“Los secretarios han mostrado poco respeto al poder legislativo” Marijose Gamboa

Todavía ayer hubo quienes (periodistas y abogados) dieron la noticia de la liberación del exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, con el argumento de que el proceso de encarcelamiento del exfuncionario duartista adolecía de irregularidades que permitirían que el señor obtuviera con facilidad su libertad después del sabadazo que le habían propinado.

Sin embargo, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares puso fin a esas especulaciones cuando se burló de los dichos de abogados que aseguran que el exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, preso en Pacho Viejo por enriquecimiento ilícito, saldría libre ya que es un delito menor.

“Me da mucha risa –comentó a representantes de los medios– porque quien se los dice se los dice desde que fue detenido”, afirmó.

Y es que el presidente del Colegio de Abogados en Veracruz, Francisco Ramírez Llaca, dio a conocer que podría salir en libertad y continuar el proceso legal en su contra fuera de la cárcel pues el delito de enriquecimiento ilícito y el de abuso de autoridad no merecen la privación de la libertad hasta que no se compruebe la culpabilidad del acusado.

Yunes Linares, quien es un buen abogado por cierto, comentó: “Puede tener penas privativas de su libertad en caso de que se le compruebe, acuérdense que en el caso del nuevo sistema penal existe el privilegio de la presunción de inocencia pero no está en el catálogo de delito grave, por lo tanto no merece pena oficiosa”, explicó el abogado.

Remata Edel Álvarez Peña

Y con relación a los juicios que se están desarrollando en contra de exfuncionarios públicos, el magistrado Edel Humberto Álvarez Peña, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz, dijo ayer que la aplicación de la ley es criterio de los jueces, se actúa  conforme a  derecho y los procesos todavía continúan.

Expuso que el nuevo sistema penal adversarial constituye un cambio radical en todo el país: la Fiscalía presenta pruebas de un presunto delito y el imputado las que le corresponden, para que el juez sea quien determine la aplicación de la ley.

“Esto es bueno para el ciudadano y está  basado en las reformas que hubo en la Constitución y en derechos humanos; la justicia, tarde o temprano, hará lo necesario con aquellos que cometan delitos”.

Al término de la sesión del Consejo de la Judicatura, el magistrado Álvarez Peña fue consultado sobre más órdenes de aprehensión contra exfuncionarios públicos y dijo: “Estamos atentos a cualquier denuncia para proceder conforme a derecho”.

La Libélula Duarte

Quienes lo conocieron en su infancia y adolescencia, cuentan que era un gordito mofletudo, torpe. A Javiercito Duarte nadie lo invitaba a formar parte de un equipo deportivo porque no servía para nada, cuando jugaba al can can se ponía detrás de un poste y era el primero al que reportaban, su cuerpo ya era del grosor de seis postes juntos, de ese grado era su torpeza.

A la valla, ni se diga, de inmediato lo alcanzaban.

Con los panaderos del horno donde se hacía el producto que su señor padre vendía para mantener a la numerosa familia que engendró lo enseñaron a jugar balero; como le gustaba eso de ensartar, o a jugar con el yoyo, pero cuestiones de habilidades físicas como correr, nada de nada, Javiercito siempre estuvo negado para eso.

Ya grandecito, cuando llegó al cuartito de cuatro por cuatro que compartió con su compadre El Cisne, con Jorge Carvallo y con Chava Manzur, ya era un gordo, siempre sentado recortando los periódicos para hacer la síntesis del Senador, o engullendo tortas y consumiendo cocas a granel. Esa era su vida sedentaria.

Como funcionario, lo conocimos. O estaba detrás de su escritorio o andaba en camioneta blindada, pero hacer tierra, muy contadas veces lo vimos.

Antes de ser candidato del PRI a diputado federal, su jefe Fidel lo obligó a ponerse a dieta para que pudiera aguantar la campaña, era la de él, no la de El Tío que se la llevó de a muertito, sentadito siempre a bordo de un vehículo sin moverse. Pero así como bajó de peso y se fue a campaña, el rebote lo traicionó, se fue a San Lázaro luciendo una voluminosa papada y una panza digna de un concurso.

Su campaña para Gobernador del Estado lo obligó a moverse un poco pero la logística de sus actos la ordenaban de manera que anduviera cómodo, a modo del mofle, por eso en alguna ocasión Fidel lo regañó por teléfono diciendo que andaba “reapendejado”. Y siendo Gobernador, pues, para qué les contamos, la pura comodidad, las comilonas fuertes; los desayunos en casa del Tío Charles eran de garnachas, picaditas, suficiente pan, gorditas de frijol en medio, chilaquiles, jarras y más jarras de jugo de naranja, y toda una mañana en el desmadre con los cuates.

La dieta a la que se sometió en los últimos meses de su estancia en Veracruz fue la que le recomendó Juan Antonio Nemi, a base de jugos y pastillas, nada de chatarra, masa, pan, harinas, azucares, es más casi ni comida porque logró bajar varios kilos, se le veía hasta enfermo. Si a eso le agregamos el coraje que hizo por la derrota de sus candidatos Héctor Yunes (del PRI) y Cuitláhuac García (de Morena), pues más adelgazó, lo que no quiere decir que hubiera adquirido habilidad para moverse, por el contrario, lo que sabemos es que su afición al vidrio o trago se acrecentó; de por si era una de sus graves adicciones pues con las broncas en que anda peor.

¿A qué vamos con todo esto?, a que los rollos que hemos escuchado y leído en medios de circulación nacional, o de declaraciones de la PGR en el sentido de que Javier Duarte de Ochoa anda a salto de mata, huyendo de los agentes que no pueden dar con él o darle alcance porque llegan a lugares donde “acababa de estar” le dieron el pitazo y salió huyendo, son inventos del gobierno federal para hacernos creer que Javier salió más listo que el propio Chapo Guzmán, que no lo pueden atrapar por escurridizo, porque se les pela a tiempo, porque su habilidad es demasiada, superior a la de los cuerpos policiacos de élite que supuestamente lo persiguen.

Nada de eso, lo que nos comenta Pedro Ferriz de Con, en el sentido de que Enrique Peña tiene varios muertos fríos, es cierto, a Javier Duarte lo tienen, desde que se bajó en Canticas del helicóptero del Gobierno del Estado, arraigado en alguna parte, listo para ser presentado en sociedad cuando lo consideren necesario. Desde Los Pinos lo protegen, así como a los miembros de su banda, para tratar de restarle méritos al gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.

Hay que ser demasiado ingenuo para creer que una persona como Javidú, con todo y su señora, pueda evadir, como nos lo quieren hacer ceer, a los polis de la PGR. Lo de la recompensa forma parte del circo, la ofrecen porque saben que nunca la van a pagar a menos que algún vivillo de la Procu la quiera cobrar cuando decidan presentar nuevamente en sociedad al pillo de Javier para encerrarlo en una mazmorra de Puente Grande.

Como dicen nuestros amigos del barrio: no, no, no, las jaladas son aquí.

Reflexión

Patricia Ponce Jiménez, integrante del Grupo Multisectorial VIH, quienes desde hace 12 años funcionan como una contraloría social en el tema de la atención a pacientes con VIH-Sida, da la voz de alerta: hay desabasto de condones femeninos en el sector salud, por lo tanto, las féminas que los usan tienen que entrar en un periodo de abstención hasta que los surtan, o ponerse un revolver en la sien y a seguirle dando vuelo hasta que salgan chispas. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mxformatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas