Prefacio.

“Todo es transparente, todo lo que quieran saber sobre los manejos administrativos está en nuestro portal”, repiten hasta la saciedad los diputados panistas (salvo Cinthya Lobato) y los funcionarios del Poder Legislativo. *** No es así. El Congreso, como todo el aparato de gobierno en el estado de Veracruz, sigue en pañales en materia de transparencia. *** Es evidente que los coordinadores de cada grupo parlamentario tienen manga ancha para manejar a su arbitrio los recursos adicionales que se les asigna para “tareas legislativas” y cuentan con el aval del titular del parea administrativa, el panista Carlos Fuentes Urrutia. *** En el oficio firmado por “Chico” Fuentes el 29 de mayo del presente año y dirigido a todos los diputados, se les notifica que “a partir de esa fecha” (o sea el 29 de mayo) “no serán autorizados pagos de viáticos y reposición de gastos por comisión al personal que labore directamente con los diputados”. El documento explica que “ya no se pagarán” esos gastos, porque “cada legislador recibe un apoyo mensual para la gestoría y desarrollo de sus actividades legislativas”. *** Aunque más adelante el propio titular de Administración salió a argumentar que el oficio estaba mal redactado, lo cierto es que está firmado por él y queda implícito que al menos desde que inició la actual Legislatura y hasta el mes de mayo (siete meses) el Congreso estuvo haciendo esos pagos de viáticos y de gastos por comisión, y al mismo tiempo les estuvieron entregando a los legisladores el apoyo que el mismo oficio menciona. *** ¿De quién fue el error?

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Tienen razón el fiscal Jorge Winckler y el vocero del gobernador, su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez: La denuncia en contra de su padre por enriquecimiento ilícito es, digamos, “vieja”.

Lo curioso del tema, en estos momentos, es que la PGR haya decidido atraerla por considerar que se incurría en un conflicto de intereses, al tener que pasar dicho asunto por el escritorio del fiscal de Veracruz, Jorge Winckler, quien en dicho proceso se ostentaba como abogado de la familia Yunes.

Es cierto: No puede ser “fiscal y parte”.

Pero… ¿Cómo puede seguir siendo fiscal si, como lo demuestra la actuación de la PGR, Jorge Winckler fue, es, ha sido y seguirá siendo “el abogado de la familia Yunes”?

¿Dónde está la autonomía que, se supone, debe tener ese organismo?

¿Qué diferencia hay entre la cercanía de Luis Ángel Bravo con Javier Duarte, a la que hay entre Jorge Winckler y Miguel Ángel Yunes?

¿Alguien en su sano juicio cree que si presenta una denuncia en la “autónoma” Fiscalía General del estado, contra el gobernador de Veracruz, ésta habrá de seguir los cauces correctos?

¿Dónde dejó el Presidente de la Junta de Coordinación Política Sergio Hernández -sí, ese que se gasta el dinero del Congreso en “mujeres, borracheras y drogas” (dixit Cinthya Lobato)- la petición hecha en tribuna para iniciar Juicio Político contra el fiscal, quien trató a los legisladores como «una bola de corruptos”?

¿Qué validez tienen los procesos abiertos por el actual fiscal en contra de los exfuncionarios de Javier Duarte, si se demuestra que en la actuación de Jorge Winckler existe un “conflicto de intereses”?

Al referirse a este tema, el alcalde de Boca del Río le restó importancia y dijo que se trata de un caso añejo (producto de “la ocurrencia de un idiota”, dijo, refiriéndose al expanista José Ramón Gutiérrez de Velasco), que apenas sale a la luz pues la PGR es “muy lenta” en sus actuaciones.

No era esa, sin embargo, la impresión que tenía la familia Yunes-Márquez respecto a la instancia federal encargada de procurar justicia, pues antes de que el jefe del clan asumiera la gubernatura, todos los asuntos en contra de Fidel Herrera o Javier Duarte los litigaban en la PGR.

Hoy, con el control absoluto que ejercen sobre la Fiscalía General del Estado, ya la Procuraduría General de la República les parece ineficiente.

Está claro que las actuaciones judiciales obedecen a tiempos y plazos ajenos a la política, pero la coincidencia de la notificación de esta actuación de la PGR en contra de Yunes Linares, con le ofensiva jurídica que inició el gobernador de Veracruz en contra de su primo hermano Héctor Yunes Landa, resulta por lo menos sospechosa.

Oxígeno puro debe haber sentido el senador priista, titular de la Comisión Anticorrupción en la Cámara Alta, al enterarse del tema que involucra a su primo, el gobernador de Veracruz. Con eso no evade el tema del financiamiento de Duarte a su campaña, pero al menos “empata” los términos de la confrontación.

La impresión que se está dejando con todo este circo es que los Yunes (al menos los de origen sirio, los de Soledad de Doblado) no le hacen ascos al dinero fácil, al recurso de origen incierto.

En tiempos en los que el combate a la corrupción es la bandera de los políticos con ese apellido, suena mal que se genere la percepción de que existe un vínculo indivisible entre ese apelativo y el dinero mal habido.

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Epílogo.

Es imposible que Miguel Ángel Yunes Linares le siga atribuyendo a la “percepción” de los veracruzanos el problema de la inseguridad. No lo puede decir cuando la Dirección de Servicios Periciales admite que el Servicio Médico Forense, en toda la entidad, se encuentra saturado, ante la imparable aparición de cadáveres. Los cuerpos no caben ya en las cámaras de refrigeración y deben ser amontonados en algún rincón mientras los médicos legistas se multiplican, trabajan a destajo para responder a la sobrecarga. *** En Cosoleacaque, el comerciante José Luis Gregorio Amaya, de 57 años de edad, fue asesinado a balazos la madrugada del jueves. Los sicarios llegaron a su negocio y sin cruzar palabra alguna le dispararon. Una vez caído le colocaron un mensaje en el pecho y se dieron a la fuga. *** Este mismo jueves, los habitantes de Córdoba, esa próspera ciudad, vivieron momentos de angustia luego de que gran parte del centro fuera cerrado por las autoridades policiacas, que realizaron un operativo para capturar a una banda de asaltantes. Cerca de las 5 de la tarde tres sujetos armados asaltaron a una tienda dedicada a la venta de telas, y de ahí se pasaron a una casa de empeños para despojar a los empleados de dinero en efectivo, para después huir en una camioneta Ford Expedition color blanco. Sin embargo, al llegar a la avenida 2 esquina con calle 5, los asaltantes chocaron contra un automóvil particular. Abandonaron su vehículo y siguieron a pie. Policías estatales y militares lograron capturas minutos más tarde a un sujeto al que le aseguraron una pistola. *** Cuando la policía se muestra ineficaz, la delincuencia se comporta con mayor osadía.

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