Quién sabe si es real o simulada, pero francamente la candidez mostrada por el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, quien le acaba de enviar un desesperado grito de auxilio al presidente Enrique Peña Nieto para que impida que el actual mandatario Javier Duarte de Ochoa “termine de destruir” el estado antes de entregar su administración, no le va a este ex priista que durante 30 años formó parte del mismo sistema político corrupto al que pertenecen Peña y Duarte.
“Presidente Peña Nieto, ¡urge su intervención en Veracruz! Los ciudadanos no vamos a permitir que Javier Duarte termine de destruir Veracruz antes de entregar el Gobierno, las decisiones que ha tomado los últimos días agravan aún más la terrible situación que se vive en el Estado y el riesgo de un grave conflicto social es inminente”, acusó Yunes Linares en sendos desplegados periodísticos que mandó a publicar este lunes en diversos medios impresos estatales y nacionales.
¿De veras cree el ex candidato de la alianza PAN-PRD que Peña le va a hablar al gobernador veracruzano de su partido para ordenarle: “Javier, no la hagas de tos, ¡prepárate para entregarte!”? Suena a un pésimo chiste, sobre todo después de que el Presidente acaba de vetar la llamada Ley 3de3 pero sólo parcialmente, en lo aberrante del artículo 32, más no para hacer cumplir cabalmente la principal demanda de los 634 mil ciudadanos que con su firma exigían versiones públicas de las declaraciones de los funcionarios de alto nivel.
Este lunes, en un texto titulado “Peña, el estilo de gobernar”, el columnista Raymundo Riva Palacio reseñaba: “El presidente Enrique Peña Nieto tiene un estilo muy particular de gobernar. No es el del estado de México; es el de Los Pinos. Hay momentos donde después de una gira hacia el fin de semana, en lugar de regresar a la ciudad de México en el avión presidencial, toma un jet ejecutivo con rumbo desconocido. Hay turistas que lo han visto –y se han tomado fotografías con él– los viernes en playas del Pacífico mexicano, y cuando no viaja, pasa los fines de semana en Ixtapan de la Sal, donde juega golf. Ahí, precisamente, en ese entorno, es donde ha tomado algunas de las decisiones políticas que lo han marcado.
“(…) Al golf –refiere el autor de la columna ‘Estrictamente Personal’– es invitado permanente desde que terminó su gobierno en Nuevo León, Rodrigo Medina, como señal de protección frente a las imputaciones de corrupción que le endilga su sucesor…”
Con todos los gobernadores priistas que están por salir, el presidente Peña tiene complicidades más que compromisos. El neoleonés Medina es uno de ellos. Incluso a principios de 2012, cuando la violencia se desbordó en Monterrey, llegó a correr la versión de que sería incorporado al equipo de campaña del mexiquense para darle una salida airosa del gobierno del estado. Sin embargo fue sostenido hasta el final, con un alto costo para el PRI, que en 2015 terminó perdiendo la gubernatura.
Lo mismo ocurrió en Veracruz, donde Duarte de Ochoa siempre ha presumido su buena relación con el Presidente. Por ejemplo, a finales del año pasado, después de que Peña Nieto vino a inaugurar el Clúster Científico y Tecnológico BioMimic del Instituto Nacional de Ecología, en el municipio de Coatepec, Duarte les afirmó a los periodistas del “Grupo de Los Diez”, que él, como jefe político del priismo en Veracruz, había recibido del mexiquense la confianza para decidir la candidatura de su partido. “En el tema de la sucesión me dijo: ‘Javier, nunca me has fallado, pero esta es la decisión más importante de tu vida, no te puedes equivocar’, con lo cual me está dando la gran responsabilidad”, les reveló el mandatario estatal a los columnistas.
Pero en cuanto se hizo pública esa versión, otros aspirantes a sucederlo y sus aliados la pusieron en entredicho. Sin embargo Duarte lo relató con tal aplomo que resultaba difícil dudar de su palabra. “El Presidente me tiene una estima que la siento en los hechos. Nunca he tenido un no del Presidente. Todo lo que le he pedido siempre me ha dicho que sí”.
Y aunque en esa comida decembrina Duarte dijo que el tema de su relevo “al final del día” lo iba a resolver el partido, pero señaló la importancia de la opinión del Presidente, quien, remarcó, “como líder moral ha sido muy generoso conmigo”. Y reiteró que “tengo una ventaja que es una gran responsabilidad: soy el único amigo veracruzano que tiene el Presidente. Esa es una gran responsabilidad”.
