En opinión de analistas políticos y a juzgar por su población, hay tres estados que parecen ser los más apetitosos entre los 12 que renovarán su gubernatura el 5 de junio.
Por supuesto, son Veracruz, Puebla y Oaxaca.
El primero tiene un listado nominal de 5.7 millones de votantes; el segundo, de 4.3 millones, y el tercero, de 2.8 millones. Es innegable la importancia de esas tres entidades en el tablero político del país.
Sin embargo, pensando en la elección presidencial que tendrá lugar dentro de dos años, hay otros dos –donde también se votará para renovar la gubernatura en menos de tres semanas– que los partidos deberían esmerarse en ganar.
Esos estados son Aguascalientes y Chihuahua.
¿Por qué es importante tener un buen desempeño allí? Porque Aguascalientes y Chihuahua forman parte de un grupo de nueve estados que tienen algo en común: desde 2000 –es decir, desde que hay competencia real–, el partido que los gana en la elección presidencial llega a Los Pinos.
Dicho de otra forma, ninguno de los candidatos presidenciales que ha perdido uno solo de esos nueve estados ha podido ganar la elección.
Sin desdeñar la importancia política y económica de Veracruz, Puebla y Oaxaca, se puede ganar esos tres estados en una elección presidencial y, aun así, no llegar a Los Pinos.
Por ejemplo, el priista Francisco Labastida Ochoa ganó Oaxaca en 2000; el perredista Andrés Manuel López Obrador triunfó en Veracruz y Oaxaca en 2006, y seis años después, se llevó la mayoría de votos en Puebla y Oaxaca, y la panista Josefina Vázquez Mota ganó en Veracruz en 2012. Ninguno de los tres llegó a la Presidencia de la República a pesar de sus buenos resultados en algunos de esos tres populosos estados.
En cambio, los presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto ganaron su respectiva elección en Aguascalientes y Chihuahua, además de Baja California, Coahuila, Colima, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora y Yucatán. Algo tienen esos nueve estados del país, en composición demográfica y participación electoral, que acaban siendo clave en la elección presidencial.