La violencia que se registra en Veracruz es tan alarmante como los niveles de la pobreza de población de la entidad.
Prácticamente no hay día en que no se produzca un hecho sangriento en el estado que hoy es gobernado por Miguel Ángel Yunes Linares. Este sábado, por ejemplo, el saldo que dejó un enfrentamiento entre un grupo armado y policías municipales en Coxquihui fue de 8 personas muertas.
Los hechos ocurrieron en dicho lugar, ubicado en la sierra del Totonacapan, a poco más de 56 kilómetros de Papantla y a casi 176 de la capital del estado. Se trata de un municipio con impresionantes cifras de pobreza: más de la mitad de la población, 52.7 por ciento de los habitantes, vive en pobreza extrema, en tanto que nueve de cada diez son pobres (la suma de pobreza moderada y extrema). Por si fuera poco, las cifras del Coneval consignan que 3 de cada diez enfrentan carencias por acceso a la alimentación.
Pues bien, fue en Coxquihui, ese empobrecido lugar de la sierra del Totonacapan, donde este sábado se registró una balacera que dejó un saldo de cinco policías y tres civiles muertos… mientras en Papantla se desarrollaban las actividades programadas en el marco de la Cumbre Tajín.
Un hecho lamentable el ocurrido en el camino a la comunidad de El Ojite de Matamoros, que deja en evidencia las condiciones de desventaja que en muchas ocasiones, como en esta, tienen las policías municipales frente a los grupos delincuenciales.
Con los citados niveles de pobreza de ese municipio y con el reducido presupuesto del ayuntamiento, es muy fácil imaginar las condiciones en que opera la policía municipal de ese lugar, que durante años ha estado bajo el control político del grupo de Reveriano Pérez Vega.
Sin buena capacitación ni equipo, con mala capacidad de fuego y rebasados por la presencia delincuencial, la suerte de los elementos de la policía de Coxquihui no podría ser diferente cuando enfrentaron al grupo que acabó con sus vidas.
Ese, sin duda, fue uno de los hechos sangrientos que marcaron el fin de semana.
La enorme fosa del Golfo
Días antes, Veracruz volvió a ser tema en la prensa nacional e internacional con el hallazgo de más fosas y restos humanos. El pasado 14 de marzo, el fiscal veracruzano, Jorge Winckler, confirmó el hallazgo de unos 250 cráneos en lo que podría ser el cementerio clandestino más grande del país.
Lo peor es que las autoridades no descartan encontrar más restos humanos en esa enorme fosa común en que se ha convertido el territorio estatal.
El día 16 de este mes, los medios nacionales consignaron también el hallazgo de más cuerpos en un predio ubicado en la comunidad Arbolillo, del municipio de Alvarado. El Universal, por ejemplo, consigna que de 2011 a 2016 se descubrieron 257 fosas clandestinas, sin contar con el hallazgo de Colinas de Santa Fe. En total, se habla de 23 mil 157 restos humanos, así como 213 cuerpos.
Las cifras del duartismo también incluyen cinco mil 785 desaparecidos; de ellos, unos dos mil 240 no han sido localizados.
El mayor problema para la Fiscalía será, nos dicen, la capacidad para la contratación de las empresas especializadas en estudios periciales, como en la identificación del ADN, por ejemplo, dado que se tratará de un esfuerzo económico, y sobre todo humano, considerable.
Por otro lado, además de las fosas clandestinas halladas en territorio estatal, todavía está pendiente el asunto relacionado con las inhumaciones irregulares en panteones veracruzanos, como el Palo Verde, de Xalapa, donde una cantidad todavía no determinada de cuerpos de personas desconocidas fueron depositados sin previa identificación.
Esas inhumaciones irregulares, nos comentan, podrían convertirse en noticia próximamente, sobre todo por la irresponsabilidad con que actuaron las autoridades, al sepultar cuerpos sin apegarse a los protocolos para la identificación.
Flavino y la supuesta negociación gobierno-PRI
Quien pensaba que la aprobación de la reestructuración de la deuda pública de Veracruz, en el Congreso del estado, obedecía a una supuesta negociación entre el gobierno estatal y el PRI para permitir la excarcelación del ex gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, simplemente se equivocó.
Flavino Ríos permanecerá, al menos por el momento, internado en el penal de Pacho Viejo. Este sábado, la jueza Alma Sosa Jiménez, vinculó a proceso al dos veces secretario de gobierno, a quien se acusa por haber facilitado la huida del ex gobernador Javier Duarte, hoy prófugo de la justicia.
En la audiencia de vinculación a proceso se determinó este sábado que el ex gobernador interino permanecerá un año en el penal. Mientras eso ocurre, otros ex funcionarios, señalados por presuntos actos de corrupción y por el saqueo registrado en el gobierno del estado, siguen disfrutando de la libertar.
La cacería contra corruptos, la cruzada contra la impunidad, parece que camina despacio en Veracruz; por eso se ha fortalecido la versión de que a Flavino Ríos lo capturaron porque fue el miembro del duartismo que corrió más lento; o más bien, que no corrió.
Obras detenidas por falta de recursos federales
Este lunes, el alcalde Américo Zúñiga Martínez tiene previsto inaugurar tres importantes obras para Xalapa. Se trata de las pavimentaciones con concreto hidráulico de las avenidas Primero de Mayo y Acueducto, así como el Puente “Juventud” que comunica a la zona universitaria con el complejo de la USBI. Son obras que en paquete suman más de 34 millones de pesos.
Por cierto, al ayuntamiento de Xalapa todavía le adeudan, en el gobierno del estado, 260 millones de pesos de recursos federales; de los cuales, 35 millones de pesos corresponden al Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM) 2016, que dejó pendiente la administración estatal anterior.
Esta situación ha provocado que se detuvieran 28 obras de infraestructura para la ciudad.
Zúñiga Martínez ha pedido que la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) considere los adeudos que se tienen con los municipios luego de la aprobación de la reestructuración de la deuda del estado de Veracruz, y desde luego que sí, la razón le asiste. @luisromero85