Cuatro días después del bochornoso desaguisado que protagonizó el fiscal yunista Jorge Winckler con los familiares y activistas no gubernamentales que buscan a miles de desaparecidos en Veracruz –vergonzoso incidente que atestiguó el subsecretario de Derechos Humanos de la SEGOB, Roberto Campa Cifrián–, este lunes, como por arte de magia, derivado de una “denuncia anónima”, según la versión oficial, fue descubierta en Córdoba una bodega atribuida al ex gobernador Javier Duarte, en la que fueron halladas, entre despensas, útiles escolares, andaderas y sillas de ruedas, las agendas y diarios personales de la señora Karime Macías, en los que supuestamente aparecen números de cuentas bancarias y los nombres de los cómplices de la esposa del ex mandatario prófugo, con quienes la ex primera dama del estado habría planeado múltiples actos de corrupción.
Casualmente el “hallazgo” de esta bodega fue dado a conocer personalmente en conferencia de prensa por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien luego de “reconocer el trabajo, honestidad, eficiencia y compromiso con la ley tanto de la Secretaría de Seguridad Pública como de la Fiscalía General del Estado”, sólo le cedió la palabra al fiscal Winckler.
Este show mediático obviamente ha despertado cierto “sospechosismo”, pues como recién declaró la directora general de Consultores y Marketing Político, Gisela Rubach –quien fue asesora de Yunes Linares durante su presidencia del CDE del PRI en la sucesión municipal de 1997–, el gobernante del PAN es un político muy hábil para tender cortinas de humo y manipular la información. Rubach apuntó que Yunes no va a reparar en nada para imponer su agenda electoral, tan es así que, dijo, el panista recurrió a una “caja china perfecta”, refiriéndose a la crisis mediática que activó al denunciar en conferencia de prensa la supuesta aplicación de medicamentos falsos a niños con cáncer, un tema muy sensible que usó para atacar sin pruebas contundentes a Duarte y a su enemigo histórico Fidel Herrera, quien recién dejó el consulado de Barcelona para hacer “política interna” en Veracruz.
Lo dicho por Yunes este lunes sobre el último “hallazgo”, ahora en una bodega de Córdoba, es prácticamente la misma historia que panista ha venido relatando a los columnistas políticos de la ciudad de México desde a finales del año pasado. La semana pasada la repitió Alberto Aguirre, de El Financiero, pero anteriormente la publicó en El Universal Carlos Loret, el conductor del noticiero matutino de Televisa.
“Yunes Linares –escribió Aguirre– autorizó el despliegue de las pesquisas sobre la riqueza de Duarte incluso antes de que las autoridades judiciales comenzaran a perseguir al priista. La Auditoría Superior de la Federación ya contaba con evidencia suficiente sobre los desmanes administrativos del gobierno veracruzano, exacerbados en coyunturas específicas: los Juegos Centroamericanos, el Hay Festival, la Cumbre del Tajín, la Cumbre Iberoamericana…
“En el epicentro de todos los excesos de la burocracia duartista estaba Karime (Macías) Tubilla, esposa del político cordobés. Y en el primer círculo, un grupo de excompañeros que con ellos coincidieron en el campus de la Ibero, hace 25 años. Amigos mutuos que los cobijaron durante su estancia madrileña y que abrazaron entusiastamente el ascenso del consentido de Fidel Herrera.
“Las pesquisas pronto llevaron a Moisés Mansur Cysneiros, quien recientemente refirió que Duarte fue su mejor amigo hasta hace una década. Unos meses antes de llegar al poder, Yunes asumió personalmente el control de las pesquisas y, en un peculiar ejercicio de un poder anticipado, se entrevistó con los amigos de Duarte para instarlos a confesar ‘todos sus pecados’. El gobernador electo definió sin empacho: ‘cuando yo me di cuenta de que había debilidad en los cómplices empecé a localizarlos uno a uno y empecé a sentarme con ellos’.
