Sin duda desesperado porque su comparecencia en el Congreso local estaba resultado un fracaso, el Secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Jaime Tellez Marie, comenzó a sacarle sus trapos al sol a varios legisladores.
Al echarle la culpa a Fidel Herrera y Javier Duarte de la inseguridad que hay en la entidad, Tellez Marie aceptó tácitamente la derrota del gobierno estatal en ese renglón. Esto dio pauta a que los legisladores le preguntaran en reiteradas ocasiones qué ha hecho su policía para detener la violencia, pero como don Jaime siguiera desvariando le pidieron su renuncia y eso sí lo calentó.
Al primero que zarandeó fue al diputado Ernesto Cuevas al que acusó de borracho. Luego se fue contra Fernando Kuri al ventilar que una de sus empresas está siendo investigada por robo de material para construcción. Y remató con Basilio Picazo al que le restregó en su la cara la detención de un familiar por portación de arma.
Y qué crees lector; que los señores legisladores se ofendieron.
Fernando Kuri calificó de “histórico” que un funcionario de primer nivel se les pusiera al brinco porque eso nunca había ocurrido. “Los diputados somos parte de un Poder y así como respetamos a los demás poderes creo que merecemos el mismo respeto, y más de los secretarios de despacho” declaró.
Pero lo que dijo Tellez Marie no es nada nuevo y por sabido se calla. No se necesita hacer una investigación a fondo para saber que los cincuenta sujetos que conforman el Congreso de Veracruz están ahí por transas, rateros, corruptos, cobradores de favores y otras hierbas. Ninguno fue elegido por la ciudadanía sino por sus partidos y a los del PRI los eligió Javier Duarte como pago a algunos favores.
Los hay ignorantes que no rebuznan nomás porque no dan el tono y bandidos sinvergüenzas que se tapan con el fuero para evitar que la justicia lo alcance.
Ninguno, absolutamente ninguno de esos sujetos está en el Congreso para velar por los intereses de los veracruzanos. Están ahí para ver por los suyos y para seguir haciendo transas. Están para vender su influencia al mejor postor y de paso, darle sus buenas tarascadas al erario.
Salvo las rarísimas excepciones de rigor, son una bola cretinos y prepotentes que se sienten hechos a mano. Parafraseando al gran Renato Leduc, son “escoria social embadurnados de lociones finas”.
Va un ejemplo: el diputado perredista Sergio Rodríguez Cortés se fue de su bancada “agraviado” porque su partido no le quiso dar la coordinación de esa bancada. Esto le hubiera permitido manejar a su antojo y por debajo del agua recursos millonarios. Es decir, el tipo se fue por dinero, porque no lo dejaron medrar con millones de pesos de los que ningún coordinador de ningún partido rinde cuentas.
Y así por el estilo; casi todos están cortados por la misma tijera.
Cabildean para ellos y sus intereses y si les sobra tiempo cabildearán para los demás.
Ah pero Fernando Kuri se sintió agraviado: “Creo que nos merecemos respeto” dijo.
¿Seguro se lo merecen don Fernando?
Usted en lo particular ¿está libre de culpa como para aventar la primera piedra? ¿Es ejemplo de rectitud y honradez en el servicio público?
Ahora resulta que habrá que tratarlos con pincitas porque si no se van a ofender los señores.
Vergüenza debiera darles encabezar la lista de los servidores públicos más detestados y rechazados por la ciudadanía (están arriba de Duarte), en lugar de darse baños de dignidad porque ni siquiera la conocen.
Pura felicidad
Si el diablo no mete la cola, Javier Duarte estará al menos seis meses en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México y eso tiene muy feliz al personal de la PGR. Tanto, que ahora están elaborando carpetas de investigación contra al menos cinco diputados federales veracruzanos y la señora Karime Macías de Duarte.
Otros que están felices son los abogados que defenderán a esta media docena.
¿Ansiolíticos?
Nos comentan que la seguridad que mostró el diputado federal Alberto Silva Ramos cuando grabó el video de su presunta visita a la Fiscalía General de Veracruz, no fue porque sea inocente de los cargos que le imputan, tampoco por cinismo o exceso de soberbia como le achacaron algunos. Sino porque está haciendo uso de antidepresivos. ¿Será?