Escuchar Atrás da Porta, la pieza de Chico Buarque, cantada por Elis Regina implica correr un riesgo, uno sabe que esa voz está a punto de quebrarse y que, si sucede, las astillas irán a parar directo a nuestra alma y la dejarán, como a la de ella, hecha jirones, fragmentada en partículas que habrán de esparcirse por el grisáceo territorio de la orfandad y la desdicha.

Hace 35 años, el 19 de enero de 1982, Elis se cansó de ser un tapete detrás de la puerta o quizá solo llevó sus excesos al límite o quizá fue expulsada de un mundo al que le quedaba muy grande. Ese día, una mezcla de whisky, sedantes y cocaína terminó con toda la grandeza y todo el infortunio de una de las cantantes más expresivas y temperamentales del siglo XX.

Se habló de suicidio, se dijo que se trató de un involuntario exceso letal, se conjeturó que fue asesinada por el alto mando de la dictadura militar brasileña, con la que tuvo una fuerte confrontación a partir de que, en 1969, en una entrevista declaró que su país estaba siendo gobernado por gorilas.

Elis nació para ser sacerdotisa de la voz, a los siete años se presentó en un programa de radio, el pánico escénico la paralizó y no pudo cantar pero cuatro años después, tras tomar algunas lecciones de piano, volvió y su interpretación fue tan conmovedora que obtuvo, a los 11 años, su primer contrato profesional y nunca más dejó de cantar, «nada me detiene cuando el maestro cuenta uno, dos, tres», comentó alguna ocasión.

«En 1965 –según informa el portal Música para gatos– cantó en el primer gran festival de música popular brasileña. Participaba con un controvertido tema llamado ‹Arrastrao› que estuvo a punto de ser prohibido por el la dictadura brasileña. Regina acabó el tema con voz grave, los brazos en cruz y lágrimas en los ojos. Ganó el primer premio y su carrera despegó de forma fulgurante. De repente Elis pasó a ser una absoluta celebridad. Era habitual ver su imagen en portadas de revistas o en la televisión. Con sólo 21 años se había convertido en la artista mejor pagada de Brasil».

Era considerada la cantante más grande de Brasil, ganaba mucho dinero, el mundo se arrodillaba a sus pies, sin embargo, su vida oscilaba entre momentos de gran euforia y lapsos de profunda depresión; era, a la vez, una diosa y la niña insegura que enmudeció de terror ante el micrófono. Su risa era tan elocuente como lacerante su llanto.

En 1967 tuvo su primer gran amor, se casó con el compositor y productor Ronaldo Boscoli, conocido como el Don Juan de Rio, un hombre 16 años mayor que ella, perteneciente a una familia culta y acomodada que se convirtió en su mentor. La relación fue pasional y atormentada mas el encuentro de egos nunca pudo ser conciliado y terminaron por separase.

En el verano de 1972, tras su separación de Ronaldo, un día invitó a un grupo de amigos a su casa para ver la película de Bergman Fresas Salvajes. Entre los invitados estaba el joven César Camargo Mariano, que en ese momento era su director musical. Discretamente, Elis le dio un papelito y él se fue a leerlo al baño. La nota decía: «Me gustas como el carajo. Te deseo como el carajo. Me cago en el mundo». Camargo estaba casado pero secretamente deseaba a la cantante. Cuando leyó la nota, se espantó tanto que se escapó por la ventana del baño.

Al día siguiente, en el estudio, Elis se comportó fría e indiferente ante el músico. Entre los temas que iban a montar, había uno de Chico Buarque que estaba inconcluso. Camargo despidió a los músicos porque, dijo, ese tema sería interpretado únicamente a piano y voz. Pidió que bajaran las luces y Elis interpretó el fragmento de canción con tal intensidad que terminó abrazada al pianista y anegada en llanto. Los técnicos y el productor enmudecieron. La catarsis fue tal que inmediatamente llevaron la grabación a Chico quien, al escucharla, terminó la letra en ese momento. La pieza es, justamente, Atrás da Porta. Así nació una de las canciones más desgarradoras de la música brasileña.

El episodio condujo al segundo matrimonio. César se divorció, se casaron y procrearon dos hijos, ambos cantantes en la actualidad: Pedro Mariano y Maria Rita. Esa unión duró hasta 1980, tras la segunda separación, Regina comenzó a consumir cocaína y sus depresiones fueron en aumento. En 1981 tuvo su tercer romance, se casó con el abogado Samuel McDowell

«1982 –continúa el texto de Música para gatos– se planteaba como un gran reto para la diva. Se había casado con McDowell, había adquirido una nueva casa y estaba a punto de sacar disco con una nueva compañía discográfica. Pero el día 19 de enero una mala combinación de Cinzano y cocaína acabó con su vida.

«La noticia de la muerte de Elis Regina se extendió como la pólvora y a las 2 horas de encontrarse su cuerpo sin vida en la habitación de su domicilio todo Sao Paulo la conocía ya. Decenas de miles de fanáticos acapararon las calles de Brasil en uno de los funerales más impresionantes que se hayan celebrado jamás (…)

Tan sólo dos semanas antes había afirmado con expresión rotunda ‹Soy Elis Regina Carvalho Costa, la mujer que pocas personas van a morir conociendo›.»

La letra de Atrás da Porta, según la versión de Margie Bermejo, dice:

ATRÁS DE LA PUERTA

Cuando en tu mirar
leí el adiós
no lo creí, yo lo dudé
y me extrañé, te pregunté
y me turbé y me volqué
sobre tu cuerpo y te abracé
y me arrastré y te arañé
y me agarré de tus cabellos,
de tu pecho, tu pijama,
de tus pies sobre la cama
sin cariño, sin respuesta,
en el piso, tras la puerta, murmuré bajito:
quiero concluir con nuestro amor
y borrar tu nombre y humillarte
y vengarme a cualquier precio
adorándote por dentro
porque, finalmente, aún soy tuya
porque sabes bien que aún soy tuya

 

Y ya no les digo más, mejor vean el video y juzguen.

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