Como en política nada es casual, por eso es que ha cobrado fuerza la sospecha de que la elección del magistrado Edel Álvarez Peña como presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado se cocinó durante el desayuno que este domingo encabezó el todavía gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares en el privado de un restaurante xalapeño al que asistieron los magistrados que presiden las nueve Salas del TSJE, los cuales integran el mini Pleno que cuatro días después elegiría al sucesor de Alberto Sosa Hernández como titular del Poder Judicial de Veracruz.
Además, si algo ha distinguido siempre a Yunes Linares como operador político y servidor público es que siempre ha ejercido un férreo control y no suele dejar nada suelto. En la LXIV Legislatura local, por ejemplo, ya logró fraccionar a la bancada de la coalición priista, de la que se ha escindido un grupo de diputados que de inmediato se declararon “independientes” pese a que habían contendido con las siglas del PRI, AVE, PVEM y del PANAL, mientras que en la Fiscalía General del Estado, que es otro ente constitucionalmente autónomo, también consiguió que el titular Luis Ángel Bravo Contreras, cuyo periodo concluía legalmente hasta el siguiente sexenio, renunciara de manera “voluntaria” para ceder su lugar al abogado yunista Jorge Winckler, a quien de entrada, desde el pasado lunes, el propio fiscal y amigo del ex gobernador Javier Duarte fue persuadido para que lo nombrara visitador general de la FGE, lo que le faculta para quedar provisionalmente como encargado de despacho a partir de este jueves en que Bravo quedó separado del cargo de manera oficial, según lo había estipulado en su carta de renuncia.
En la elección del nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia se ha dado un caso similar al de la Fiscalía. Y es que aunque Yunes Linares ha reiterado públicamente ser muy respetuoso de la autonomía del Poder Judicial, entre los magistrados circula la versión de que la presidencia del TSJE fue cabildeada para Álvarez Peña en pago por el apoyo mediático que el magistrado le dio desde su precampaña al ex candidato de la alianza PAN-PRD a través de la cadena de periódicos de su propiedad, a cuyo cargo aparece formalmente uno de sus hermanos.
Acorde al estilo de Yunes, se procuró que la elección de Edel se diera en un proceso extremadamente controlado: de manera tersa, sin estridencias, divisiones ni cuestionamientos, dado el descrédito que cargaba su amigo desde su designación como magistrado en octubre de 2010, al final del sexenio del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán. Por eso no sólo se cabildeó para que el ex alcalde de Coatzacoalcos y ex presidente del CDE del PRI fuera el único propuesto, asegurando así la unanimidad, sino que también su candidatura la presentara la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, ya que fue la que hace seis años lo descalificó al cuestionar públicamente su incorporación al TSJE, expresando que “ahora ya cualquier pendejo es magistrado”.
Y como ninguno de los demás miembros del mini Pleno se atrevió a presentar otra candidatura, la sesión duró escasamente 15 minutos. ¡Cuánta ignominia de estos indignos y agachados representantes del Poder Judicial!
El show de los Yunes
Igual que como lo hicieron en un par de eventos partidistas encabezados por el gobernador Javier Duarte en protesta por la reforma constitucional que éste promovió en diciembre de 2014 para empatar las elecciones locales con las federales a partir de 2018 –lo que motivó que en esta ocasión se eligiera al titular del Poder Ejecutivo de Veracruz para un periodo de solo dos años–, ayer los senadores priistas Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla decidieron abandonar el recinto del Congreso del estado antes de que iniciara la ceremonia de toma de protesta del gobernador entrante Miguel Ángel Yunes Linares.
Según trascendió, el que decidió retirarse fue Yunes Landa, quien no tenía lugar asignado en el interior del salón de sesiones. Sin embargo, Pepe Yunes, que sí le habían reservado un asiento especial ya que había sido invitado personalmente por Yunes Linares, optó por solidarizarse con su compañero de escaño y de partido, pues ambos son representantes del estado de Veracruz en el Senado de la República.
¿A poco será verdad que el ex candidato de la coalición PAN-PRD aún no ha logrado superar los agravios que recibió durante la campaña de su primo hermano, quien como abanderado de la coalición priista “Para mejorar Veracruz” lo acusó de pederasta y de enriquecimiento inexplicable, retándolo inclusive a que mostraran a los medios de comunicación sus respectivas residencias para que constataran la marcada diferencia en los niveles de vida que cada uno llevaba a pesar de que ambos tenían los mismos años en la política y en el servicio público?
Un chasco la ‘cimbrada’
Por cierto, tremendo chasco se llevaron quienes desde hace más de mes y medio esperaban que Miguel Ángel Yunes Linares cumpliera con su espectacular anuncio de que este 1 de diciembre daría a conocer información que “cimbraría a México”.
No hubo tal. Inclusive su discurso decepcionó, pues algunos analistas políticos observaron que la idea del Pacto Social que planteó Yunes es similar –aunque en contexto y concepto diferentes– al Pacto de Gobernabilidad que propuso también el priista Fidel Herrera Beltrán en su toma de posesión como gobernador en diciembre de 2004, y que sólo sirvió para cooptar a los dirigentes estatales del PAN y PRD.
¿Tendría algo que ver en esta similitud que el presunto autor de ambos discursos haya sido el doctor Francisco Montfort Guillén, quien en el fidelato le pagaron con la Secretaría Ejecutiva del desaparecido Instituto Electoral Veracruzano (IEV) y ahora Yunes lo recompensará en su administración con la jefatura de la Oficina de Programa de Gobierno?
Atentado contra diputada
Grave, sumamente grave, el allanamiento que sufrió este miércoles 30 de noviembre en su domicilio particular la diputada local por Xalapa del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Daniela Griego Ceballos.
Ojalá que este atentado no sea un mal indicio del autoritarismo y la represión que políticos opositores y periodistas veracruzanos críticos padecieron durante los primeros cinco años del régimen priista del gobernador Patricio Chirinos (1992-1998), ni en el pasado reciente con la desastrosa administración del ex mandatario Javier Duarte de Ochoa, quien hasta terminó expulsado del partido tricolor.