“Entre ellos estaban José Juan Janeiro Rodríguez y Moisés Mansur Cysneiros. Al primero, Yunes lo contactó por medio de un amigo mutuo, lo citó en uno de los restaurantes de la zona hotelera de Polanco y, tras los saludos de rigor, pasaron a una zona restringida, para platicar sin intrusiones.
“Janeiro –refirió el mandatario veracruzano– sin mayor preámbulo reveló los principales engranajes de la red de Duarte. Y se ofreció a contactarlo con Mansur, quien inicialmente rechazó la propuesta de una reunión, pero Yunes lo convenció con un argumento de peso: su esposa estaría entre los indiciados.
“El encuentro ocurrió en Toronto. Y Yunes lo desarmó sin mayor esfuerzo. ‘Ya sé quién es usted: se fue a Florencia, invitó a 40 personas de la familia de su esposa, rentaron tres aviones, se hospedaron en un castillo y usted pagó su estancia durante 15 días con compras libres. Eso no lo hizo con dinero de usted, lo hizo con dinero de los veracruzanos’, abrió. A partir de allí, Mansur cooperó.”
Aguirre refiere que “a lo largo de su trayectoria, Yunes ha demostrado que es capaz de eliminar cualquier obstáculo, en pos de sus objetivos, ya sean personales, empresariales o políticos”, y que “la persecución de Duarte, sin mayor empacho, ha admitido la filtración de imágenes y testimonios de antiguos cercanos del gobernador priista, hoy prófugo de la justicia, mientras quienes lo traicionaron están en libertad, ¿acaso como testigos protegidos?”
Según el columnista de El Financiero, “recientemente ha habido otras detenciones, que las autoridades federales pronto harán públicas”, consignando como colofón que “tras acabar con la red de corrupción de Duarte”, Yunes “emprenderá una nueva batalla electoral”, y que, “después, enfilará a resolver su pleito con los beltronistas. Al tiempo.”
¿Se referirá acaso al senador priista Héctor Yunes Landa, a quien Yunes Linares buscaría descarrilar de la sucesión estatal de 2018 por los agravios de su primo hermano en la contienda de 2016 por la gubernatura, pero más por el riesgo que el compadre de Beltrones representaría también para el proyecto sucesorio de su junior Miguel Ángel Yunes Márquez, actual alcalde boqueño?
La ‘percepción’ de H. Yunes
Por cierto, el senador Héctor Yunes Landa, quien hace ocho días, al referirse a la violencia incontenible que azota a la entidad, expresó que no es recomendable decir que los veracruzanos sufren una realidad y los gobernantes ven otra diferente con “acontecimientos alternativos” –advirtiendo que, “a este paso, nos acercamos a tener un Trump tropical”–, insistió ayer lunes sobre el mismo tema, al lamentar que la inseguridad haya alcanzado niveles críticos en el estado, por lo que pidió a las autoridades de Veracruz revisar sus estrategias y reforzar la seguridad en algunas zonas.
Yunes Landa citó como ejemplo que, en diciembre pasado, en comparación con el mismo mes de 2015, el delito de robo se disparó en 84 por ciento, homicidios 113 por ciento, secuestros 142 por ciento y violaciones 280 por ciento, con base a información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. “Es decir que la seguridad con este gobierno estatal está peor que antes”, remarcó.
“Desafortunadamente, en lo que va de 2017, la situación se ha agravado; 10 bancos fueron robados en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río y 105 ejecuciones fueron reportadas durante el mes de enero”, detalló, señalando que los medios de comunicación reportaron 17 personas ejecutadas tan solo este fin de semana.
“Esto no es un tema de percepción, reconocer la gravedad del problema debería ser el primer paso para recomponer la estrategia de seguridad y reforzar la presencia policial en algunas regiones donde la inseguridad es el principal problema que aqueja a los ciudadanos”, apuntó.
Por último, Héctor Yunes comentó que los problemas de inseguridad no se resolverán regalando 500 pesos a los saqueadores, ni dando recompensas a delatores. “Es obligación del gobierno estatal actuar con inteligencia, eficiencia y dar resultados a los ciudadanos de Veracruz que hoy demandan el cambio prometido”, concluyó.