Entre las cosas tristes que dijo Clementina Guerrero durante su comparecencia en el Congreso local, fue que no hay liquidez para pagar los aguinaldos.
Fiel a la costumbre de los políticos de no hablar con claridad, la titular de Sefiplan trató de meterle un poco de suspenso al asunto y lo consiguió: “Para el pago de aguinaldos puede haber presupuesto, pero puede que no haya liquidez”, manifestó.
¿Qué quiso decir?
Lo que la señora quiso decir es que la cantidad para el aguinaldo ya está presupuestada y autorizada, pero no hay billetes para juntarla.
También dio otras malas noticias. Dijo que la deuda del estado asciende a más de 87 mil millones de pesos, que se debe a todo mundo, que peor escenario imposible y que si Veracruz fuera una empresa estaría en quiebra.
Pero para fortuna nuestra no todo está perdido ya que, según la señora, en 12 años el estado se recuperará.
La verdad no lo creo. Soy un sobreviviente de las devaluaciones de los años setenta, ochenta y noventa donde Echeverría dejó más deuda que Díaz Ordaz; López Portillo dejó más deuda que Echeverría; De la Madrid dejó más deuda que López Portillo; Salinas dejó más deuda que todos ellos y así hasta el infinito.
Para que Veracruz salga de su pesadilla es necesario que lo gobiernen ciudadanos honestos y que entre todos paguemos lo que se debe. Pero eso está en chino. Dudo mucho que alguno de los ocho millones de veracruzanos quiera pagar los más de 10 mil pesos que nos tocarían por cabeza.
En lo personal, con esa lana les compraría zapatos y calzones a mis hijos que buena falta que les están haciendo.
Los tiempos aquellos en que el gobernador saliente bajaba la cortina del changarro sin deberle nada a nadie no volverán. A partir del desastroso sexenio de Duarte de Ochoa deberemos acostumbrarnos a deberle hasta a los nixtamaleros.
La deuda estatal formará parte de nuestras vidas como ha sucedido en el resto del país desde tiempos de Echeverría. Y quien diga lo contrario es un redomado mentiroso.
Hoy comienza un sexenio al que vemos con desconfianza y donde las expectativas de salir del hoyo son mínimas.
Poco es lo que podrá hacer Miguel Ángel Yunes Linares en apenas 730 días de mandato, pero si ese poco es bueno para Veracruz habrá ganado la batalla.
Por lo pronto y por enésima vez démosle el beneficio de la duda a quien hoy comienza a gobernar.
A ver qué cuentas nos entrega dentro de dos años.
Perdón… con tanto rollo me desvié del tema central. Quedamos en que Clementina Guerrero dijo que quizá no se pague el aguinaldo.
Uy qué mala onda.
Pues a ver cómo le hace la mujer porque si para dentro de quince días los burócratas veracruzanos no ven reflejado ese beneficio en sus pagos, la bronca que se le va a armar a su jefe MAYL será de antología.
Pedro Manterola Sainz, hijo predilecto y dilecto de Martínez de la Torre, será el nuevo Sub Secretario de Gobierno de la Administración de Miguel Ángel Yunes. Sin duda alguna este es uno de los aciertos más grandes del nuevo gobernador ya que Pedro es un hombre conciliador que maneja muy bien el tinglado de la diplomacia política, pero también es carácter firme.
Sin duda será un excelente auxiliar del titular de esa dependencia, Rogelio Franco Castán, que si bien es el nuevo Secretario de Gobierno no es por sus habilidades políticas, sino por méritos en campaña y pago de cuotas.