El fin de semana, la noticia que acaparó la atención de los medios informativos fue la vinculación a proceso del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa.
La audiencia con relación al caso Duarte se desarrolló el sábado pasado, cuando muchos medios nacionales y prácticamente todos los establecidos en Veracruz estuvieron atentos al rumbo que tomaría el asunto, a los argumentos de la defensa y a los señalamientos que contra el ex ejecutivo lanzaron las fiscalías estatal y federal.
Por otro lado, la agenda gubernamental en Veracruz estuvo marcada por el juicio a Javier Duarte; el gobernador Miguel Ángel Yunes atendió el asunto, porque desde hace cuatro o cinco días se comenzó a fortalecer la especie sobre el riesgo de que el juez decretara que el ex gobernador podría seguir el proceso en libertad, lo que al final no ocurrió.
Sin embargo, al margen del interés que despierta el juicio al ex gobernador, acusado por haber saqueado los recursos de los veracruzanos, lo cierto es que hay temas que preocupan cada vez más a los pobladores de la entidad, a los empresarios, comerciantes, profesionistas, trabajadores, estudiantes y amas de casa, al habitante promedio, a la gente común.
La inseguridad y la violencia, por ejemplo, no sólo no se han resuelto, sino que se complican más cada día.
Mes con mes, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública da a conocer las estadísticas sobre la incidencia delictiva en las entidades del país; y el reporte mensual que presenta, invariablemente es peor que el del mes anterior.
En julio, la autoridad reporta que en Veracruz se registraron 2 mil 112 robos, 952 con violencia; 165 homicidios dolosos; y 16 secuestros.
En el acumulado, al terminar el primer semestre del año Veracruz lleva 790 homicidios dolosos y 88 casos de privación ilegal de la libertad.
Pero eso no es todo; si a la inseguridad y a violencia que afectan a los habitantes de Veracruz se suman el desempleo y la crisis económica, el coctel es todavía peor.
En días pasados, el economista Rafael Arias Hernández aportó cifras que más que preocupación causan alarma entre los sectores productivos; el investigador retoma datos del Instituto Mexicano del Seguro Social y revela que en de diciembre de 2016 a junio del presente año, Veracruz perdió 9 mil 865 empleos formales.
Son casi diez mil familias que hoy están peor que el año pasado porque ahora no tienen empleo y, por tanto, tampoco seguridad social. El ritmo diario es de 305 plazas laborales menos en la entidad.
Esos son, en términos generales, los problemas de solución pendiente en la entidad veracruzana; ojalá que con el mismo ahínco que ha caracterizado al actual ejecutivo en el tema de la persecución contra su antecesor, el gobierno estatal trabaje para resolver inseguridad, violencia y desempleo; porque habría que recordar que los veracruzanos no sólo votaron en 2016 por alguien que tuviera la capacidad de llamar a cuentas a Duarte, sino por un candidato a quien se percibía con capacidad para enfrentar y resolver los mencionados retos; y hasta ahora, a un año con cinco meses de que concluya la administración, eso no ha ocurrido.
La confianza en la obra municipal
Hace unos días, todo estaba listo para que el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, diera el banderazo de inicio a la pavimentación con asfalto de la calle California de la colonia El Porvenir I de Casa Blanca; una obra que beneficiará a 5 mil habitantes y que implicaría una inversión superior al millón de pesos provenientes del FORTAMUN-Ramo 33.
Sin embargo, la obra no comenzó por solicitud de los propios vecinos, quienes se han comprometido a aportar su parte para tener su calle de concreto hidráulico.
La autoridad municipal atendió la petición y acordó acciones para mejorar la colonia. Esto refleja que el ánimo de mejoramiento social que ha emprendido el Ayuntamiento de Xalapa ha despertado una activa participación ciudadana, porque hay confianza en las obras municipales. @luisromero85