Faltan 550 días, a solo 18 meses de que la alternancia termine y cumpla. Viaje sin escalas de la entrega a la decepción; y de la creciente opacidad, a la ineludible rendición de cuentas.
Poder para no poder, ante la evidente falta de resultados positivos, aunque en algunas áreas se hagan esfuerzos aislados, pendientes de ser consolidados.
Desde luego que hay oportunidades y otras soluciones que, extrañamente, no se aprovechan, ni mencionan.
Inocultable, aumentan hartazgo popular e inconformidad social, que hacen crecer a MORENA, como opción de gobierno viable.
Excesiva y perniciosa incorporación al circo político-electoral, y a su inagotable manipulación mediática, llena de distracción y entretenimiento, escándalos y “guerra de lodo”.
Desperdicio de tiempo y recursos públicos que deberían estar orientados a prioridades sociales. ¿Y las limitaciones y sacrificios de los veracruzanos cuándo se atenderán? ¿Qué se hace para enfrentar y resolver recesión o estancamiento económico, desempleo e informalidad creciente, más hambre y pobreza, inseguridad e inestabilidad? ¿Y los miles de millones de pesos desaparecidos, dónde están? ¿Cuál es el total-total de la deuda pública estatal y municipal?
Tsunami de preguntas sin respuesta.
Pobre Veracruz, cada día más pobre, supuestamente atendido por servidores públicos, funcionarios y gobernantes, muchos demasiado entretenidos en lo que más les ocupa y preocupa: mantenerse o alcanzar el poder, para beneficiarse y aprovecharse personal, familiarmente y en grupo, tanto de los recursos públicos, como de las atribuciones institucionales.
No pocos de ellos, dedicados ya, a “nadar de muertito”, a administrar las desgracias y sobrevivir manipulando el escándalo; eso sí, con expertos financieros y administradores aferrados a gastar más y endeudar más, total que paguen los que vienen.
Ante la falta de resultados positivos, el cambio no llega y los hechos muestran los alcances negativos de las obligaciones y promesas incumplidas.
Bien se sabe, que es difícil fortalecer el estado de derecho, con instituciones cada vez más debilitadas, socavadas y dañadas, que fácilmente caen en insuficiencia e ineficiencia, corrupción y delincuencia. El debilitamiento institucional es una realidad, de graves consecuencias.
La Universidad que quiso ser
En este contexto, un amplio grupo de universitarios, se reúnen en Xalapa para recordar y valorar el esfuerzo realizado por Roberto Bravo Garzón, quien es historia en el servicio público, por su probada honestidad y capacidad, pero sobre todo por su don de gentes, por su hombría de bien.
Reuniones en donde amistad, gratitud y recuerdo predominan; y, en las que sobresale la leal y amorosa presencia de sus familiares. Destacándose siempre: Lety, Laura, Citlálic y Raul, dignos descendientes del Maestro Bravo.
Gracias a su invitación y de otros participantes, asistí al emotivo homenaje a su obra y persona, organizado por la asociación “Egresados Universidad Veracruzana” que preside Lulio Valenzuela.
Todos reunidos para recordar las mil y un anécdotas y hechos vividos con el Maestro. Así, escuchamos a Martha Moreno Luce, “Billy” Barclay, Miguel Álvarez, Enrique Levet , Angélica Gutiérrez y Gerardo Gallegos.
El ambiente se llenó por momentos de filosofía, derecho, arte, administración, contabilidad, economía, pedagogía, teatro, música, danza, pintura, matemáticas, física , química y deporte.
Breves y ejemplificadoras citas de los participantes, que llevaron a recordar hechos, esfuerzos y logros; y también, a valorar sueños y objetivos, a no olvidar ideales y pendientes.
Entre ellos, el de la Universidad que debe ser institución de solución y no reiterada posposición; oportunidad abierta y no garantizado rechazo; y a no ignorar, que presente negado es futuro cancelado.
Sin duda, en el citado homenaje todos aportaron inolvidables ejemplos y vivencias, unas y otras valiosas partes de ese gran legado. Pero además, palabras más palabras menos, llamó y llama la atención y trasciende, la evocación y referencias hechas por Enrique Levet , Miguel Álvarez y Angélica Gutiérrez y otros de los participantes, respecto a lo que avanzo y caracterizó a la UV en su tiempo; y que hoy sigue siendo una de las obligaciones ineludibles de la educación superior pública, reiteradamente apoyada y promovida por el Maestro Bravo: la descentralización como una de las formas de cumplir con hechos a jóvenes y adultos, que demandan educación superior.
Oportuno recordatorio, inteligente forma de actualizar y sumarse al merecido homenaje, que es responsabilizarse del presente y prever el futuro previsible.
Sin duda, ese impulso y legado es ejemplo y esperanza, que trasciende y persiste en la Universidad que quiere ser; que no se conforma y adapta a la mediocridad de la resignación y la adopción del rechazo como respuesta; y que insiste en poder ofrecer, oportuna y suficiente respuesta positiva, al derecho y aspiración a la educación superior.
Debilitamiento institucional, agravado por el persistente y notorio esfuerzo neoliberal de debilitar y destruir las expresiones del Estado de Bienestar; como las del garantizado acceso público y gratuito a servicios públicos de seguridad, movilidad, educación y salud.
Debilitamiento y falta de previsión propia, que ha llevado a la UV a la peor situación financiera de su historia, a pesar de la singular movilización en su defensa.
En fin por ahora, hágase extensivo el homenaje al Maestro, con cariño.
Son tiempos propicios, para empezar por recordar que en cuanto a la Universidad, es obligación permanente impulsar su fortalecimiento institucional interna y externamente; demandar al gobierno federal y al estatal el apoyo puntual necesario, así como la reparación efectiva del daño causado; y desde luego, identificar responsabilidades, fortalezas y debilidades propias, al propiciar e impulsar la evaluación y participación interna y externa.
Se otorga representación y poder oficial, para poder; se es servidor público para servir. ¿O qué?
*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH