Según los analistas políticos, los 87 años de priismo en Veracruz terminaron por agotar el modelo, lo hicieron insostenible y este domingo 5 de junio, los veracruzanos decidieron cambiarlo para entrar en el mundo democrático de la alternancia.
No hay democracia cuando un solo partido se perpetúa en el poder.
Y, efectivamente, en estas elecciones los veracruzanos se volcaron en las urnas decididos a combatir y erradicar a la pandilla en el poder, a quienes vienen gobernando desde hace once años y seis meses cometiendo infinidad de atropellos, al amparo de las siglas del PRI.
Ya no fue suficiente el dinero que repartieron entre los “operadores políticos” para dispersarlo entre los votantes y así, mediante la compra del voto o la conciencia, continuar en el poder; ya no fueron suficientes las dádivas, los terrenos que se regalaron, las concesiones para transporte público en la modalidad de taxi, nada, el hartazgo superó por mucho las viejas prácticas del priismo corrupto.
De igual forma, tampoco le funcionaron al PRI los partidos satélites que crearon para disminuir, a través de ellos, el voto de los auténticos adversarios, el AVE, el PES, el mismo PT sacado de la tumba, y hasta el ridículo independiente, fueron ignorados y el pueblo depositó su confianza en quien prometió encarcelar a los corruptos y recuperar lo que nos han robado, en el candidato del PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes Linares, a quien miles de veracruzanos conocen y saben que tiene los suficientes pantalones para cumplir con esta promesa.
No importa que no haga nada en estos dos años, con que cumpla con enjuiciar a los corruptos es suficiente, ya cumplió con nosotros, comentan satisfechos y alegres los paisanos que votaron por él y que tienen sed de justicia.
A lo mejor el modelo priista todavía daba para más, pero de Fidel Herrera Beltrán para acá, tanto él como Javier se encargaron de hundirlo como lo han hecho con todas las instituciones del estado.
Paso a la alternancia.