No obstante que el pasado miércoles el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares pactó con el presidente Enrique Peña Nieto la realización de mesas de trabajo con la Secretaría de Hacienda con la finalidad de encontrar soluciones a la crisis financiera de la entidad veracruzana, esta es la hora que el panista no acepta la respuesta de las autoridades hacendarias, pese a que su hijo, el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, respaldó la decisión del gobierno federal de negarse a rescatar financieramente a Veracruz porque, apuntó, de hacerlo se estaría enviando un “mensaje negativo a las demás gobernadores de que pueden robarse el dinero y el gobierno federal entraría en su rescate”.
Al munícipe boqueño no le falta razón, pues de los 32 gobiernos del país, incluido el de la Ciudad de México, solamente los de Querétaro y Jalisco mantienen sus finanzas equilibradas. Todos los demás están en apuros financieros.
De manera privada en la primera entrevista que sostuvieron la noche del pasado miércoles 2, y luego a través de los medios de comunicación, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, le ha puntualizado a Yunes que los gobiernos de los estados son soberanos, autónomos y que tendrán que enfrentar su situación financiera con los instrumentos con los que cuentan. “Habrá que hacer esfuerzos en Veracruz y estamos dispuestos a trabajar con el nuevo gobierno”, reiteró la semana anterior Meade –uno de los presidenciables del PRI–, quien descartó que la SHCP vaya a canalizar recursos emergentes a Veracruz para el pago de nómina y de proveedores, y subrayó que, en general, “los estados son responsables de su propia situación financiera, y tienen instrumentos para hacerle frente”.
Anotó que Veracruz tiene actualmente dos alternativas: la del crédito de corto plazo con la banca financiera o la banca de desarrollo, y la de poderles adelantar participaciones, si eso les sirve, ya sea a final del año o a principios de 2017. “Cuando les podría servir más es a principios del año que entra. Esas sí son formas que están normadas, que son válidas y que estamos en el ánimo de dialogar para poder apoyar”, remarcó.
“Tendrá que ser al amparo de ajustes que vayan haciendo en sus programas de gasto y no está contemplada la figura ni la posibilidad financiera de hacer o de instrumentar un rescate desde la Federación; sí en el ánimo de acompañar y de coordinarnos, pero no en el ánimo ni en la posibilidad de hacer o de instrumentar rescate alguno”, aclaró Meade Kuribreña, para luego destacar que Veracruz es un estado donde la deuda registrada en bancos no ha crecido tanto como en otros estados, lo que le da a la entidad un espacio para acceder al mercado financiero, “porque aquí hay diferentes fuentes de deuda: la que tienen con los bancos, la que tienen en términos de nómina, y la que tiene con proveedores”.
“Nosotros no conocemos toda la deuda; conocemos la que tiene con los bancos, que está garantizada con participaciones. Del resto es difícil que nosotros juzguemos porque no tenemos manera de saber cuánto deben los diferentes estados a sus proveedores, o cómo están gestionando su nómina. Esa es su responsabilidad”, puntualizó, reiterando que en la Secretaría de Hacienda existe un ánimo de diálogo, “pero un diálogo sobre la base de que los estados tienen que hacerse responsables de su gestión de la nómina y de sus ingresos propios”, añadiendo que habrá acompañamiento y participación en términos de ley, así como ánimo de construir con los estados alternativas que les permitan acceder a mercados, fortalecer sus ingresos propios, “y que nos permitan acompañarlos en donde podamos, pero en una relación que, por ley, está normada”.
Meade recordó que la relación de la Federación con los estados está acotada a diferentes instrumentos financieros, y detalló que la legislación señala que una proporción de la Recaudación Federal Participable (RFP), es decir, de los impuestos que la Federación recauda, se debe distribuir a las entidades a través de participaciones y aportaciones. “En el tema de las aportaciones estoy obligado por ley a darle a los estados un porcentaje de los impuestos federales que recaudo, y los estados, a su vez, están obligados por ley a dárselo a los municipios”, refirió, detallando que los recursos de las participaciones son de libre designación, lo que significa que no están etiquetados, y por tanto los gobiernos locales los pueden destinar a donde consideren que son más necesarios, mientras que las aportaciones, aunque también están referenciadas a la RFP, van con un fin específico, es decir, son recursos etiquetados.
Insistió en que el gobierno de Veracruz tiene forma de hacer frente a su crisis financiera pudiendo acceder a los mercados, reduciendo gasto y fortaleciendo sus ingresos propios.
Subrayó que, en general, y gracias a que hay una buena recaudación, los estados contarán este año y el que entra con más recursos de participaciones y aportaciones, las cuales, en el paquete presupuestal de 2017, se van a incrementar en más de 100 mil millones de pesos.
Sin embargo, este domingo, en respuesta a lo planteado por Meade, el gobernador electo afirmó que “esta entidad que hoy sufre las consecuencias del desastre derivado de la corrupción y de la falta de planeación, hoy exige al gobierno federal que cumpla su responsabilidad con Veracruz; no como una limosna, no como un rescate, como una responsabilidad que corresponde a un gobierno federal frente a un estado federado”.
Al recibir el Plan Veracruzano de Desarrollo en la sala de juntas de la Rectoría de la Universidad Veracruzana, Yunes Linares acusó que fue la administración priista la que generó este “desastre” financiero, por lo que exigió al gobierno de Peña Nieto que asuma su responsabilidad para resolverlo.
Para ello –casualmente este lunes 7, en que está programada en la Ciudad de México la mesa con su amigo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el otro presidenciable fuerte del PRI–, el panista está por activar una estrategia de mayor presión social a través de los alcaldes del PRD que desde el viernes antepasado tomaron el Palacio de Gobierno de Xalapa, los cuales amagaron con bloquear este día las principales carreteras de sus regiones para exigir a la administración del gobernador interino Flavino Ríos Alvarado el pago de las participaciones federales que les adeuda y que, sumadas a la de los ayuntamientos del PAN, rebasan los tres mil millones de pesos.
Anoche, por lo mientras, los ediles de oposición, encabezados por el munícipe boqueño, hijo de Yunes Linares, motivaron con sus airados reclamos que Ríos Alvarado se levantara de la supuesta mesa de diálogo y saliera abruptamente de la Casa Veracruz, misma que quedó en poder de los alcaldes panistas y perredistas, a los que posteriormente, en un mensaje que dirigió a los veracruzanos, el gobernador interino calificó de “intransigentes”, “intolerantes” y “provocadores”.