Presionado por la opinión pública y por algunos de sus militantes, hace un par de meses, el 20 de marzo, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN tuvo que salir a negar en un comunicado que el excontralor duartista Ricardo García Guzmán fuera a ser su candidato a la alcaldía de Pánuco, no obstante que a finales de febrero el cuestionado exfuncionario estatal se había registrado oficialmente como precandidato del partido blanquiazul.
El CEN que preside Ricardo Anaya indicó que para el nombramiento de candidaturas en Veracruz sería la Comisión Permanente la encargada de aprobar a los aspirantes de la alianza en los casos que le correspondían al PAN encabezar un municipio, como era el caso de Pánuco. Sin embargo, de antemano, en el documento se subrayaba que García Guzmán no sería el representante de Acción Nacional para dicho puesto de elección popular en las elecciones del próximo 4 de junio, no obstante que en un oficio publicado el 2 de marzo en los estrados del Comité Directivo Estatal y firmado por el secretario general Carlos Alberto Valenzuela González se había declarado procedente el registro del excontralor como precandidato.
Empero, al no ser militante del blanquiazul, su precandidatura debía ser validada por el Comité Ejecutivo Nacional, lo que finalmente no procedió también por las críticas de otros partidos que comenzaron a vincular al PAN con el exgobernador Javier Duarte, por ese entonces todavía prófugo.
García Guzmán no fue candidato, pero terminó imponiendo a un incondicional: Fernando Molina Hernández.
La historia de la abortada candidatura del excontralor se rememora para exhibir la incongruencia del PAN y de su grupo legislativo que coordina el diputado Sergio Hernández, ya que en su afán por retener el control político y administrativo del Congreso local está por incorporar a su bancada al diputado Rodrigo García Escalante, quien no sólo es hijo de García Guzmán sino que también fue director de Inversión Pública en la Sefiplan. Este diputado treintañero, que llegó al Congreso por Duarte y el partido del tucán, dependía del subsecretario de Egresos Carlos Aguirre Morales, actualmente prófugo.
Este miércoles, sin embargo, cuando los reporteros le preguntaron al coordinador legislativo del PAN si también invitarían a formar parte de su grupo a la diputada Eva Cadena, recién separada de MORENA por los videoescándalos, Hernández de manera tajante lo rechazó.
¿Por qué al hijo del excontralor y también exfuncionario duartista sí lo admiten y no a la diputada de Las Choapas, quien fue exhibida recibiendo dinero en efectivo de un particular para su campaña municipal? ¿Acaso ya se les olvidó que durante su gira proselitista por Pánuco, en mayo de 2016, el ahora gobernador Yunes Linares denunció a García Guzmán de ser “tapadera de Duarte”, que por eso el mandatario priista lo había nombrado en la Contraloría, mientras que a los hermanos Ricardo y Rodrigo García Escalante, el entonces abanderado de la alianza PAN-PRD los acusó de saquear las arcas del Ayuntamiento e inclusive de tener vínculos con la delincuencia organizada?
Entrevistado sobre su incorporación al grupo legislativo de Acción Nacional, Rodrigo García dijo que lo solicitó para trabajar por el estado. “Creo que Veracruz necesita que trabajemos todos juntos, que el cambio siga”, respondió este mozalbete, quien en el sexenio del gobernador priista Miguel Alemán Velasco, en el que su padre también se desempeñó como contralor, fue implicado en el crimen del joven estudiante Manlio Humberto Palomeque Ruiz, el cual fue asesinado a patadas por una banda de juniors conocida como “Los Porkys” que lideraba el ahora flamante diputado neopanista.