Pese a que llevan ya más de siete meses en el poder, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y su secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, siguen justificando su fracaso e ineptitud inculpando a sus antecesores de la inseguridad que se ha recrudecido en Veracruz, no obstante que en su campaña el entonces candidato de la alianza PAN-PRD a la gubernatura aseguró que abatiría en 50 por ciento los delitos del fuero común en el primer semestre de su administración, jactándose que él sí sabía cómo hacerlo.
Este miércoles, al comparecer ante el Congreso local, Téllez Marié, al igual que su jefe Yunes, optó por responsabilizar a los exgobernadores Fidel Herrera y Javier Duarte de la violencia que ahora con ellos en el gobierno se ha disparado en la entidad.
De Herrera recordó que fue señalado en una Corte Penal de Austin, Texas, de haber recibido en su campaña de 2004 un supuesto financiamiento de 12 millones de dólares por parte de un grupo delincuencial, a cuyos miembros permitió durante su gestión operar “de manera libre y sin molestarlos”. Y a Duarte lo acusó también de coludirse con el crimen organizado, al desaparecer “de manera arbitraria” 23 mandos municipales y sus respectivas policías así como las de zonas conurbadas de mayor importancia, lo que generó un desequilibrio en el combate a la delincuencia.
Lo inexplicable es que hasta el momento, pese a la gravedad de sus señalamientos, ni Téllez Marie ni Yunes Linares hayan denunciado formalmente por estos presuntos delitos a ambos exmandatarios veracruzanos ante el Ministerio Público federal. Únicamente han hecho ruido político y mediático. ¿Por qué la Fiscalía General del Estado no presentó estos cargos contra Duarte en la solicitud de extradición de Guatemala, en cuyo expediente sólo le imputan los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal, peculado, tráfico de influencia y coalición, ninguno de los cuales prevé la prisión preventiva de oficio ni en el actual ni el anterior sistema de justicia penal, por lo que una juez federal consideró que no son graves y determinó suspender momentáneamente las dos órdenes de aprehensión que un juez del fuero común de Veracruz había librado contra el exgobernador?.
El secretario yunista de Seguridad Pública no puede seguirse lavando las manos inculpando a Herrera y a Duarte de la violencia que se ha desbordado en el estado, cuando ya pasaron más de siete meses en los que han tenido todo el apoyo del gobierno federal para desmantelar a los grupos delincuenciales protegidos presuntamente por ambos exgobernadores.
A estas alturas de la presente administración estatal, la percepción de los veracruzanos desencantados del llamado “gobierno del cambio” es que o son ineptos o también son cómplices. Y es que la semana pasada cundieron las sospechas por las fotografías en las que aparece el senador panista Fernando Yunes Márquez, hijo del gobernador, en una comida organizada en agosto del año pasado en Cosoleacaque y a la que asistió Hernán Martínez, (a) El Comandante H, el capo de Los Zetas en el sur del estado, el cual fue detenido a finales de junio por la Policía Federal en Tabasco por la presunta autoría intelectual del crimen de un matrimonio y sus cuatro hijos menores de edad, en Coatzacoalcos.
Por cierto, ¿dónde está el exdelegado de Tránsito en Cosoleacaque y compadre del “Comandante H” que presuntamente convocó a esa comida para agradecer el voto a favor de Yunes Linares en 2016? ¿Es verdad que fue concentrado en Xalapa, en la dependencia sectorizada a la SSP de Téllez Marie’
Penosa comparecencia
Patética, por no calificarla de otra manera, resultó la comparecencia del secretario de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, ante la LXIV Legislatura del estado.
El funcionario yunista optó por descalificar y ridiculizar a los legisladores en lugar de darles una respuesta convincente acerca de lo que ha hecho hasta ahora al frente de la SPP.
A un diputado, que pedía su renuncia por haber sido rebasado por la violencia, le reprochó que su crítica era por un problema personal debido a que había sido detenido al conducir en estado de ebriedad; a otro lo balconeó al revelar que su empresa era investigada por la Policía Federal por el supuesto robo de material de transporte público en la zona Córdoba-Orizaba, y a uno más le recordó la petición que le hizo para que no se requisara un camión propiedad de su hermano que transportaba madera sin los permisos correspondientes, además de la detención de un par de trabajadores de su rancho que portaban armas de fuego.
Obviamente, uno de los legisladores le reviró a Téllez Marie insinuándole que su salida como catedrático de una universidad privada de la zona Veracruz-Boca del Río habría sido por un presunto señalamiento de acoso sexual.
¿Realmente había necesidad de montar un vergonzoso espectáculo como éste en la situación en que se encuentra el estado?
Pero si el secretario de Seguridad Pública patinó ante los diputados locales, el fiscal general Jorge Winckler Ortiz no se quedó atrás en la conferencia de prensa que ofreció sobre el caso del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, cuya defensa legal logró por el momento echar abajo dos órdenes de aprehensión libradas contra el exmandatario estatal por un juez del fuero común de Veracruz. Y es que el titular de la FGE… ¡se quiere pasar por el arco del triunfo los tratados internacionales en materia de extradición!