Los seres vivos se mueven por instinto. En una movilidad constante, se desplazan de determinadas áreas,en más de las veces por sobrevivencia.
Los migrantes son seres con Derechos Humanos, y no sólo agentes en busca del, y para el desarrollo económico. No se debe considerar a los migrantes como víctimas sin defensión o como delincuentes. Por ello existe la obligación del Estado de combatir las expresiones de racismo y xenofobia, así como de formular cargos contra los perpetradores de actos de discriminación y/o violencia contra los migrantes.
En la escena del juicio final (Mateo 25:31-46), Dios llama a los salvos y los bendice,recordándoles : «Anduve como forastero y me disteis alojamiento».
Jesús nace como migrante, porque sus padres, que habían llegado de Nazaret a Belén, para un censo, no encuentran albergue, y su madre María, se ve en la necesidad de dar a luz en un modesto establo, colocando a su primogénito en un pesebre.
La familia sacra o sagrada familia, es propiamente refugiada,ya que se ven obligados a huir a Egipto,en busca de protección contra la persecución y matanza de Herodes.
En el Cristianismo asistir al extranjero es una condición de salvación,y desde la edad media se establecieron algunos templos como espacios inviolables. Las iglesias eran (y son) recintos dispuestos para la protección de refugiados,de este modo, quien ingresaba a un templo, en busca de protección,en condición de refugiado o migrante, proclamaba la frase: «me acojo a sagrado». Esta práctica de asilo, se remonta a los textos y tradiciones de varias sociedades antiguas.
La globalización es la dinámica que moviliza los procesos interrelacionados a nivel mundial. Esto está provocando que la migración, esté cada vez más presente.
El constante endurecimiento y adversidad, del costo de la vida, fomentado por los sistemas económicos imperantes,así como las dificultades y crisis mundiales, que se presentan con más crueldad en los países en «vías de desarrollo», y el continuismo de regímenes opresores (la opresión es una variante de la corrupción), motivan aun más, esa siempre existente búsqueda, de una vida mejor, que muy difícilmente puede forjarse en el país o comunidad de origen, de quien se ve obligado a migrar.
La migración, es tan antigua, como la misma historia de la humanidad. Pues es naturaleza del hombre encontrar un espacio o lugar que satisfaga sus necesidades elementales.
Las razones o motivos para el desplazamiento han variado; de desastres naturales,guerras internas o mundiales, hasta el proceso de mundialización, que son la consecuencia de flujos migratorios.
Los Derechos Humanos, en este sentido, son una constante, e involucra a las más diversas disciplinas, con sus características fundamentales, como la inherencia (unión de cosas inseparables), universalidad e inalienabilidad. Valores necesarios para la vida digna de las personas.
Tomando en cuenta estos valores, si una persona o personas, están siendo degradadas en su país de origen, y viéndose limitadas en el respeto de sus Derechos Humanos, es natural, y un Derecho al mismo tiempo, que quieran huir hacia un lugar distinto.
Veracruz (México), entidad que es paso obligado de flujo de migrantes hacia la frontera norte,encontramos en su capital Xalapa, en diversos lugares, principalmente en los cruceros, a personas de diferentes nacionalidades solicitando ayuda económica para continuar su viaje.
Veracruz, es escenario de migración irregular, sin establecer un orden jurídico y de Derechos Humanos, que lo ha convertido en una zona permanente de excepción.
Esta condición, ha llevado a una constante violación a los Derechos Humanos, ya que se han suspendido las condicionantes garantes del marco jurídico establecido en el Derecho Internacional. Enfrentando los migrantes, una realidad social de exclusión,provocando que las personas en tránsito salgan del contexto nacional e internacional, que debiera protegerlos en todo momento.
Este problema, del control que debería ejercer el Estado, sobre personas en movimiento, ha alcanzado límites que superan los umbrales de intervención en el país de origen del migrante, y en los de tránsito, provocando en el individuo motivación de superar per se, las adversidades socio-económicas, franqueando los controles limítrofes establecidos,llamados fronteras, y que conceptualizan al migrante, como sospechoso, al transitar por territorios que no son de su nacionalidad, con las dificultades que implica este tipo de desplazamiento.
Giorgio Agamben (filósofo italiano), refiere que el uso de mecanismos de control social, se respaldan en el paradigma de la seguridad. Agamben denomino a los controles electrónicos para las personas que desean ingresar a los EEUU «tatuaje biopolítico», debido al control ejercido sobre los individuos con dispositivos tecnológicos, lo que ha alcanzado límites extraordinarios. Y estos umbrales de control y manipulación de los cuerpos, realizados a través de tecnologías cada día más sofisticadas, marcan o determinan la esencia del poder soberano dentro del biopoder (fundado en el concepto de biopolítica, desarrollado por el filósofo francés Michel Foucault,1926-1984). En este proceso de administrar la vida, Foucault realizó una aproximación al poder soberano ;ya que la vida, se habría vuelto un objeto del poder, pretendiendo y alcanzando el control de la anatomía y la biología, por parte del Estado.
Michael Hardt y Antonio Negri (teórico literario y filósofo político estadounidense el primero,filósofo y pensador italiano el segundo) , reescriben en su obra conjunta; Imperio (editada por la Universidad de Harvard), este concepto de la biopolítica sobre el biopoder como : «la contribución que marca el discurso del terrorismo, el cual debería en realidad ser llamado,discurso de la globalización», y ahí en ello está el sr. Trump,provocando anomia (desorganización social) en el orden estructural del país más poderoso del orbe.
La complejidad de la movilidad humana, a través de las fronteras internacionales, y a su vez de los límites territoriales, revelan un fenómeno de múltiples dimensiones; económicas, culturales, políticas y sociales que no deben soslayarse desde la perspectiva de los Derechos Humanos.
La migración que está en constante actividad, es un fenómeno de alcance mundial, «que afecta prácticamente a todos los países del mundo» (asamblea general de las Naciones Unidas, la migración internacional y el desarrollo,(nota A/61/515, 13 de octubre, 2006).
Las causas subyacentes de la migración, revelan, situaciones asociadas a la falta de respeto y garantías, principalmente por la pobreza.
Este marco de movilidad humana, reconoce a los Estados, la regulación del ingreso y permanencia, como parte del ejercicio regulatorio del Estado, en el control migratorio.
Este movimiento de personas, de una zona a otra, es un fenómeno ascendente, aunado al hecho de que el crecimiento económico y, por lo tanto el desarrollo, se mantienen estáticos en los países y regiones vulnerables, que se han convertido en un desafío también para la salud pública, como parte esencial y/o fundamental de los Derechos Humanos.