En Martínez de la Torre parece que la candidatura del Partido Acción Nacional quedó ya definida. El abanderado de la alianza PAN-PRD será, nos dicen, el ex alcalde, ex diputado y actual subsecretario de Desarrollo Rural e Infraestructura de la Sedarpa, José de la Torre Sánchez.

Desde 2005, Pepe de la Torre ha mantenido la hegemonía política en ese lugar, donde ha sido dos veces diputado  y otras dos, presidente municipal.

Probablemente el único año en que un integrante del grupo más cercano a De la Torre Sánchez no ha contendido por un cargo de elección popular, por el PAN, en ese distrito sea 2017, cuando la actual presidenta de la Mesa Directiva en la Legislatura del Estado, Mariely Manterola Sainz, fue postulada a la diputación; fuera de ese proceso, De la Torre ha participado en todas, ya sea él, su esposa Rosa Martínez Díaz, e incluso su cuñada, María de Jesús Martínez, quien llegó a la Cámara Baja como suplente de De la Torre Sánchez, con quien trabajó desde 1993 como contadora de las empresas Abarrotes del Centro y Súper 2000.

Pues bien, nos comentan que José de la Torre ha intensificado su presencia en ese municipio. En diciembre, por ejemplo, entregó láminas a personas de escasos recursos; y a inicios de enero encabezó la entrega de juguetes a niños de colonias populares de ese lugar. Sus críticos, que en ese municipio no son pocos, nos dicen que el activismo de De la Torre Sánchez llama la atención, debido a que se trata de un funcionario de alto nivel en el gobierno del estado, que debería enfocarse mucho más, de tiempo completo, en atender la responsabilidad que representa el cargo que ocupa.

Como sea, José de la Torre volverá a contender por su tercer periodo al frente de ese ayuntamiento.

Spinoso Carrera, “control político” desdibujado

Mientras eso ocurre en Acción Nacional, el Revolucionario Institucional todavía no perfila a sus aspirantes a la presidencia municipal; no existe un contendiente priista serio para dicho cargo y pareciera que el PRI en ese lugar carece de probabilidades para conservar la alcaldía que actualmente ocupa Rolando Olivares Ahumada, quien ha perdido el control político en ese municipio.

A propósito, Martínez de la Torre es un claro ejemplo de que el “control político” que se compra con dinero es más ficticio que una moneda de tres pesos: hace tres o cuatro años se hablaba de la fuerza que en ese lugar comenzaba a cobrar el ex oficial mayor de la SEV y actual diputado federal Edgar Spinoso Carrera, quien simplemente se ha desdibujado; en 2016 ni siquiera fue factor y los recursos que habría aportado para la campaña priista sirvieron para muy poco.

Duarte, Fidel y Silva, la inseguridad en Tuxpan

En más de la zona norte, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares puso nombres a los responsables de la inseguridad en la Huasteca Baja de Veracruz y particularmente en el municipio de Tuxpan.

El ejecutivo veracruzano habló este domingo sobre el tema de la presencia delictiva en esa región y dijo que la delincuencia organizada operaba ahí porque era protegida por dos ex gobernadores, el actual cónsul de México en Barcelona, Fidel Herrera; el prófugo de la justicia Javier Duarte; y el ex alcalde tuxpeño y actual legislador federal Alberto Silva Ramos.

Esa declaración de Yunes Linares coloca al ex secretario de Desarrollo Social y ex coordinador de Comunicación Social de la administración de Javier Duarte en el blanco de la sospecha; más todavía, porque ha trascendido que Silva Ramos ya había sido objeto de señalamientos por el asunto de las empresas fantasma.

Fuego amigo en el PRI

En temas de la sucesión rumbo a 2018, concretamente en el PRI, en los pasillos del CDE del tricolor se comenta que se tiene plenamente registrado que el ataque de Luis Roberto Velásquez contra Héctor Yunes, Jorge Moreno  y Alianza Generacional tuvo su origen al interior del propio partido; es decir, fuego amigo contra Yunes Landa.

Luis Roberto Velásquez es un desconocido, un principiante que según nos cuentan colaboró en la campaña del PRI en el proceso para la gubernatura del estado; sin embargo, su participación fue más bien insignificante.

Al respecto ha corrido la especie en el sentido de que detrás de las declaraciones del mozalbete estaría el otro precandidato del tricolor a la gubernatura, cuyo equipo no solo habría instigado la ruptura, sino que movió la nota en medios de la capital.

En el PRI corren tiempos de fractura interna. Por supuesto, el beneficiario de esta situación es Morena, partido al que la división en el PRI abre espacios cada vez mayores en la sociedad.

Ni hablar, hay quienes todavía se niegan a entender que son tiempos de unidad y no de generar mayores divisiones en el ya maltrecho priismo veracruzano. @luisromero85