Faltan 543 días, para lograr el verdadero cambio; cumplir y hacer cumplir la ley; y  hacer realidad lo prometido.

Compromisos que no se olvidan. Prioridades sociales pendientes. Erradicar inseguridad. Resolver  emergencia financiera. Revertir  recesión y  estancamiento económicos. Aumentar empleos e ingresos. Reducir pobreza, hambre y marginación. Y más, mucho más que deben incluirse en una puntual evaluación social y una ineludible rendición de cuentas.

Hartazgo e inconformidades sociales en aumento. Inocultable, MORENA se fortalece.

Pobre Veracruz, cada día más pobre y hambriento, padeciendo  gobernantes, funcionarios y servidores públicos tanto federales como estatales y municipales,   caros e ineficientes, y no pocos corruptos y delincuentes.

Excepciones aparte. Sosteniéndolos y padeciéndolos, cómodamente instalados en dependencias e instituciones públicas que, entre más grandes, complejas y caras son, en  su operación cotidiana,  resultan cada vez más limitadas, insuficientes o quebradas.

Simple consecuencia de conocida y hasta hoy no resuelta, ni bien atendida emergencia financiera y de  administración pública estatal. Falta evidente de un auténtico fortalecimiento institucional que no llega, que sigue pendiente y favorece insuficiencia, corrupción y delincuencia en el gobierno.

Hechos y resultados que hacen cada vez más notorio, que para ellos Veracruz y los veracruzanos son prioridades secundarias.

Lo primero es lo primero, sus intereses propios. Políticos, funcionarios y gobernantes, demasiado dedicados a sus asuntos personales, familiares y de grupo, así como a los intereses partidistas de  grilla, propaganda, entretenimiento, manipulación  y  “guerra sucia” electoral.

Obligado preguntar, ¿Cuáles son las prioridades de quienes gobiernan? ¿En realidad cumplen con ley y encargo? ¿Cómo y cuándo son evaluados, con una participación ciudadana y social verdadera?

Después del desastre padecido y recibido,  persisten muchas preguntas sin respuestas, resultado de  vieja y nueva opacidad.

¿Por qué sigue sin aprobarse el presupuesto, violándose la norma constitucional y diversas leyes en la materia, tanto federales como estatales? ¿En verdad se ajustó el presupuesto o solo se gana tiempo, para írsela llevando y administrar la desgracia? ¿Qué hay de la estrategia financiera completa?

Transparencia, diagnóstico y estrategia que, en principio,  expliquen situación y perspectivas,  eviten mayores desastres, unifiquen  y orienten todos los esfuerzos, e impulsen  y fortalezcan  la participación ciudadana y social.

Y hay que insistir. Primero, diagnosticar para encontrar la enfermedad, para  luego seleccionar el remedio. No al revés;  y menos simular o hacerlo en forma improvisada, con ocurrencias y a conveniencia; y lo que es peor, con escándalos, sensacionalismo y manipulación mediática, que solo sirven de distracción y entretenimiento.

Imprescindible evitar que se repita o profundice  este tipo de errores  y abusos.

A propósito, debe recordarse,  que  el gobierno de Duarte se negó a cumplir con la ley y contestar, fingió demencia y no informó,  sobre el tamaño del daño, el monto de toda la deuda estatal oficial, no solo la bancaria y de valores.

Saberlo es importante. Hoy, se debe reiterar y preguntar ¿Cuál es el monto total-total del endeudamiento gubernamental estatal? ¿A dónde pararon miles de millones de pesos desaparecidos?

La realidad real se impone sobre percepciones especulativas, sensacionalismos manipuladores,  y versiones oficiales sin sustento. Con claridad, en hechos y resultados, se muestra la diferencia entre decir y cumplir, prometer  y simular; y  también, se identifican las verdaderas prioridades de quienes gobiernan.

Por lo pronto, para muchos su prioridad es obtener o mantener el poder y la representación públicos; no  salen de unas elecciones, cuando ya se involucran en otra u otras.

Activos y protagónicos, en  el interminable carnaval electoral, donde siempre hay lugar para candidatas a reinas y reyes, a comparsas y carros alegóricos.

La prioridad para esos, claramente  no es servir, sino servirse del poder. Su meta es ganar y ampliar poder y cargo oficial, aunque se pruebe y compruebe que  ineptos y corruptos no sirven, ni pueden.

En fin. Para un buen gobierno siempre es tiempo de evaluar, de confrontar dicho y hecho. Prioridades sociales por delante.

Más excluidos y rechazados. ¿Y la UV?

Por lo pronto, y a reserva de ampliar al respecto. Puede asegurarse que crece el problema  y que la educación en Veracruz, es en gran parte, otro caro fracaso y persistente fuente de corrupción.

Para empezar el rezago educativo  sigue siendo de los más altos del país; y, por ejemplo en analfabetismo, la entidad permanece en el primer lugar nacional, con más de 560 mil analfabetas.

Y en cuanto a la cobertura de educación superior, 7 de cada 10 jóvenes veracruzanos no son atendidos.

En otras palabras crece el número de “NI-NIS”, así conocidos porque ni estudian, ni trabajan;  y también, los que concluyen alguna carrera, pero terminan como “NO-NOS”, los que no encuentran empleo y no tienen ingresos, ni prestaciones.

La injusticia y falta de responsabilidad gubernamental e institucional, se muestran con más claridad, en el repetido y creciente aumento de excluidos de la Universidad, ante casi la misma cantidad de admitidos. ¿Qué se ha hecho y se piensa hacer al respecto? ¿Son los jóvenes prioridad oficial, o pretexto y tema de simulación?

Por si fuera poco la UV padece la peor crisis financiera de su historia…y está involucrada, en un obsoleto y cuestionado proceso, de supuesta elección.
*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH