En una decisión polémica, que lo mismo generó reacciones de rechazo que de aprobación, este miércoles el cabildo de la capital del estado autorizó la construcción de un gasoducto que con casi 12 kilómetros cruzará las avenidas Lázaro Cárdenas y 20 de Noviembre, el Circuito presidentes y la carretera Xalapa-Coatepec.
El alcalde xalapeño, Américo Zuñiga Martínez, negó que dicha obra esté llamada a convertirse en una bomba de tiempo; dijo que no pondrá en riesgo a los asentamientos de la zona y que su aprobación obedece a que dicho proyecto ya contaba con el aval de las diferentes instancias de gobierno, desde la Federación hasta el Gobierno del Estado.
El edil recordó que el gasoducto fue aprobado por el cabildo porque existen estudios serios tanto de impacto ambiental como de protección civil, como el presentado en junio de 2015 por la Comisión Reguladora de Energía.
La obra, sin embargo, es motivo de rechazo por parte de organizaciones civiles y grupos ambientalistas.
Por otro lado, el tema se volvió bandera política en el contexto de la contienda por la presidencia municipal de Xalapa: el candidato del PRI-Verde, Alejandro Montano Guzmán, por ejemplo, se pronunció por un amparo contra el gasoducto y un plebiscito para conocer la opinión de los xalapeños, aunque el tema del recurso legal contra la construcción ya condiciona la respuesta ciudadana.
Montano Guzmán se reunió con integrantes de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción, ante quienes se pronunció por un “consenso general” para conocer la opinión de los habitantes del municipio.
El priista parece ignorar que el asunto relacionado con el gasoducto ya ha sido discutido desde hace un par de años; en pocas palabras, la vida en Xalapa no comenzó el dos de mayo, con el arranque de las campañas.
Como sea, las palabras del abanderado del tricolor no sólo fijaron una postura con relación al gasoducto, sino que revelaron una confrontación, al menos un diferendo, entre el candidato priista y el actual presidente municipal, Américo Zúñiga Martínez.
Por su parte, el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, Pedro Hipólito Rodríguez Herrero, con más cartas credenciales en el tema ambiental, también se refirió al tema; calificó la medida del cabildo como ilegítima y señaló que el gasoducto no beneficiara a Xalapa, sino únicamente a una empresa transnacional, Nestlé.
La propuesta del abanderado de Morena no sólo incluye una consulta a la sociedad, sino la opinión de colegios de profesionales.
La candidata de la alianza PAN-PRD, Ana Miriam Ferráez Centeno, decidió mantenerse al margen y pasar la pelota a la cancha del actual cabildo; apuntó que a este ayuntamiento, y no al próximo, le corresponde decidir, aunque aclaró que debe darse prioridad al tema de la protección civil.
Lo interesante, sin embargo, no son las reacciones de los candidatos que, salgo alguna excepción, hablan sin demasiado conocimiento sobre el tema, sino el movimiento de resistencia que, sin duda, será intensificado por vecinos, organizaciones sociales y grupos ambientalistas.
PRI, la inminente renovación
Tan malas proyecciones existen al interior del Partido Revolucionario Institucional en cuanto a los resultados del presente proceso electoral, que ya comienza a manejarse el inminente relevo del actual dirigente del Comité Directivo Estatal, Renato Alarcón Guevara.
En el priismo se consideraría un triunfo, dadas las circunstancias electorales, que el partido logre más de 50 o 60 ayuntamientos, de los 212 en disputa.
Lo más probable, nos dicen, es que con todo y la alianza con el Verde, el PRI no llegue a 40 triunfos y que éstos se alcancen en municipios pequeños. Así, la suerte del actual CDE estaría prácticamente definida.
Renato Alarcón no celebrará la Independencia Nacional al frente del partido en Veracruz.
Oye Veracruz, la crisis de los medios
El cierre del periódico Oye Veracruz, que hasta este martes 16 de mayo se editó en la capital del estado, refleja la profunda crisis que enfrentan los medios informativos en una entidad que hasta hace un par de años parecía saturada de empresas periodísticas.
El medio dirigido por Santos Solís Ríos arrancó primero como tabloide semanario, en octubre de 2010, cuando estaba a punto de concluir el sexenio de Fidel Herrera Beltrán; Oye Veracruz se convirtió en diario y se posicionó muy rápido entre los consumidores xalapeños de periódicos, debido a un buen diseño y a una interesante plantilla de articulistas y columnistas.
Este martes, la crisis de los medios informativos en la entidad y muy probablemente la falta de contratos de publicidad terminaron por provocar que dicha empresa decidiera bajar la cortina como periódico y mudarse a una plataforma digital, porque es un hecho que una página de Internet no implica los elevados costos de impresión, ni el fuerte gasto en distribución, insumos y mantenimiento de talleres.
Lamentable, el cierre de Oye Veracruz trae consigo el despido del personal de edición y diseño, de los operadores de los equipos de impresión, así como de quienes se dedicaban a la distribución, vía reparto o venta en cruceros.
El cierre de cualquier empresa lícita es siempre una mala noticia.
El caso del impreso de Santos Solís se suma a otros que de forma reciente han corrido con la misma suerte: al iniciar el presente año, el periódico Política, fundado por Ángel Leodegario Gutiérrez, que tuvo su etapa más importante en las décadas de ochentas y noventas, también dejó de tirarse, al igual que Marcha, fundado en 1996 y dirigido por Saúl Contreras Beltrán, que se convirtió, al igual que Oye Veracruz, en página de internet.
Punto y Aparte, semanario fundado por don Froylán Flores Cancela en 1978, lucha por mantenerse en activo a través de Internet; en tanto que Capital Veracruz, medio del empresario de origen mexiquense Luis Maccise Uribe, cerró sus talleres y anunció que se mudaría a una plataforma digital el año pasado, pero tampoco tuvo éxito y terminó por recoger el mobiliario y despedirse.
De igual forma, de manera extraoficial se habla con insistencia del inminente cierre de otros impresos de la capital veracruzana, como El Portal, propiedad del actual candidato del PRI a la presidencia municipal, Alejandro Montano Guzmán; y El Heraldo de Xalapa, cuyo dueño es el abanderado del Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Martínez de la Torre, Eduardo Sánchez Macías. La empresa del ex diputado también redujo al Diario de Tantoyuca a su mínima expresión y dejó de editar su semanario Tierra Verde, enfocado al sector agropecuario.
La crisis que enfrentan los medios informativos en la entidad, acentuada por la falta de contratos publicitarios y convenios gubernamentales, afecta prácticamente a todas las empresas periodísticas, salvo muy contadas excepciones, que son los que dependen en gran parte de la circulación o venta al público, como La Opinión, en zona norte; Diario de Xalapa, en la capital; Notiver, en Veracruz-Boca del Río; y Diario del Istmo, en la región sur.
Otros esfuerzos periodísticos, difundidos como páginas digitales, también han cerrado sus puertas en el último año en Veracruz; es el caso, por ejemplo, de Radiover, propiedad de Juan Antonio Nemi Dib, que dirigió Flavio Morales; y de Veracruzanos.info, que encabezó Billie Parker Méndez.
Lo peor, se comenta en el medio, es que otras páginas de internet y otros impresos veracruzanos, sobre todo pequeñas empresas, estarían a punto de cerrar sus puertas. @luisromero85