En dos días más, el Presidente de la República entregará al Congreso su Cuarto Informe de Gobierno. Aunque nadie espera ninguna sorpresa, lo importante radica en saber el enfoque que dará el mandatario respecto de lo que quiere “que se cuente” –como dice la publicidad institucional- y cómo abordará las demandas de amplios sectores de la población en temas mucho más sensibles.
Como dijimos en la entrega de ayer, el mandatario mostrará un México con educación de calidad, próspero, incluyente, en paz y con responsabilidad global.
En el primer eje se refiere a una educación de calidad que contenga al menos tres objetivos fundamentales: mejores escuelas, mejores maestros y mejores contenidos educativos. Es un tema por demás sensible, toda vez que la reforma educativa lleva ya dos secretarios de estado –la inició Emilio Chuayffet y la ejecuta Aurelio Nuño-, y la resistencia de la CNTE parece no tener fin.
Hemos dicho que la educación en México tiende a convertirse en una herramienta de exclusión social. Lo saben alumnos y padres de familia de estados como Chiapas y Oaxaca, donde el futuro se les está escapando entre calles y protestas.
El segundo tema no es un asunto menor. Se pondrá énfasis en la creación de las zonas económicas especiales, que buscan generar polos de desarrollo industrial en los estados más rezagados para detonar una transformación estructural en sus economías.
Entre los beneficios prometidos a los pobres del sureste del país, se incluyeron la generación de empleos, atracción de inversión nacional y extranjera, el fomento de mejoras en el bienestar de la región, entre otras, mismas que se han destinado a los diez estados con mayor incidencia de pobreza extrema media según el Coneval, es decir, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Puebla, Michoacán, Hidalgo, Campeche, Tabasco, y Yucatán.
En esta región están los pobres más pobres del país. Los que hace mucho tiempo perdieron la esperanza y se inventariaron a la nómina de los programas sociales. No hay desarrollo y la riqueza se concentra en unos cuantos, y por si fuera poco, han tenido que resentir los efectos del mercado mundial energético que ha dejado miles de desempleados por doquier.
La inclusión, el tercer eje temático, se refiere precisamente a que se ha superado el enfoque asistencialista, poniendo en marcha una política social con una visión integral basada en derechos, generación de oportunidades y desarrollo de capacidades productivas para combatir la pobreza.
Y precisamente la medición de la pobreza es la que ha abierto un debate sobre los resultados de esta política social. Determinar sobre si ha disminuido o se ha erradicado por decreto mediante una nueva fórmula de medirla es parte de los señalamientos que seguramente tendrán las cifras que informe el Presidente.
Además, según ha adelantado la Presidencia, México ya es un país superavitario en el sector agroalimentario, es decir, es más lo que se exporta en productos agropecuarios que los que se importan. Eso no sucedía desde hace dos décadas. A pesar de las críticas, se seguirá impulsando la Cruzada Nacional contra el Hambre, para asegurar el abasto alimentario de las familias.
El tema de la paz –en el que se encuadran las acciones de seguridad pública- será uno de los más complejos. Los resultados saltan a la vista. Las policías del país siguen dispersas y los homicidios dolosos se han disparado. Veracruz es una vitrina del deterioro de la seguridad en el país.
Sin embargo, la visión gubernamental destaca la consolidación del Sistema de Justicia Penal Acusatorio en las 32 entidades del país, como el paso decisivo hacia una justicia más cercana, transparente y eficaz. El tema del número interminable de desaparecidos y ejecutados en el país, seguramente pondrá a prueba las consideraciones oficiales.
También se detalla la creación del Sistema Penal Anticorrupción. Pero sin nadie en el cadalso, el anuncio puede resultar contra la imagen del Presidente.
Finalmente, el documento destaca el papel de México en el mundo. Hoy el país cuenta con acceso comercial preferencial a 46 países, que representan el 58% del PIB mundial, el 41% del comercio global, lo que se traduce en mil 162 millones de consumidores potenciales, aunado a la consolidación de preferencias con socios con los que se tiene Tratado de Libre Comercio (TLC) y acceso a nuevos mercados. Pero el nubarrón de Donald Trump aún no se disipa.
La del estribo…
En las postrimerías del gobierno de Fidel Castro, una agencia de viajes que simpatizaba con la disidencia cubana en Miami, lanzó una singular convocatoria: quien adivinara la fecha en que el viejo revolucionario dejara el poder, tendría como premio un viaje todo pagado a la isla. La idea era alimentar la expectativa de su ausencia. No sé por qué, pero me acordé!