Duarte atribuía esa buena relación a que fue el primer gobernador priista del país que lo destapó durante una comida en el salón Tajín de la Casa Veracruz en septiembre de 2011 luego de un acto en que se hermanaron las ciudades de Xalapa y Toluca, siendo Peña Nieto gobernador del Estado de México. “Ahí dijo: ‘Sí quiero ser Presidente’. Le dije que como consejero político nacional y estatal tenía todo mi apoyo y el del priismo veracruzano”, recordó el cordobés, quien además reveló que en la campaña presidencial fue convocado al cuarto de guerra del mexiquense. Por eso se jacta: “El Presidente me tiene una gran estimación, que es correspondida”.
¿A Peña le preocupa lo que pasa en Veracruz y en el resto del país? Según lo que escribió Ciro Gómez Leyva en su columna de este lunes en El Universal, todo parece indicar que no como debiera. Describe el periodista: “El presidente Peña Nieto no estaba deprimido por la derrota electoral del PRI, ni decaído por el endurecimiento de las protestas de la CNTE, o abatido por los malos presagios tras el rechazo británico a la Unión Europea. Al Presidente se le veía animado en la larga plática en Los Pinos con un grupo de periodistas el viernes en la tarde. Es más, estaba de muy buen humor. (…) Bromeó, disertó, incluso polemizó cuando se tocaron la corrupción, la negociación con la CNTE y la panorámica electoral de 2018. Y se rió mucho. Creo que la pasó bien.”
Bueno, a veces suceden milagros. Que Yunes le siga implorando a San Enrique.
Peña no gobierna Veracruz: Amadeo
Por cierto, entrevistado este lunes por la reportera Ángeles González del portal de noticias Alcalorpolitico.com, el dirigente estatal del PRI, Felipe Amadeo Flores Espinosa, le recordó a Yunes Linares que el presidente Enrique Peña Nieto no gobierna Veracruz, por lo que no tiene que pedirle que intervenga en asuntos que le competen a la administración local.
Además, en su gira por el puerto de Tuxpan, el líder priista consideró irresponsable que ante las dificultades financieras que enfrenta actualmente la Universidad Veracruzana y las obligaciones que esta casa de estudios tendrá en el futuro para lograr la ampliación de su matrícula, infraestructura y apoyo a la investigación científica, las bancadas del PAN y PRD en el Congreso local negaran su apoyo a la UV para su autonomía presupuestaria.
Flores Espinosa dijo que las campañas electorales han quedado atrás y que ahora se debe transitar del discurso político a la acción de gobierno. “La coalición PAN-PRD utilizó el tema de la Universidad Veracruzana de manera oportunista para ofrecer un apoyo que sólo tenía propósitos electoreros. Cuando debieron apoyar a la Universidad, decidieron darle la espalda”, apuntó.
El dirigente priista acusó que la abstención de 13 diputados para asignar el 4 por ciento del presupuesto estatal a la UV fue un acto de irresponsable. “Decidieron no votar a favor de la autonomía presupuestal, una propuesta presentada por el PRI, pero tampoco quisieron asumir el costo social y político de su falta de apoyo mediante un voto en contra”, criticó.
Pero, además, el presidente del CDE del PRI expuso que “nos gustaría conocer también la posición de la Universidad Veracruzana. Sabemos que nuestra Máxima Casa de Estudios debe sustraerse de la acción y el debate de los partidos políticos, sin embargo, se está impulsando una solución de largo plazo a los problemas financieros que enfrenta, que bien justifica un posicionamiento”.
Amadeo Flores advirtió que frente al doble discurso que ya han establecido los diputados del PAN y el PRD, los veracruzanos empezarán a conocer los intereses reales que estaban detrás de esa alianza. “El tema de la UV es el primero de muchos que mostrarán que no tienen un proyecto para Veracruz”, dijo, y aseguró que el grupo parlamentario del PRI cumplirá con los compromisos hechos en campaña y que requieren del trabajo legislativo.
Y es que el dirigente del partido tricolor recordó que “la aprobación que hizo la LXIII Legislatura ya fue certificada en un primer periodo”, pero puntualizó que tendrá que ser ratificada por la siguiente Legislatura en un segundo periodo y también por la mayoría de los 212 Ayuntamientos. “Esperemos que haya congruencia y se cumpla el compromiso que manifestaron a favor de la Universidad Veracruzana”, concluyó.