La diputada local panista Cinthya Lobato Calderón dirigió sus misiles al presidente de la Junta de Coordinación Política en la Legislatura del Estado, Sergio Hernández Hernández.
La también ex diputada de Convergencia por la Democracia, hoy Movimiento Ciudadano, reconoció lo que ya se ventilaba en los pasillos del legislativo estatal: la distancia que le separa tanto del partido albiazul, como de quienes tienen el control de su bancada.
Ante medios locales, Lobato Calderón aclaró que no tiene la intención de renunciar al Partido Acción Nacional, pero adelantó que mantiene su postura de exigir mayor transparencia en el ejercicio de los recursos de su grupo legislativo. De igual forma, dijo que tomará la decisión en torno a su permanencia en la fracción panista una vez que concluya el presente proceso electoral.
No sería la primera ocasión en que Cinthya Lobato decida separarse del instituto político que la llevó a una curul local; en marzo de 2007, cuando representaba a Convergencia, renunció a partido de Dante Delgado para declararse diputada independiente y posteriormente pasar a las filas del PAN. En esta ocasión, se dice, podría ocurrir algo similar, sobre todo después de que decidiera hacer públicas sus diferencias con quienes tienen el control de la bancada, de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y, por consiguiente, del presupuesto del Poder Legislativo.
La diputada plurinominal insistió en el tema de la necesidad de transparencia en la Legislatura y, de manera implícita, puso como ejemplo de opacidad la asignación de contratos con medios informativos por parte de la Jucopo.
La distancia entre la mencionada legisladora local y el Partido Acción Nacional, nos comentan, comenzó a marcarse prácticamente desde la pasada campaña de 2016; Lobato Calderón fue abanderada por el blanquiazul a la diputación local por el distrito XI y también fue incluida en la lista de candidatos por la vía de la representación proporcional. En el panismo se comentó en su momento que Cinthya Lobato trabajó a medio gas porque sabía que de cualquier manera, ganando o perdiendo, sería legisladora; no pensó que ello podría afectar a su candidato a gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares. Incluso, se habló de alguna cercanía de la actual diputada con prominentes miembros del Revolucionario Institucional.
Esas versiones se fortalecieron cuando los diferentes grupos distribuyeron las comisiones legislativas; en el equipo de Cinthya Lobato se especulaba por esos días que la diputada podría llegar a la presidencia del Congreso, que al final fue una posición asignada a María Elisa Manterola Sainz, quien sí ganó su distrito.
No sólo eso; en esa distribución de espacios, Lobato Calderón fue casi excluida, dado que las comisiones de mayor peso e importancia fueron asignadas a otros diputados; sólo tuvo las de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal y la Especial para los Festejos del Centenario de la Constitución.
Lo mismo ocurre en cuanto a las relaciones de la todavía legisladora panista con las altas esferas del gobierno del estado.
A ese distanciamiento obedece que en las últimas semanas haya corrido la especie en el sentido de que Cinthya Lobato podría dejar al PAN para declararse diputada independiente o sumarse, en otro escenario, al Movimiento de Regeneración Nacional, Morena.
Si hace un año, en 2016, Cinthya Lobato hubiera ganado el proceso electoral en su distrito, probablemente hoy estaría haciendo campaña para la alcaldía de Xalapa, en lugar de Ana Miriam Ferráez, o bien perfilada a la candidatura al Senado de la República en 2018; en vez de eso, hoy se encuentra distanciada del gobierno estatal, del Partido Acción Nacional y de su propia bancada en la Legislatura del Estado. @luisromero85