Este fin de semana estuvieron en Veracruz el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza y el dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador (bueno, el Peje ya vive aquí). Y mientras el primero se ocupó en denostar al tabasqueño, éste sigue acumulando puntos a favor de su partido en una lucha que ya se antoja dispareja porque el Peje va ganando por paliza.
Desde otra trinchera, la guerra de declaraciones de Miguel Ángel Yunes Linares contra Andrés Manuel, le está haciendo a éste los mandados.
¿A qué se debe que mientras más le pegan más se acomodan las fichas a favor de AMLO?
Ochoa Reza es dirigente de un partido que apesta a corrupción y latrocinio por todos lados. Sin ir muy lejos, el anterior gobernador de la entidad, el ladrón más grande de la historia, salió de las filas del PRI. A esto hay que agregar que nueve sujetos, entre gobernadores y ex gobernadores tricolores, son acusados de lo mismo y hasta el momento pocos son los encarcelados.
Esto ha provocado frustración e irritación ciudadanas.
Por otro lado, el presidente Enrique Peña también es señalado de corrupto y es el sujeto más impopular del país. El país por su parte, está en una situación de auténtico desastre por la inseguridad que trae aparejadas la criminalidad, la extorsión y el secuestro.
El comentario generalizado es que Enrique Peña no ha podido con el paquete. Y todo eso lo está canalizando el Peje a la perfección.
¿Y qué pasa con el PAN?
Pasa mucho y no es muy bueno. El gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares ha sido incapaz de cumplir su promesa de acabar con la inseguridad y anda dando bandazos. En los primeros cinco meses de su gobierno se perpetraron 687 ejecuciones en la entidad y la cifra aumentará ineludiblemente en mayo. (Este domingo fueron ejecutados y decapitados dos individuos en el municipio de Moloacán).
Yunes Linares está más ocupado en pelearse con AMLO por las redes sociales, que en atender el urgente problema de la criminalidad que ha convertido a Veracruz en uno de los estados más violentos e inseguros de México.
Ambos, Yunes y Andrés Manuel, se han acusado hasta la saciedad de corruptos. Pero la percepción ciudadana favorece al Peje ya que mientras éste no tiene ninguna demanda en la PGR, el choleño tiene varias en los archivos de esa dependencia.
Todo esto ha sido el caldo de cultivo que tiene a Andrés Manuel arañando los cuernos de la luna.
Cuando faltan exactamente veinte días para acudir a las urnas, la lucha en Veracruz se centra entre el PAN y Morena. El PRI está siendo relegado al tercer lugar.
En el Estado de México, la candidata de Morena a la gubernatura Delfina Gómez, ha provocado insomnio entre los asesores del candidato priista Alfredo del Mazo y en el mismo candidato al que le pisa peligrosamente los talones.
De tener una amplia ventaja sobre Delfina, es ahora la maestra la que tiene a Alfredo a tiro de corcholata y es probable que en las siguientes encuestas lo rebase.
Si Morena gana al menos un tercio de las alcaldías en Veracruz y la gubernatura en el Estado de México, es casi un hecho que el próximo presidente de la República sea Andrés Manuel López Obrador, con lo que habremos salido de Guatemala para que nos lleve la ching… Sí eso.
Veremos qué pasa.