Pasadas las dos de la tarde de ayer martes, la PGR y el Gobierno de Veracruz decidieron jugarnos una broma pesada. En cadena nacional, el Procurador Raúl Cervantes, el Gobernador veracruzano Miguel Ángel Yunes y Alberto Elías Beltrán, Subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR, convocaron a rueda de prensa para hacer un anuncio importante: la entrega de 172 millones 451 mil pesos como parte de los más de ¡50 mil millones birlados por Javier Duarte!
Un abono pues, de los 412 millones recuperados -nunca se ha dicho cómo ni a quien- de las empresas fantasmas que Javier Duarte utilizó para cometer el robo del siglo. Digo, si ya los recuperaron, ¿para qué hacer entrega en pagos chiquitos, si ya se demostró que ese dinero pertenece a los veracruzanos? ¿Los está jineteando la PGR? ¿Lo está permitiendo Yunes Linares? ¿Porqué nadie aclara el procedimiento por el cual se recuperaron y se transfirieron al estado? Suena a caja china.
Por el amor de Dios, ¿para qué gastar tiempo y dinero en fuegos fatuos y la escasa pólvora en infiernitos? Todos esperábamos que ante la presencia de tan distinguidos personajes, nos informarían que Javier Duarte ya se encontraba detenido en algún consulado de México en el mundo o que las pesquisas habían dado resultados y que el ex gordito venía de regreso, en clase turista, a la atribulada patria que busca cómo solucionar el gasolinazo sin recurrir al saqueo de tiendas de autoservicio.
Pero no. Resulta que nos convocaron para decirnos que nos devolvían algo menos que las propinas. Que aguantemos el corte porque lo demás se entregará en cómodas mensualidades, como si Veracruz estuviera para resolver su crisis financiera mediante la libreta de un abonero.
¿Así será los meses por venir? No lo sabemos. Espero que entiendan que los veracruzanos no están para perder su tiempo en ver cómo se entregan cheques de caja como si fueran vales de despensa a saqueadores. La crisis tiene orígenes más profundos y responsables que aún se encuentran prófugos, y ante esa realidad, la PGR y el Gobierno del estado prefirieron hacer una graciosa huída y dejar al funcionario de menor rango a que explicara lo inaudito.
Con Raúl Cervantes y Miguel Ángel Yunes simulando un pequeño acto de justicia, lo que debemos esperar es que será el propio presidente Enrique Peña Nieto quien se disponga, en calidad de MP federal habilitado, a presentar a Javier Duarte cuando éste se aburra de andarse escondiendo, extrañe su Blackberry y sus tuiters vaciladores, y decida recuperar su protagonismo mediático mediante su detención. Los boletos ya están a la venta.
Miguel Ángel Yunes llegó al gobierno de Veracruz por una sola razón: el compromiso de meter a la cárcel a Javier Duarte. Hoy nos ofrece un catálogo de excusas que van, desde la falta de jurisdicción por tratarse de delitos del fuero federal, hasta echarle la culpa a la PGR de que se llevó todos los expedientes para fincar responsabilidades en el ámbito del fuero común.
Pero a los veracruzanos no se les olvida. Ya sabemos que es un buen fiscal, que es un policía preventivo chafa –todos los saqueadores le miraban divertidos mientras intentaba llamar al orden a la turba-, que sabe suplir a Clementina Guerrero en los asuntos de finanzas y que incluso, abre mejor la válvula del Yuribia que el pobre empleado que lleva ahí años, aguantando las acciones de insurgencia de los enriquecidos indígenas de Tatahuicapan. Seguimos esperando la llegada del Gobernador.
Veracruz lleva dos sexenios de circo y de muy poco pan. El Gobernador empieza a tentar su suerte midiendo la paciencia de los veracruzanos; y aunque en su ruta, la elección de autoridades municipales le representa la oportunidad de un verdadero empoderamiento, sus adversarios históricos ya olieron su incapacidad y empiezan a acecharlo. El mismo lo sabe.
La del estribo…
Jeje. Ahora resulta que Amadeo Flores sí tenía todos los méritos, experiencia, currículo y merecimientos para encabezar el PRI. Hoy las tribus locales no encuentran a alguien con el tamaño y el consenso para sustituirlo. Y esto apenas comienza…Mientras, el periodismo ficción engañabobos a todo lo que da.