El que al parecer se tomó anticipadamente unas vacaciones forzosas es el diputado local xalapeño David Velasco Chedraui.
¿O acaso alguien lo ha visto o se lo ha encontrado por ahí? Ayer volvió a brillar por su ausencia en el Palacio Legislativo de la avenida Encanto, al que sí acudieron y cumplieron puntualmente con su obligación 49 de los 50 diputados.
Y es que el ex alcalde de Xalapa ya no se presentó desde el jueves antepasado a la sesión del Pleno de la LXIII Legislatura en la que fue aprobada la basificación de los 7 mil empleados estatales ni pudo ser localizado tres días después por sus compañeros de la bancada del partido tricolor para que les firmara la carta abierta que el lunes 18 insertaron en varias publicaciones impresas de Veracruz y la Ciudad de México para denunciar ante el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, las amenazas de las que habían sido objeto por parte del gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares.
No son pocos los intrigados por la súbita desaparición de este diputado, miembro de una poderosa familia empresarial capitalina. ¿Pues qué fue lo qué pasó?
Una de las versiones que circula en las altas esferas de la sociedad xalapeña es que hace un par de semanas David Velasco habría decidido agarrar sus maletas y a sus hijos y abandonar el estado –¿también el país?– por lo menos hasta el 1 de diciembre próximo.
Según se comenta, Velasco Chedraui habría huido aterrorizado después de haber recibido la noche anterior en su residencia de Briones, en la antigua carretera Xalapa-Coatepec, la visita de un altísimo funcionario del gobierno del estado que le habría reclamado airada y amenazadoramente que no hubiera apoyado, entre otras propuestas enviadas al Congreso local, el nombramiento del titular de la nueva Fiscalía Anticorrupción.
Cuentan que al día siguiente de ese desagradable encuentro nocturno, el diputado priista convocó a un conciliábulo familiar para hacerles saber de su riesgosa situación y anunciarles que por consiguiente iba a tener que ausentarse de Veracruz por lo menos lo que resta de este año.
¿Pues qué fue lo que le habrían dicho o insinuado al popular “Davicho” para haberlo espantado de tal manera?
Y es que aunque públicamente algunos lo han negado, pero se sabe que aparte de Velasco Chedraui otros diputados del PRI también habrían sido insultados o amenazados desde las altas esferas del poder para que aprueben las iniciativas enviadas por el Ejecutivo.
Ha trascendido, por ejemplo, que Ricardo Ahued Bardahuil, otro ex alcalde de Xalapa y crítico empresario, se habría llevado por la vía telefónica algunos estridentes recuerdos maternos de su colérico y poderoso interlocutor. Ayer, antes de la sesión, dijo que alguien se le acercó y le dijo que iban a “madrearlo”.
Sin embargo, Ahued sigue al pie del cañón. Y no ha sido el único. En la sesión plenaria del jueves 14 de julio, otros legisladores aliados del priismo –como Jesús Vázquez González, Mónica Robles Barajas y Francisco Garduza, del PVEM– también votaron en contra o se abstuvieron de aprobar el dictamen mediante el cual fueron reformadas y derogadas diversas disposiciones de la Ley número 364 Estatal del Servicio Civil y de la Ley número 584 del Servicio Público de Carrera en la Administración Pública Centralizada.
Precisamente en ese ambiente de gritos y confrontaciones antes, durante y después de la votación en el Congreso local para aprobar la basificación de más de 7 mil burócratas, sobresalió la mesura y la cordura por parte de la diputada del PVEM por Coatzacoalcos, quien con la valentía que la caracteriza subió a tribuna a justificar su voto de abstención.
Mónica Robles demostró su gran valor y congruencia al no votar a favor de una iniciativa que, de acuerdo a sus palabras, no había sido evaluada lo suficiente para valorar su impacto en las ya deterioradas finanzas del estado, pero dejando muy claro que respetaba y coincidía con el derecho de certidumbre laboral.
