Si se hubiera medido la incidencia delictiva Tamaulipas estaría muy por encima de Veracruz. Pero incidencias o no, allá fueron 85 los secuestrados y aquí 88. Punto.
¿Por qué se calentó el Gobernador? ¿Por ese primer lugar?
Vamos a suponer que el Secretariado rectifique y diga que Yunes tiene razón y que Tamaulipas es primer lugar en secuestros y Veracruz segundo… De hecho, vámonos más lejos y supongamos que nuestro estado es el décimo o doceavo lugar nacional en esa maldición. ¿Eso va a cambiar la percepción sobre la inseguridad de los veracruzanos?
Ni un ápice.
Antes que los secuestros están las ejecuciones y hace quince días se cometieron 18 entre sábado y domingo. Y este fin de semana hubo 17 sangrientas, violentas, impactantes.
Cuando el Sistema Nacional de Seguridad dé a conocer cuántos ejecutados hubo en julio, a los veracruzanos les importará un rábano si ocupan el primero, segundo o vigésimo lugar. Lo que exigen han exigido y exigirán es que ya se acabe la pesadilla.
Lo que anhelan con el alma es desaparecer de esas malditas listas y no que Yunes Linares esté regateando un lugar.
Y es que en Veracruz señor Gobernador, nadie merece vivir así, ni tampoco morir de esa manera.
Dos años
Este lunes se cumplieron dos años de artero asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa ocurrido en la colonia Narvarte de la Ciudad de México. Días antes Rubén había abandonado Xalapa porque al parecer recibió amenazas por ejercer su profesión.
Los compañeros reporteros hicieron un plantón en la Plaza Lerdo en demanda de justicia y de que se esclarezca el homicidio, cosa que deseamos todos. Pero aprovecharon el momento para exigir justicia para los periodistas asesinados en Veracruz durante el duartazgo, que si mal no recuerdo fueron 19 y tres desaparecidos.
A propósito de estos compañeros ¿cómo van las investigaciones sobre sus asesinatos y desapariciones? ¿Hay avances, retrocesos, están detenidas o ya se olvidaron?
También, si mal no recuerdo, tras cada uno de esos crímenes infames vino la declaración para la foto en el sentido de que las familias no quedarían desamparadas. ¿Les brinda el gobierno algún tipo de apoyo económico o también le echaron tierra al asunto?