Un comentario del analista del periódico El Universal, Ricardo Raphael, pinta con fidelidad el papel que juega hoy el periodismo en el ajedrez político del país.
Ricardo Rafael menciona que Rodrigo Iván Cortés, vocero del Frente Nacional por la Familia, aseguró que el sábado pasado marcharon un millón 140 mil personas en todo México para protestar en contra del matrimonio igualitario.
Y agregó: «Es una mentira. Según los diarios locales no fueron más de 400 mil personas quienes participaron en 8 de 32 entidades, y en sólo 16 de las cien ciudades medianas o grandes con que cuenta el país».
Esto es: El hecho de que él tenga información distinta, opuesta a la divulgada por los organizadores de las marchas, descalifica, en automático, las otras posturas.
Ricardo Rafael se atreve, incluso, a develar el origen de sus datos, los verdaderos, los certeros, los que descubren la mentira de los organizadores: «Los diarios locales». Como si ese solo hecho acreditara su veracidad.
En Veracruz un buen sector de la sociedad pasa sus tiempos de ocio siguiendo las guerras que sostiene en el Twitter el Gobernador Javier Duarte de Ochoa. Los ciudadanos afectos a la grilla política han estado muy atentos al intercambio epistolar entre el mandatario estatal y el periodista Carlos Loret de Mola.
Apenas la semana pasada el comunicador difundió un reportaje en el que daba cuenta de diversas empresas a las que el gobierno de Javier Duarte les debía. Se refería a compañías que otorgaban créditos o vendían diversos productos a empleados estatales.
Antes de acercarse a la burocracia y a los maestros a ofrecerles sus productos, dichas empresas firmaron convenios con la administración estatal para que se les retuvieran a los trabajadores, de su salario, las sumas comprometidas, y les fueran traspasadas a ellos.
Los conflictos con este tipo de empresas no son nuevos. Desde la administración de Fidel Herrera se dieron las primeras quejas sobre retenciones a los empleados que no fueron transferidas a los acreedores.
De pronto los burócratas recibían notificaciones de que se encontraban rezagados en sus pagos, y ellos con justa indignación mostraban los recibos en los que se mostraba que le habían descontado lo equivalente a dichos abonos.
Para cubrir esos pendientes, la actual administración estatal negoció un acuerdo con el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi).
Al mismo tiempo, el gobierno estatal canceló las «claves» con las que estas empresas hacían cargos a maestros y empleados de Veracruz, lo que provocó que varias de ellas se fueran a los tribunales.
Una de ellas, «Intermercado» (empresa de la familia Gidi, muy cercana al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares) decidió además litigar sus diferendos con el gobierno de Javier Duarte a través del periodista Carlos Loret de Mola.
A partir del reportaje en el que se acusa al gobierno de Veracruz de incumplir con compromisos financieros con estas empresas, el mandatario estatal presentó su argumentación por la vía de los Twitter y por ese mismo medio le respondió el periodista. Dijo que las deudas fueron cubiertas desde el 2014
Para abrir esta semana, Carlos Loret de Mola le reclamó a Javier Duarte -por la misma red social- que mienta pues, según la información que él posee -que le hicieron llegar los representantes jurídicos de las empresas agraviadas- dichas deudas fueron cubiertas apenas el viernes pasado, luego de que se exhibiera el reportaje de marras.
Una vez más. El periodista tiene una versión distinta a la oficial y, por lo tanto, se permite aseguran que «los otros» mienten.
Tan sencillo que es esperar a que las autoridades competentes den un veredicto sobre estos casos.
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