Dadas las condiciones políticas, sociales, económicas y hasta religiosas, es casi imposible adivinar a quien se puede atribuir la frase: “Gracias a Dios es viernes”. Pocas semanas tan negra como esta, en la que muchos se han puesto en el patíbulo, o al menos, han visto zarandeado el prestigio.

¿A quién le fue peor? ¿A Javier Duarte, a Domingo Yorio, a la iglesia y su arzobispo Hipólito Reyes, a Nacho Ambriz… o al peso? Difícil saberlo. Vamos por partes, solía decir Jack, el destripador.

Casi premonitorio, el mensaje dominical del arzobispo Hipólito Reyes se refería a que los gobernantes –no dijo quienes, pero lo imaginamos- creen que son dueños del país; no saben administrar. Era el anuncio de la tormenta que se avecinaba, tomando distancia del gobierno; las diferencias habrían de escalar muy rápido a partir del homicidio de dos sacerdotes en la ciudad de Poza Rica.

Ese fue el primer raspón al gobierno estatal. Pero el lunes, generoso como suele ser, el diario Reforma le dedicó su primera plana a Javier Duarte, como un sincero regalo de cumpleaños. Citando como fuente al SAT, señalaba que se investiga al mandatario y a su entorno familiar y personal, por evasión fiscal superior a los 30 mil millones de pesos. La respuesta fue el twiter.

El martes arreció la tormenta. Televisa mostró imágenes del operativo en su noticiero matutino y dio como primicia la nota de que el director de Catastro Domingo Yorio ya se encontraba en calidad de indiciado. Y la respuesta fue el twiter.

Pero esta vez, la desafortunada intervención del gobernador Duarte, enfureció al gobierno federal. De manera inusual, la PGR salió a ofrecer una conferencia de prensa donde se puso en claro que sí se investiga a Duarte por los delitos de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal; y que también se investiga al diputado electo Vicente Benítez. El círculo podría ser mucho más amplio de lo que se supone. Y la respuesta fue el twiter.

Para el jueves, el tema alcanzó dimensiones insospechadas. Los medios nacionales desplegaron la información en contra del Gobernador y todos los actores políticos salieron a pedir la cabeza del gobernador. Y la respuesta fue el twiter.

El acabose, tal vez la sentencia final, fue la sesión del Senado. En una nota de Formato7, se da cuenta como los coordinadores del PRI, PAN y PRD en el Senado demandaron que se aplique la ley al gobernador de Veracruz, “por los actos de corrupción en que se ha visto envuelto su gobierno”.

Y la expresión más dura vino de casa. El coordinador priísta Emilio Gamboa resaltó que Duarte tendrá que hacer frente a las imputaciones que le hace la Procuraduría General de la República (PGR) y demostrar su inocencia. Aseguró que el presidente Enrique Peña Nieto no tendrá contemplaciones ni para los suyos.

“Se fueron a la cárcel dos ex gobernadores priístas”, lo que indica que “el peso de la ley es parejo, es para todos”. ¡Sopas! Tampoco se había hecho una expresión de ese calibre.

De hecho, este lunes, el propio PRI podría estar lanzando al abismo político a Duarte. La Comisión Nacional de Justicia Partidaria que revisa su proceso de expulsión analizará el caso, y si nos atenemos a las declaraciones de Gamboa y los señalamientos de la PGR y el SAT, ya podemos suponer el resultado. La suspensión de derechos se da por descontado. Será un largo, trágico y recordado verano para el gobernador.

Al paso de los días, la lógica obliga a pensar que la Secretaría de Hacienda y la Procuraduría General de la República –con Reforma y Televisa como voceros- armonizaron sus relojes para cerrar el círculo en torno al gobernador veracruzano. Y sin embargo, se mueve, decía Galieo Galilei.

En su soledad, seguramente Javier debe estar evocando a Pablo Milanés: “Dónde estarán los amigos de ayer”. Nadie ha salido en su defensa. Es el silencio del abandono.

Y hablando de canciones, la recuerdan? El final, se acerca ya; lo esperaré, serenamente; ya ves, que yo he sido así, te lo diré, sinceramente. Viví, la inmensidad, sin conocer, jamás fronteras; jugué, sin descansar, y a mi manera…

La del estribo…

Veracruz inicia con un otoño ardiente. Entre gobernantes que son investigados por la PGR y arzobispos señalados de mantener relaciones homosexuales, como decía Marco Antonio Solís “El Buki”, ¿a dónde vamos a parar? PD. ¡No me digan que también vamos a salir a relucir en el Bahamas Leaks!