Mutatis mutandis
Por Rafael Arias Hernández.
El agonizante gobierno estatal, nunca le dio la importancia que tiene; cara e irresponsable su forma de administración, en opacidad, sin rendición de cuentas ni fiscalización verdadera. No hubo ninguna previsión, programa o plan de alcances importantes.
Pérdidas cuantiosas de recursos y oportunidades, aunadas a cuestionados abusos, saqueos, rescates, privatizaciones y negocios personales, familiares o de grupo.
Sigue el circo electoral…y seguirá
Lo dicho. La desgracia calculada e impuesta a Veracruz se extiende por cuatro años de elecciones consecutivas. Van dos y se comprueba que, salvo excepciones y alguna oposición partidista y ciudadana más responsables y activas, no hay políticos y funcionarios públicos ni para remedio.
Los actuales en el poder, dedicados a lo que más les importa: su sobrevivencia e impunidad, para no perder privilegios ni enfrentar a la justicia.
Prueba de ello es la actitud descaradamente destructiva, irresponsable y hasta delictiva, asumida por muchos en el gobierno estatal y en el no-poder legislativo, al sobre-endeudar injustificadamente a Veracruz, como una comprobación más de su predilecta forma de administrar, saquear y acabar con las finanzas públicas estatales y municipales.
Justo y objetivo comentar que sobresale también, el decidido compromiso del gobierno de la alternancia, de limpiar de ineficientes y delincuentes el medio oficial y rescatar la capacidad institucional, para atender y resolver los innumerables problemas y las crecientes necesidades de los veracruzanos. Compromiso obligado a anticiparse, por la precipitada y delincuencial actitud de pretender asegurar la retirada, huida o impunidad, a costa de todo y de todos.
En efecto, la resistencia de quienes aún están en el gobierno, en estos últimos meses, no se ha hecho esperar y rebasa, con mucho, el daño ocasionado al incrementarlo en muchas formas, dispuestos a hacer lo que sea; como destruir, disponer y mal usar leyes, instituciones, valiosos recursos y oportunidades de presentes y futuras generaciones, así como maltratar y abusar de los más débiles, en desventaja o desposeídos.
El caso del último sobreendeudamiento merece comentario aparte, por ahora abordemos otro urgente tema que no puede esperar.
Creciente sed de justicia y de agua
¿Negligencia e incapacidad política? ¿Ignorancia y desinterés social? ¿Abuso, ineficiencia y delincuencia para favorecer negocios personales, familiares o de grupo privados?
Por una u otra razón, poco o nada se hace para aprovechar la relativa abundancia acuífera que caracteriza a la entidad. Casi el 35 % de los escurrimientos de agua del país, ocurren en Veracruz.
En efecto, se escurren. Por desgracia, el exceso de confianza en la abundancia, ha contribuido aún más, haciendo que se olvide, que no se tiene, lo que no se retiene; y también, que en todo caso, es imprescindible restaurar, conservar o multiplicar las condiciones favorables, no contaminantes ni destructivas, de obtención y producción acuífera.
Antes, que todo, para seguir en el tema, es preciso recordar, entre otros, cuatro aspectos esenciales acerca del agua.
Primero.- El agua es un bien, producto, mercancía o líquido vital insustituible e indispensable para la existencia humana. Imposible subsistir sin ella, en condiciones normales, más allá de una semana.
Segundo.- Es imprescindible en casi todas las formas de vida, pero sobre todo en los procesos de sustentabilidad del medio ambiente terrícola, que la convierten ciertamente en líquido vital. Hoy por hoy, sin duda, el agua es vida.
Tercero.-Su presencia depende de un fundamental y renovado proceso, que caracteriza sus diversas transformaciones y cambios de estado (líquido, sólido o gaseoso). Proceso cuya duración no coincide con calendarios burocráticos, tiempos políticos, periodos gubernamentales, ni con las disposiciones administrativas. Proceso cuya duración está vinculada con las características ambientales; que a su vez condicionan su abundancia o escasez, su calidad y disponibilidad, para su uso y consumo. Proceso ambiental que integra y define diversos espacios, territorios y regiones naturales, que tampoco respetan las fronteras políticas, administrativas y gubernamentales.
Y cuarto.- Que su disposición para el consumo humano constituye un derecho social inalienable e imprescriptible, cuya atención suficiente y oportuna, no admite demoras ni posposiciones y que, sin duda, puede ser la fuente de violencia y conflictos.
Irresponsables y criminales
Inaceptable ignorar, ocultar y minimizar este problema social y ambiental. Su atención requiere de ineludible responsabilidad política, de verdadera capacidad gubernamental y de participación ciudadana efectiva.
Sin la suficiente capacidad de atención, administración y previsión, aumenta en intensidad y complejidad. Contraproducente y perjudicial conformarse y resignarse, ante el problema en aumento. Imposible aceptar y creer que presente y futuro son y serán de tandeo y racionamiento, apropiación y privatización de lo poco o mucho que queda.
Y hay que insistir e insistir. Es causa de sobrevivencia. Con mayor razón cuando racionamiento, tandeo, limitación, restricción, encarecimiento y cobros indebidos se han vuelto práctica común de innumerables organismos y dependencias gubernamentales, la mayor parte controlados por el gobierno del estado y algunos municipales, que dicen administrar y garantizar el agua, vital líquido para la vida.
Lo más preocupante, es que para desgracia de la población, muchos se han convertido en puntos de conflicto, por intereses desmedidos y sin control, como el del Puerto de Veracruz.
En todo caso, muchos son cuestionados y señalados como refugios de ineficientes y delincuentes, que no sólo las mal administran e injustificadamente endeudan hasta literalmente, hacer que “hagan agua”, quiebren y como siempre, extiendan su privilegiada situación y beneficios, exigiendo subsidios extras, obteniendo utilidades o, de plano, promoviendo su mercantilización, privatizando o concesionando parcial o totalmente, la ineludible obligación institucional y gubernamental.
La necesidad imprescindible del agua, es y debe ser siempre, causa y motivo de preocupación y atención general, permanente y efectiva.
Sobre todo ahora que claramente se pueden identificar, una y mil formas de despojo, apropiación, privatización, concesión y mercantilización del agua, que abierta o encubiertamente se apoyan desde los ámbitos de gobierno: federal, estatales y municipales.
Estos y otros aspectos más, de pésima o nula administración y previsión, se dejan sentir y padecer por años, caracterizando a ineptos y corruptos en el gobierno; y a sociedades conformistas y resignadas. Hay 8 millones de personas expuestas.
*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez