Ante los embates de la delincuencia organizada, Miguel Ángel Yunes Linares se aprecia empequeñecido, disminuido, impotente, como un tigre de papel.
Mucho tiempo hace que se derrumbó el mito del gobernador de mano dura, el experto en seguridad pública, el personaje bragado ante el cual los malos se iban a poner a temblar. Nada queda de eso. Ni su sombra.
Pero eso sí, Miguel Ángel saca fuerza de flaquezas y trata de darnos confianza, pero no lo logra. Todo son palabrerías. Bla… bla… bla… y cero hechos. Cero resultados.
Pero no toda la culpa es de Miguel Ángel. Eso es preciso señalarlo. Fueron tantos años (dos sexenios) en los que se dejó crecer la mala hierba, que es prácticamente imposible, de la noche a la mañana, cegar la cizaña para quemarla en el fuego.
Desde la época de Fidel Herrera Beltrán, supimos de cómo se les entregó todo el estado a un grupo delictivo. Controlaban cárceles, todos los giros negros, venta de droga, prostitución, venta de discos piratas, abigeato, extorsiones, cobro de piso, etc. De Javier Duarte, ya para qué les contamos. La situación fue peor.
El detalle es que Miguel Ángel en campaña dijo que ofrecería resultados tangibles en seis meses, y ese plazo ya se venció hace tres semanas. O Miguel Ángel mintió con tal de ganar votos o simplemente no había dimensionado el tamaño del problema.
Como quiera que sea, la espiral de violencia no cesa y no se ve para cuando termine esta pesadilla.
Lamentablemente seguirán las balaceras y las ejecuciones, como también continuarán las declaraciones oficiales en el sentido de “no nos amedrentarán”, “ya sabemos quiénes son y vamos por ellos”, “no vamos a pactar y los vamos a aniquilar”, etc.
Lo que urge es un mayor trabajo de inteligencia, porque hasta ahora lo que hemos visto son palos de ciego.
Urge una mayor coordinación entre las fuerzas federales, estatales y municipales.
Urge una policía mejor capacitada y con mejores sueldos. Con mejores controles de confianza. Depurar a las “herencias” de Arturo Bermúdez que aún siguen controlando grandes parcelas de la SSP.
Tan confiados que estábamos los ciudadanos de que las cosas ahora sí se estaban haciendo en serio y ahora nos enteramos de los lamentables episodios de la Loca Academia de Policía, en donde los mandos superiores no tenían experiencia en los temas de seguridad. Lo único que había eran transas, cochupos, maltratos y una verdadera sucursal de Sodoma y Gomorra. Bien lo dijo, y hasta de manera jocosa, el ingenioso colega Manuel Rosete: “El atarantado dispuso de dinero, instalaciones y efebos para satisfacer sus pasiones: ahora sí, jaula, pájaros y alpiste, ¡por cuenta de los veracruzanos! Qué jodidos estamos”.
Por favor, Señor Gobernador, sea serio y póngase a trabajar. En lugar de andar grillando por todo el estado para sumar más alcaldes a la causa de su hijo rumbo al 2018, debería ponerse las pilas y meter más orden en la casa. Para eso lo eligió un tercio de los ciudadanos que votaron en las urnas.
Sigue abierto multihomicidio de la Narvarte
A pesar de que voces interesadas han intentado hacer creer que la investigación del multihomicidio de la colonia Narvarte –en el que perdieron la vida cinco personas, entre éstas el fotoperiodista Rubén Espinosa y la activista Nadia Vera- está cerrada, lo cierto es que el caso sigue abierto y dando de qué hablar.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) emitió una recomendación en contra de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y el Tribunal Superior de Justicia por irregularidades en la investigación del asesinato múltiple cometido el 31 de julio de 2015.
De acuerdo con la determinación del organismo, las autoridades violaron los derechos de las víctimas y sus familiares al no seguir los protocolos de investigación adecuados y por varias irregularidades cometidas en las actuaciones ministeriales, entre éstas la filtración a los medios de sus datos personales y de las fotografías de los cuerpos tomadas por los peritos.
Asimismo, para la CDHDF no se agotaron todas las líneas de investigación del caso con perspectiva de género ni de derechos humanos, ni se tomó en cuenta las actividades políticas y periodísticas de Nadia Vera y Rubén Espinosa, siendo que ambos salieron huyendo de Veracruz hostigados por el gobierno de Javier Duarte.
El organismo pidió a las autoridades resarcir el daño a los familiares de las víctimas, agotar todas las líneas de investigación sugeridas, la participación de fiscalías especializadas (no sólo la de homicidios), aplicar una sanción a los funcionarios que filtraron datos de la indagatoria, así como una indemnización económica.
¿Qué dirán ahora todos los que libraron de toda culpa al duartismo por este caso?
Panistas se cuelgan del tema del espionaje
Como se puso de moda y mostró un buen rendimiento en términos mediáticos, la dirigencia nacional del PAN ya se colgó del tema del espionaje gubernamental a los opositores al régimen priista.
Según el presidente nacional panista, Ricardo Anaya, también a él y a otros integrantes de su equipo les llegaron a sus teléfonos celulares los mensajes con el malware conocido como Pegasus, que sirve para infiltrar las comunicaciones y que fue adquirido por la PGR al inicio de la actual administración federal.
Pero como son taaaaaaan suspicaces, ninguno de ellos descargó el malware, porque desconfiaron desde un principio de los mensajes al desconocer el número del remitente.
Esto como que suena más bien a que los panistas se quieren subir a un tren al que nadie los invitó.