En el texto titulado “Arreglos de ‘mafilias’” que publicamos en este espacio periodístico el pasado lunes 3, exponíamos que más que junio, cuando el OPLE lo declaró oficialmente ganador de la elección por la gubernatura, octubre iba “a ser el mes más difícil y decisivo para Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN”, pues luego de que la Procuraduría General de la República solicitara el desafuero y librara las órdenes de aprehensión en contra del gobernador saliente Javier Duarte y coacusados por los presuntos delitos que les imputa el Sistema de Administración Tributaria, todo parecía indicar “que la dirigencia nacional del PRI iba a desatar una fuerte campaña en contra de este ex priista veracruzano que ha sido acusado penalmente también ante la PGR de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito”.
Y es que apuntábamos que “si el propósito de la cúpula priista de proceder contra Duarte de Ochoa y colaboradores –a quienes inicialmente ya les suspendieron sus derechos como militantes–, así como en contra de otros gobernadores del tricolor que han dejado o están por entregar el poder, es reposicionar electoralmente al Revolucionario Institucional ante la proximidad de las elecciones en el Estado de México, el terruño del presidente Enrique Peña Nieto, y de la sucesión presidencial de 2018, entonces suena lógico que en esta estrategia política-mediática de combate a la corrupción el priismo intente empatar los cartones con el PAN en Veracruz, que es la tercera entidad del país con el mayor número de electores y donde también habrá comicios municipales en 2017.”
Ese mismo lunes 3 apareció el presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza, en el noticiero matutito del periodista Carlos Loret, de Televisa, donde entre otros temas polemizó sobre en materia de corrupción con su homólogo del PAN, Ricardo Anaya, a quien le presumió que el tricolor, por primera vez en su historia, había suspendido los derechos partidistas a un gobernador en funciones –en alusión a Duarte de Ochoa–, mientras que en Acción Nacional no se veía que actuaran para limpiar su propia casa.
“Tú lo has dicho: ‘el buen juez por su casa empieza’, y yo no te he visto actuar en tu casa de ninguna manera. Ahí tienes los casos señalados de Miguel Ángel Yunes Linares en Veracruz; de Aguascalientes y Los Mochis”, le recriminó al dirigente panista.
Cinco días después, este sábado 8, en Villahermosa, Tabasco, Ochoa Reza volvió a arremeter en contra de Yunes Linares, al exigir a las instituciones que investigan al gobernador Javier Duarte por presunto peculado, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y evasión fiscal, que también hagan lo mismo con el mandatario electo de Veracruz.
En este encuentro con la militancia tabasqueña –en cuyo evento reapareció el ex gobernador, ex dirigente nacional priista y ex candidato presidencial Roberto Madrazo Pintado, acérrimo enemigo político de Yunes desde que el veracruzano lo traicionó al aliarse en su contra con la maestra Elba Esther Gordillo, a la sazón secretaria general del CEN del PRI–, el líder del tricolor dijo que “estaremos muy atentos al caso de Veracruz (de Javier Duarte), pero también exigiendo a las instituciones responsables que revisen los casos del ex gobernador panista de Sonora, Guillermo Padrés, y del gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes…”
Ochoa expuso que el seguimiento de estos casos es para exigir “cero impunidad”, pues afirmó que los partidos deben de someter a su militancia tanto a la rendición de cuentas interna, como a la de las instituciones de procuración de justicia y fiscalización del erario.
Y es que en el PAN ya se andan relamiendo los bigotes dando por hecho que tienen un pie adentro de la residencia presidencial de Los Pinos dado el desplome de la popularidad del presidente Peña Nieto y el repudio de casi la mayoría de los gobernadores priistas que representarán un pesadísimo lastre para los candidatos del Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República y las gubernaturas que se decidirán en 2017 y 2018.
Sin embargo, Peña y Ochoa están mandando claras señales de que no están dispuestos a claudicar y que harán todo lo que esté a su alcance para evitar entregar el poder a la oposición dentro de dos años.
