De supuestos amigos pasaron a ser cómplices, operadores financieros y finalmente delatores de Javier Duarte.
Los supuestos amigos, los colaboradores cercanos del ex gobernador, aquellos que se beneficiaron con el saqueo, con los actos de corrupción, terminaron por abandonarle; huir en algunos casos y en otros delatarle ante las autoridades de procuración de justicia.
Nombres como los del abogado fiscalista Alfonso Ortega López, quien habría constituido decenas de empresas fantasma para favorecer al ex gobernador Javier Duarte; José Juan Janeiro Rodríguez, presunto operador financiero; y Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de Seguridad Pública, figuran en la lista de ex colaboradores, gente de toda la confianza del ex ejecutivo veracruzano, que terminaron por empinar, delatar a su ex jefe.
Estos y otros personajes son actualmente investigados y estarían colaborando con la autoridad, con declaraciones en torno a la forma de operar del ex gobernador de la entidad, hoy preso en el Reclusorio Norte
Los testimonios de esos tres ex colaboradores y ex operadores de Javier Duarte estarían hoy entre las armas de la fiscalía para terminar de hundir al ex mandatario.
Este lunes, diversos medios nacionales, como el diario Milenio por ejemplo, consignaron una declaración del juez que lleva el caso, en la que apunta que el testimonio del ex secretario de Seguridad Pública del gobierno estatal, el otrora inamovible colaborador de Duarte, fue pieza fundamental en la audiencia del sábado para vincular a proceso al ex gobernador de Veracruz.
De acuerdo con información que trascendió en torno a dicho caso, Arturo Bermúdez Zurita declaró al Ministerio Público que a mediados de 2014, Javier Duarte habría ordenado el desvío de recursos federales que correspondía ejercer a la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno estatal.
La declaración que atribuyen a Bermúdez indica que el entonces tesorero de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado, Antonio Tarek Abdalá Saad, actual diputado federal por el distrito de Cosamaloapan, llamó al titular de la SSP para indicarle que se realizaría una especie de triangulación en los depósitos federales para que no llegaran de forma directa a Finanzas, sino que ahora aterrizaran en Seguridad para luego trasladarse o canalizar a fines diferentes a los que estaban etiquetados.
Esa declaración, por supuesto, fue tomada como elemento de prueba en el caso, al igual que la de otros ex amigos y ex operadores financieros de Javier Duarte, como Alfonso Ortega López, abogado fiscalista que habría colaborado en la constitución de empresas fantasma, en la adquisición de bienes inmuebles y en la realización de millonarias inversiones.
Ortega López compareció ante el Ministerio Público y también ante un juez; declaró que otros operadores de Duarte cumplían funciones parecidas, las inversiones y compra de bienes inmuebles para beneficiar al ex gobernador de Veracruz; citó nombres, como los de Rafael Gerardo Rosas, Mario Rosales, Moisés Mansur Cysneiros y José Juan Janeiro.
Este último, ha trascendido, fue ubicado en España y ha sido identificado como uno de los principales operadores de Duarte de Ochoa. También estaría colaborando con la Procuraduría General de la República en ese, que es el caso de corrupción más escandaloso en la historia de nuestro país.
Janeiro Rodríguez se habría acogido a la figura “de prueba anticipada”, contemplada en el nuevo sistema de justicia penal para aquellos infractores de la ley que devuelvan dinero u ofrezcan información a cambio de que no se les lleve tras las rejas.
Esos nombres, los de Arturo Bermúdez, Alfonso Ortega López y José Juan Janeiro, son algunos, los primeros que han trascendido, de amigos, colaboradores cercanos, acaso cómplices, que terminaron por delatar al ex gobernador Javier Duarte, hoy en desgracia social, política y judicial. @luisromero85