Eufórico, luego de rendir protesta como gobernador ante el Congreso local el 1 de diciembre pasado, Miguel Ángel Yunes Linares afirmó en la Plaza Lerdo ante cientos de militantes del PAN y PRD que lo llevaron al poder, que no los defraudaría y que iba a cumplir todas sus promesas de campaña a base “de puro corazón y… producto de gallina”.
Sin embargo, mes y medio después –de los 24 que sólo durará su gobierno–, Yunes no ha mostrado ni lo uno ni lo otro. Se esperaba que, al menos, por la crítica situación de “emergencia financiera” y los altos índices de inseguridad, pobreza y desempleo se rodeara de un equipo de colaboradores también “huevudos”, que no huevones, que lo ayudaran en su corta administración a empezar a resolver la complicada problemática económica y social de la entidad que se agravó durante los dos últimos regímenes priistas.
Nadie con elemental sentido común puede suponer que Yunes y su gabinete disponen de una varita mágica para que en solo 45 días recompongan el desastre de las finanzas públicas así como la seguridad que en todas las regiones de Veracruz siguen demandando empresarios y ciudadanos, pero a estas alturas de su mandato era de esperarse que el panista buscara menos reflectores mediáticos y que junto con su gabinete recordara que el proceso electoral de 2016 ya concluyó, que ahora es momento de gobernar para todos y de comenzar a dar resultados y de cumplir sus promesas de campaña de mayor viabilidad.
Por lo corto de su administración y la gravedad de la situación que le ha tocado enfrentar, Yunes y sus colaboradores deberían concentrarse en cómo gobernar mejor en vez de distraerse en pleitos político-electorales como el que el gobernador panista acaba de comprar con Andrés Manuel López Obrador, aspirante presidencial y dirigente nacional de MORENA, partido con el que en 2018 seguramente el mandatario estatal del PAN tendrá que cogobernar en un buen número de los 212 municipios del estado si es que finalmente las encuestas sobre las tendencias electorales a favor del partido lopezobradorista se confirman en los comicios municipales de junio próximo.
“Desde hace muchos años Andrés Manuel López Obrador me ha agredido con acusaciones absurdas. Nunca he respondido. Pero hoy soy Gobernador de los veracruzanos y por respeto a ellos doy una respuesta a la última de sus afirmaciones falsa”, respondió Yunes a través de las redes sociales al dirigente del Movimiento Regeneración Nacional, quien en su cuenta de Twitter acusó al panista de haber sido “maiceado” por el presidente Peña Nieto.
“Si no es cierto que Yunes transó con EPN, que aclare por qué desistió de hacer la revelación que ‘cimbraría’ a México. Farsante y corrupto”, tuiteó López Obrador.
Yunes reviró que mientras él se dedicaba a combatir a Fidel Herrera Beltrán y a Javier Duarte, los candidatos y líderes de MORENA negociaban apoyos electorales con ambos gobernadores priistas, contra los cuales arremetió este domingo en Tuxpan donde encabezó una reunión de seguridad pública, luego de que el día anterior, sábado 14, durante su gira por 8 municipios de la sierra totonaca, López Obrador denunció que en las últimas 72 horas habían sido asesinadas10 personas en la región de Papantla y Coatzintla, por lo que conminó a sus seguidores “a lograr un verdadero cambio”.
Este domingo, Yunes viajó a Tuxpan, donde afirmó que el crimen organizado tuvo “la protección tanto de Fidel Herrera como de Duarte”. El panista acusó que “era sabido por toda la gente de Tuxpan que Francisco Colorado Cessa encabeza una célula de la delincuencia organizada y que tenía una relación cercana con Duarte, con Alberto Silva (ex alcalde y diputado federal), con Fidel Herrera, y que ellos protegían la actividad delictiva”.
Pero afirmó que eso se acabó, que “llegó un gobernador que tomó la decisión de actuar con toda firmeza en contra de los delincuentes y que tiene el valor, los pantalones para hacerlo”, y que por ello “no vamos a permitir que Tuxpan y la zona norte sigan siendo espacio para la actividad delictiva y que sigan actuando con impunidad”, prometiendo, que “vamos a actuar muy duro contra ellos, que se espere una reacción muy severa por parte del Estado”.
Sin embargo, así como emplazó a López Obrador de que “si tiene alguna prueba que la presente en público y ante las autoridades”, que “es su obligación hacerlo” para demostrar que Yunes recibió “7 mil 500 millones de pesos del gobierno federal a cambio de complicidades”, el mandatario estatal del PAN está igualmente o más obligado también a proceder penalmente contra los ex gobernadores priistas y el ex presidente municipal de Tuxpan, pues los acusó de encubrir al crimen organizado. ¿Lo hará? Porque en su campaña prometió que llegando al poder encarcelaría a Duarte y a toda su banda que saqueó al gobierno de Veracruz, pero hasta el momento no ha encerrado a nadie y sólo se ha jactado de haber recuperado 1,200 millones de pesos, cuando al ex gobernador y sus cómplices les imputan haberse embolsado 30 mil millones más.
Bueno, ni siquiera ha encarcelado a Gabriel Deantes, a quien en su duelo verbal con López Obrador señaló de que “constan en sus declaraciones” que este “operador político y cómplice de Duarte era el conducto para entregarles el dinero” a los candidatos y líderes de MORENA. Pero igualmente prometió meter a la cárcel a Antonio Macías, el suegro de Duarte; al ex contralor duartista Ricardo García Guzmán y, entre otros muchos más, al actual diputado local por Papantla, Basilio Picazo Pérez, sin embargo todos gozan de total impunidad. ¿A cambio de qué? Eso tendría que explicarlo Yunes a quienes votaron por él.
Exitosa gira del ‘Peje’
Por cierto, muy rentable política y mediáticamente le resultó a Andrés Manuel López Obrador la gira de cuatro días que inició el pasado jueves por los 8 municipios de la sierra de Papantla –Filomeno Mata, Mecatlán, Coahuitlán, Zozocolco, Coxquihui, Chumatlán, Coyutla y Espinal– y la cual concluyó este domingo por Tecolutla, Nautla, Vega de Alatorre y Úrsulo Galván, donde el dirigente nacional de MORENA tuvo deferencias hacia algunos destacados ex priistas, como fue el caso del abogado porteño Rafael Castillo Zugasti, quien además de su amplia preparación académica –con estudios en prestigiadas universidades de Chile, Washington, Madrid y hasta la de Harvard– también posee una gran conocimiento geopolítico del estado, no sólo de las zonas urbanas sino además del área rural por el contacto que tuvo con los 3 mil 800 ejidos del estado durante su estancia como delegado del Registro Agrario Nacional (RAN) en Veracruz.
Según trascendió, el trato personal de Castillo Zugasti con López Obrador no fue circunstancial, ya que ambos habían sostenido un par de encuentros en diciembre pasado en la Ciudad de México, luego de que el político jarocho decidió renunciar formalmente a su militancia en el partido tricolor.
¿Cuántos ex priistas más como Rafa Castillo se sumarán al proyecto de MORENA en los procesos electorales de este año y de 2018, en el que se elegirán simultáneamente Gobernador de Veracruz y Presidente de la República?
Con razón López Obrador había advertido sobre la “rebelión en la granja” que estaba por ocurrir al interior del Revolucionario Institucional.