Este jueves 6, por ejemplo, ambos “coincidieron” el mismo día en Guadalajara, donde por separado se reunieron con el gobernador Aristóteles Sandoval, al cual le habrían leído la cartilla para que su grupo deje operar en esa entidad al senador jalisciense y secretario de Organización del CEN del PRI, Arturo Zamora, quien aspira a la gubernatura en 2018.
Y en el Estado de México, el terruño del Presidente donde en 2017 se elegirá gobernador, la panista Josefina Vázquez Mota, quien encabeza todas las encuestas, habría sido cooptada por el gobierno de Peña, pues según la agrupación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, la administración federal priista ha fondeado su organización “Juntos Podemos”, de apoyo a los migrantes mexicanos en Estados Unidos, con 900 millones de pesos en los últimos dos años. Y este sábado, funcionarios federales, entre ellos Francisco Guzmán, Jefe de la Oficina de la Presidencia, entregaron en Huixquilucan despensas de Diconsa y monederos electrónicos con 2 mil 750 pesos de saldo, a miles de beneficiarios procedentes de varios municipios mexiquenses, entidad de donde también es nativo el nuevo titular de la SEDESOL, Luis Enrique Miranda Nava, compadre de Peña
Mientras, en Veracruz, la diputada local electa Mariana Dunyaska García, del PAN, lanzó este viernes 7 “un llamado fuerte y contundente” a Peña Nieto para que “reciba ya” a Yunes Linares, pues acusó que el daño que Duarte y su camarilla le hicieron al estado “no tiene precedente”.
¿Por qué el Presidente sigue aún sin recibir al gobernador electo veracruzano? La respuesta parece haberla dado este mismo domingo el propio panista, quien en conferencia de prensa declaró que “en las últimas semanas, Enrique Ochoa, presidente nacional del PRI, se ha referido de manera ofensiva a mi persona, pretendiendo convertirme en ‘baraja de cambio’ en el tema de corrupción que se sigue contra Javier Duarte”, por lo que retó al dirigente priista a debatir sobre corrupción y el financiamiento a las campañas de los partidos.
H. Yunes con los ‘juarochos’
Vaya que trae jiribilla el viaje que realiza por Ciudad Juárez, Chihuahua, el senador veracruzano Héctor Yunes Landa.
Y es que el ex candidato del PRI a la gubernatura de Veracruz, aparte de gestionar una reunión pública este fin de semana entre los representantes de los aproximadamente 200 mil paisanos que radican en este municipio fronterizo y los delegados federales del IMSS, Sedatu, Sedesol, Prospera, SRE, STPS, Migración, Profeco, Infonavit, Semarnat, entre otras dependencias del Gobierno de la República –con el propósito de que los llamados “Juarochos” vuelvan a tener la atención necesaria para conseguir empleos y tramitar créditos para viviendas de interés social, alumbrado público, arreglos de calles y otros servicios comunitarios–, también aprovechó su estancia para comunicarse con el flamante gobernador panista Javier Corral Jurado y el alcalde independiente de Ciudad Juárez, Héctor Armando Cabada Alvídrez, quien entrará en funciones precisamente este lunes 10, a quienes por cortesía política informó acerca de su labor que como senador de la República viene haciendo en favor de los veracruzanos y de los radicados fuera del estado y del país.
Esta es la tercera vez que Yunes Landa visita Ciudad Juárez, cuya población total asciende a un millón 400 mil habitantes, de los cuales alrededor de 200 mil son originarios de Veracruz, por lo que popularmente se les conoce como “Juarochos”.
El senador priista anunció que en breve estará en Reynosa, Tamaulipas, donde también existe una presencia importante de veracruzanos radicados en esa ciudad fronteriza, y que posteriormente viajará a los Estados Unidos para reunirse con los paisanos radicados en Chicago, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Nueva York, entre otros puntos de Norteamérica.