Pero tampoco –aunque no firmó la carta abierta que los diputados priistas y otros del PVEM signaron en contra del gobernador electo– la diputada Robles fue complaciente con la virulencia mostrada en los últimos días por Miguel Ángel Yunes, ya que tan directa como es ella, le envió un mensaje muy claro al virtual mandatario veracruzano: “no se puede pedir el respeto al Estado de Derecho y violentarlo… no es con la confrontación, con el temor, amenazando como se puede dirigir un estado”.
Y en la sesión plenaria de este jueves 21, nuevamente la legisladora sureña del Partido Verde dio otro ejemplo de lo que debe ser una representante popular con garras y muchos pantalones, ya que previamente había declarado que aunque empresas de su familia están en el listado de acreedores del gobierno estatal, ella votaría en contra de la creación de dos fideicomisos irrevocables para cubrir el pago a proveedores y contratistas, cuyo monto de los pasivos de 19 dependencias gubernamentales asciende a más de 11 mil millones de pesos.
Si de veras David Velasco decidió abandonar la entidad, ¿llamarán a su suplente Corintia Cruz Oregón, para que a la ex regidora y ex dirigente priista se le haga ocupar por fin la ansiada curul por la que recién contendió en las elecciones adversas del 5 de junio pasado?
El caso desastroso de SAS
Sobre el caso del Sistema de Agua y Saneamiento de la zona conurbada Veracruz-Medellín que comentamos ayer aquí en este espacio, la diputada electa por el Distrito 17, Mariana Dunyaska García Rojas, afirmó que SAS aún no está extinto, que existe un convenio firmado y que su situación legal no se ha discutido plenamente en la Cámara de Diputados, pero que sin embargo, de manera anticipada, el nuevo Grupo MAS ya está administrando el recurso que el ciudadano paga por el servicio de agua y que, hoy, no tiene en su hogar.
“Hay un vacío de autoridad en el organismo que administra el agua. Hoy por hoy la huelga en SAS es la respuesta a la falta de certidumbre a los ciudadanos y a los trabajadores que, dicho por ellos, el Grupo MAS no tiene recursos para solventar los gastos de gasolina, reparación de fugas, pago de luz, entre otras. Es una empresa que no está invirtiendo los 480 millones de pesos que dijo disponer en un inicio para salvar las finanzas de la institución, y si no es así, que se eche abajo el contrato y concesión por incumplimiento”, expuso la legisladora electa por el distrito con cabecera en Medellín de Bravo.
Dunyaska dijo que es doloroso que más de 800 mil ciudadanos paguen el costo por dos funcionarios del SAS que llevaron a la quiebra al organismo: Yolanda Gutiérrez Carlín, actual secretaria de Protección Civil del estado, y el ex diputado local priista José Ruiz Carmona, quienes deberían de ser llamados ante un tribunal para esclarecer el desfalco.
La diputada electa urgió, una vez más, a revisar las cuentas de ambas administraciones, pues aseguró que todavía en 2013 el SAS contaba con ingresos por más de 800 millones de pesos, pero que inexplicablemente las entradas disminuyeron en 200 millones al año siguiente.
La ex candidata del PAN lamentó el gran vacío de autoridad que impera en torno al nuevo Grupo MAS, lo que ha provocado rumores graves como la presunta desaparición de facturas en SAS, el remate de la empresa que tiene un valor de más de 25 mil millones de pesos, que no se encuentran dos pipas vector nuevas, el tráfico de influencias, conflicto de intereses, posibles sobornos, la conformación de un nuevo sindicato, y lo peor, que se pretende solicitar un nuevo préstamo, con aprobación del Congreso, para enfrentar la situación financiera del organismo.
Descanso necesario
Con motivo del periodo vacacional, esta columna dejará de publicarse a partir del próximo lunes 25 de julio; volverá a reaparecer, Dios mediante, hasta el martes 02 de agosto.