A solo 63 días, del adiós inevitable y nuevo gobierno. O antes, si la renuncia sirve para otro lamentable espectáculo distractor, de descarado, costoso e innecesario montaje circense partidista.
Nuevo Congreso Estatal a solo 39 días.
¿Será más de lo mismo o peor? ¿Diputados comparsa o verdaderos representantes populares? ¿Exigirán, para empezar, a los que están y ya se van, transparencia y rendición de cuentas efectiva? ¿Qué harán con los ineficientes y delincuentes que obtuvieron fuero? ¿Cómo actuaran frente al esperado último informe de gobierno y las inútiles comparecencias? ¿Indagaran en dónde están los miles de millones de pesos desaparecidos? ¿Y cómo y por qué ineptos, mediocres y corruptos terminaron el sexenio injustificadamente enriquecidos?
Llega la hora de la verdad. ¿Habrá cambio real?
Una vez más hay que insistir y repetir. Ni olvido encubridor, ni perdón cómplice. Nada de “patear el bote” y que paguen los que vienen.
La complicidad es una de las bases de la impunidad. Como también lo es recurrir y abusar de distracción, manipulación y entretenimiento, para no atender ni resolver los urgentes problemas de Veracruz.
Siguen ocurrencias, caprichos, berrinches, arrebatos e improvisaciones. Más del patético “twitterismo” como forma de desgobierno y evasión de responsabilidades y obligaciones institucionales.
Más suspensiones, expulsiones, renuncias, huidas, traiciones, ingratitudes y deserciones. Más escándalos y revelaciones.
Mientras tanto, en casi todo el Estado, se sufre y padece aumento de desempleo, informalidad, pobreza, hambre, sed e inseguridad.
Siguen, por un lado declaraciones de supuesta inocencia; y por el otro, más trámites y obtención de amparos.
Veracruz noticia mundial. Aumenta la mala fama del cuestionado gobierno estatal; mismo que incrementa subasta, concesión, donación, remate, auto-donación o simple apropiación y disposición de recursos y patrimonio de los veracruzanos.
Siguen, injusta deuda pública en aumento, recortes y limitaciones al presupuesto.
Más debilitamiento y destrucción de instituciones y dependencias oficiales.
PRI, bien prelado, en la inanición, el espectáculo y la distracción; con más y más pérdida de credibilidad y confianza.
PAN y MORENA en creciente activismo, preparándose para lo que viene.
El gobierno de la alternancia, se involucra más y más en la problemática estatal, fortalece e incorpora participación ciudadana y social.
De lo que se padece y hay que erradicar.
Para un buen gobierno, entre otros aspectos determinantes, es imprescindible, desde el principio y en forma permanente, combatir y erradicar ineptitud e ineficiencia, corrupción y delincuencia.
En muchos casos no es necesario llegar a trabajos especializados, ni acudir a expertos, para consultarlos sobre la congruencia entre el electo o nombrado y el cargo público ocupado, entre responsable y trabajo realizado; basta para empezar, con verificar hechos y resultados para saber de avances y retrocesos, errores y pendientes, costos y pérdidas.
Indispensable confrontar lo que se dice con la realidad, empezar por conocer importantes aspectos, para saber de alcances y limitaciones, que reflejan la calidad de un gobierno.
Y también, no ignorar ni minimizar otras responsabilidades, omisiones, encubrimientos y complicidades.
En efecto. Deterioro y retroceso, limitaciones y sacrificios presentes e inmediatos, deben reclamarse también, en buena medida, al partido o partidos en el poder, por los gobernantes y funcionarios que proponen, apoyan e imponen. Causa y origen de muchos males.
La historia de nunca acabar. Innumerables dependencias e instituciones oficiales, inundadas de muchos, comprobados mediocres, oportunistas improvisados e ineptos reciclados; o, lo que es más lamentable, demasiados políticos y funcionarios dedicados a beneficiarse y aprovecharse de todo, al tomar parte de decisiones y acciones, complicidades y omisiones que tarde o temprano se manifiestan y entran en crisis, desembocando en cuestionadas administraciones, finanzas quebradas y saqueadas; gobiernos injustamente endeudados; y hasta instituciones debilitadas o paralizadas.
Pertinente precisión.
Dado el singular despliegue de comunicación y propaganda al vergonzoso asunto, de la suspensión y posible expulsión de militantes priistas, entre ellos el que se supone está a cargo del gobierno del estado; asunto también popularmente conocido, como la simulación de la suspensión y sanción de “la banda que manda” en Veracruz.
Pero sobre todo, por tratarse de un singular y ejemplar tema prioritario, de generalizado reclamo, para la inmediata impartición de justicia y no de continuidad de la impunidad.
Los niveles de escándalo, distracción y entretenimiento alcanzados, así como de la exagerada importancia que se le quiere dar, hacen oportuno señalar para empezar, cuatro aspectos:
Primero, el PRI no es, nunca ha sido, ni puede ser Autoridad Judicial. La procuración y administración de justicia en nuestro país, se concentra en el ámbito del Poder Judicial, que se inicia principalmente, por el órgano Autónomo de la Fiscalía. Es indispensable y mejor, que lo más pronto posible, se presente a los presuntos responsables y prófugos potenciales, ante la Justicia. A todos sin excepción, o seguirá la impunidad
Segundo, la vida interna, como en todos los demás particos políticos, es asunto y responsabilidad inmediata de sus miembros y dirigentes, militantes y simpatizantes, quienes invariablemente están obligados a cumplir con las leyes, en particular las que regulan su presencia y función en la sociedad. Por lo tanto habría que revisar si lo hacen, bajo principios como los de transparencia, rendición de cuentas y evaluación social.
Tercero, alertar para evitar que este tipo de acciones se conviertas en simples distractores, manipuladores de la atención social y hasta de popular entretenimiento, para ocultar o minimizar acciones graves y conductas delictivas de consecuencias y afectaciones crecientes, en pérdidas de recursos y oportunidades para millones de seres humanos.
Y cuarto, preguntar: ¿En dónde se imparte Justicia oportuna y expedita?
Por lo demás, no hay que dejar de insistir, ¿qué hay de los miles de millones de pesos desaparecidos?
Claro que hay otros aspectos importantes que comentar. La partidocracia es ya costoso refugio de inocultable hampa electoral, señalada y conocida como antecedente, medio y soporte de la delincuencia gubernamental, ambas con cargo al presupuesto.
Por lo pronto, lo que hay que centrar y destacar es que hay un reclamo generalizado, una inconformidad social creciente que demanda JUSTICIA, así de simple JUSTICIA.
No simulación, distracción y manipulación partidista.
*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez