El pasado 13 de octubre fue jueves. Por la mañana Flavino Ríos Alvarado llegó a Palacio de Gobierno a ocupar la oficina que hasta horas antes había sido de Javier Duarte de Ochoa. Flavino había sido nombrado la víspera, gobernador interino por el Congreso local.

El nuevo mandatario estatal recibió los parabienes de quienes lo felicitaron por haberse sacado el tigre de la rifa, y minutos después nombró como Secretario de Gobierno a Genaro Mejía, que hasta ese momento había fungido como Subsecretario de esa dependencia.

De esto hay constancia en videos, fotografías y notas periodísticas. La información se envió a los medios estatales y nacionales para su difusión.

Todo mundo supo de ese nombramiento. Bueno… no todos. Al parecer la juez Alma Aleida Sosa Jiménez no se enteró y eso bastó para negar la libertad bajo caución a Flavino e iniciarle un juicio por abuso de autoridad, tráfico de influencias y encubrimiento.

¿En qué se basó la juez para dictar su veredicto? En que la defensa no aportó pruebas para hacer constar que su defendido se encontraba en Palacio de Gobierno ese jueves entre las 9 y 10 horas, y no en el aeropuerto de El Lencero gestionando el préstamo de un helicóptero para que Duarte se pelara.

¿Y los videos y las fotos y las notas, no son pruebas?

Al parecer no.

En otro juzgado y en otra entidad, Ríos Alvarado hubiera obtenido su libertad bajo caución, pero aquí estamos en Veracruz y si el minatitleco salta esa tranca, le pondrán otra más alta porque la consigna es joderlo.

La consigna es que pase el mayor tiempo posible en la cárcel porque su acusación es producto de una venganza personal y no un asunto jurídico.

Insisto y reitero. Lo bueno del juego que están jugando con Flavino, es que tiene desquite.

Matanzas y un asesinato

El viernes pasado un comando armado ejecutó a cinco hombres en la colonia López Mateos de Coatzacoalcos. El sábado, dos personas fueron asesinadas por unos sujetos armados en la colonia Francisco Villa, también de Coatzacoalcos.

Ese mismo sábado, pero en Coxquihui, un enfrentamiento entre policías municipales y delincuentes dejó un saldo de ocho muertos; cinco de ellos eran policías. Uno de los asesinados fue el cuñado del alcalde Riveriano Pérez Vega. Y también murieron una mujer y un agricultor.

En total quince personas murieron a balazos en dos municipios en menos de 48 horas.

El domingo por la mañana fue cobardemente asesinado el periodista Ricardo Monlui Cabrera a manos de sujetos desconocidos. Ricardo y su esposa salían de un restaurante en el municipio de Yanga cuando fueron alcanzados por las balas. El periodista murió en el lugar de los hechos y su esposa resulto herida.

Este crimen que consternó al medio periodístico y a la sociedad veracruzana, es el primer asesinato del bienio yunista y deja muy mal parado al gobernador que prometió protección a los representantes de los medios de comunicación.

Sobre las matanzas en Coatzacoalcos y Coxquihui casi no se ha dicho nada. ¿Para qué? Y sobre la muerte de Ricardo se dijo lo de siempre en estos casos: que se siguen tantas líneas de investigación, que se brindará apoyo a los familiares de la víctima y que el crimen no quedará impune.

Es preocupante que el gobernador no entienda que los veracruzanos votaron por él porque aseguró que metería a la cárcel a los ladrones del sexenio anterior (y del anterior al anterior) y que Veracruz volvería a ser una entidad segura.

Nadie lo hizo por su acrisolada honradez, ni porque prometió más hospitales, más escuelas y más atención a niños y ancianos.

Las escuelas, hospitales y demás promesas, le valen corneta a la raza jarocha que está exigiendo seguridad y justicia. Y no le han dado ni la una ni lo otra.

Una buena

En medio de tanta desgraciadez da gusto saber que el PAN nacional le negó la candidatura a la alcaldía de Pánuco al ex contralor Ricardo García Guzmán, que ya se hacía heredando el cargo de su hijo que es el actual munícipe.

Mediante un comunicado, el Comité Ejecutivo Nacional dio a conocer que para el nombramiento de las candidaturas en Veracruz, será la Comisión Permanente de dicho partido la encargada de aprobar a los candidatos, y negó que García Guzmán se perfile como uno de ellos.

Con lo anterior el PAN le dio un manazo a Miguel Ángel Yunes Linares que pensó que seguía en el PRI y podía colocar candidatos a su antojo.

bernardogup@nullhotmail.com