Con los triunfos de la alianza “Para Mejorar Veracruz”, encabezada por el Partido Revolucionario Institucional, en los distritos de Córdoba y Tantoyuca, prácticamente ya quedó definida la conformación de la próxima legislatura del estado.
A pesar de que en esos dos distritos electorales el resultado fue favorable al tricolor en la jornada del pasado domingo 5 de junio, el partido que entregará el poder ejecutivo del estado en próximo 30 de noviembre no será la fuerza hegemónica; de hecho, el PRI fue relegado a la tercera posición entre las bancadas legislativas.
Con sus triunfos en Tuxpan, Poza Rica, Martínez de la Torre, Coatepec, Emiliano Zapata, Veracruz I y II, Boca del Río, Medellín, Huatusco, Zongolica, Cosamaloapan y Santiago Tuxtla, Acción Nacional tendrá trece legisladores por mayoría relativa; más otros siete por representación proporcional, para un total de 20 diputados, de los 50 que integran el poder legislativo veracruzano. A ese número habría que agregar las tres posiciones plurinominales alcanzadas por el Partido de la Revolución Democrática.
La segunda fuerza en el Congreso local será integrada por los legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional, que obtuvo la victoria en los dos distritos de Xalapa –diez y 11–, Orizaba, Camerino Z. Mendoza, Minatitlán y los dos distritos de Coatzacoalcos –29 y 30–; siete diputados por mayoría relativa, más los 5 que le corresponderían a ese partido por el principio de representación proporcional; en total, 12 curules serán ocupadas por la opción política que encabeza, en el ámbito nacional, Andrés Manuel López Obrador.
En el caso del Revolucionario Institucional, se habla de 8 victorias en los 30 distritos que estuvieron en juego el 5 de junio: Tantoyuca, Alamo, Papantla, Misantla, Perote, Acayucan, Córdoba y Pánuco; sin embargo, en el caso de éste último distrito, la diputación y los votos fueron contabilizados para el Partido Verde, que postuló en ese lugar a Rodrigo Escalante; en todo caso, el número de curules quedaría en 7 (San Andrés Tuxtla fue ganado por el candidato de Nueva Alianza, Vicente Benítez, pero no hubo coalición en ese distrito). La cifra que resulta, 7 diputaciones, se suma a las cinco curules que podría colocar el PRI por representación proporcional, para un total de 12.
Entre esas tres fuerzas políticas, PAN, Morena y PRI, tendrán 47 de los 50 diputados. A ellos se sumarán los representantes de los partidos minoritarios: dos del Verde –Rodrigo Escalante y Garardo Buganza, quien entra como plurinominal– y uno de Nueva Alianza.
Histórico, porque nunca antes el Partido Revolucionario Institucional había quedado tan rezagado en la integración de la Legislatura del Estado; en el próximo Congreso local, los diputados del tricolor equivaldrán al 24 por ciento; los del Movimiento de Regeneración Nacional tendrán igual porcentaje; en tanto que la suma de PAN y PRD equivaldrá a más del 45 por ciento.
Caen liderazgos regionales
Las elecciones celebradas el domingo 5 del presente mes significaron no sólo una recomposición en los espacios políticos veracruzanos, sino la caída de algunos liderazgos regionales que hasta hace poco resultaban indiscutibles.
En algunas zonas, como Pánuco, en la Huasteca Alta, la hegemonía del grupo que tiene como líder al contralor Ricardo García Guzmán quedó intacta gracias a la suma de prácticamente todas las corrientes internas del PRI, como, por ejemplo, la que encabeza Manuel de León Maza; sin embargo, en otros distritos del estado hubo caídas que hasta poco resultaban inconcebibles. Es el caso, por ejemplo, de Tantoyuca y Álamo, donde las figuras de los diputados locales panistas Joaquín Rosendo Guzmán Avilés y Jorge Vera Hernández no lograron sacar un resultado favorable para sus respectivos candidatos.
Algo parecido ocurrió en Córdoba, zona centro, lugar con una vieja tradición panista, donde esta vez Acción Nacional no pudo lograr el triunfo; en ese lugar, por cierto, se habla de la influencia, para determinar el resultado, del actual alcalde Tomás Ríos Bernal.
En el distrito de Martínez de la Torre, por otro lado, fue evidente el intento del alcalde Rolando Olivares por inclinar la balanza a favor de la candidata del PRI, Nora González; sin embargo, los recursos empleados para ello no fueron suficientes para frenar a la abanderada de la alianza PAN-PRD, María Elisa Manterola, quien evidenció las limitaciones políticas de la autoridad municipal.
Los resultados en la zona de Veracruz, Boca del Río y Medellín sólo confirmaron que en esos lugares, el PRI es cada vez menos competitivo; en esos cuatro distritos (Veracruz tiene dos), Acción Nacional superó, en total, los 180 mil sufragios, en tanto que PRI y aliados no llegaron a 90 mil, para una proporción de dos a uno.
En el sur y particularmente en Coatzacoalcos, el mito de la reserva de votos para el tricolor ya había quedado en el pasado desde las elecciones de 2015, cuando el Movimiento de Regeneración Nacional se alzó con el triunfo (38 mil contra 22 mil votos); este año, el liderazgo del ex alcalde Marcelo Montiel mostró su verdadera dimensión regional, porque entre el PRI y sus aliados no llegaron a 45 mil votos en los dos distritos, mientras que Morena superó los 71 mil. @luisromero85